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Lucas 13:4 - NT Traducción Contemporánea de la Biblia

4 Acuérdense de aquellos dieciocho que murieron cuando se les cayó encima la torre que se derrumbó en Siloé. ¿Ustedes piensan que eso les pasó porque eran más pecadores que todos los habitantes de Jerusalén?

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Biblia Reina Valera 1960

4 O aquellos dieciocho sobre los cuales cayó la torre en Siloé, y los mató, ¿pensáis que eran más culpables que todos los hombres que habitan en Jerusalén?

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Biblia Nueva Traducción Viviente

4 ¿Y qué piensan de los dieciocho que murieron cuando la torre de Siloé les cayó encima? ¿Acaso eran los peores pecadores de Jerusalén?

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Biblia Católica (Latinoamericana)

4 Y aquellas dieciocho personas que quedaron aplastadas cuando la torre de Siloé se derrumbó, ¿creen ustedes que eran más culpables que los demás habitantes de Jerusalén?

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La Biblia Textual 3a Edicion

4 O aquellos dieciocho, sobre quienes cayó la torre en Siloé y los mató, ¿pensáis que ellos fueron más culpables que todos los hombres que habitan en Jerusalem?

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

4 Y de aquellos dieciocho sobre los cuales se desplomó la torre de Siloé y los mató, ¿pensáis que eran más culpables que todos los demás habitantes de Jerusalén?

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

4 O aquellos dieciocho sobre los cuales cayó la torre en Siloé, y los mató, ¿pensáis que ellos eran más pecadores que todos los hombres que habitan en Jerusalén?

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Lucas 13:4
13 Tagairtí Cros  

Cuando empezó a ajustar las cuentas, se presentó un deudor que debía 10 mil talentos.


Perdona nuestros pecados, así como debemos perdonar a los que nos han hecho daño.


Perdónanos nuestros pecados, así como perdonamos a los que nos han hecho mal. No nos dejes caer en tentación”.


¡Claro que no! Y les digo que si ustedes no cambian su manera de pensar, para cambiar su forma de vivir, seguramente morirán.


Les digo que no; y si ustedes no cambian su manera de pensar y su conducta, también morirán.


Él respondió: – Ese hombre llamado Jesús hizo lodo, lo untó en mis ojos y me dijo “ve a Siloé y lávate”, así que fui y cuando me lavé empecé a ver.


Y le dijo: – Ve a lavarte a la piscina de Siloé (que traducido significa enviado). El ciego se fue, se lavó y regresó viendo.


Cuando los nativos vieron a la serpiente colgada de la mano de Pablo, dijeron: – Este hombre debe ser un asesino, porque aunque se salvó de morir ahogado en el mar por el naufragio, la diosa de la justicia no lo deja vivir.


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