Biblia Todo Logo
Bíobla ar líne
- Fógraí -





Juan 17:25 - NT Traducción Contemporánea de la Biblia

25 Padre justo, el mundo no te conoció, pero yo te conocí, y estos creyentes conocieron que Tú me enviaste.

Féach an chaibidil Cóip


Tuilleadh leaganacha

Biblia Reina Valera 1960

25 Padre justo, el mundo no te ha conocido, pero yo te he conocido, y estos han conocido que tú me enviaste.

Féach an chaibidil Cóip

Biblia Nueva Traducción Viviente

25 »Oh Padre justo, el mundo no te conoce, pero yo sí te conozco; y estos discípulos saben que tú me enviaste.

Féach an chaibidil Cóip

Biblia Católica (Latinoamericana)

25 Padre justo, el mundo no te ha conocido, pero yo te conocía, y éstos a su vez han conocido que tú me has enviado.

Féach an chaibidil Cóip

La Biblia Textual 3a Edicion

25 ¡Oh Padre justo! el mundo no te conoció, pero Yo te conocí, y éstos conocieron que Tú me enviaste.

Féach an chaibidil Cóip

Biblia Serafín de Ausejo 1975

25 Padre justo, realmente el mundo no te conoce, pero yo sí te conozco; y éstos han conocido que tú me has enviado.

Féach an chaibidil Cóip

Biblia Reina Valera Gómez (2023)

25 Padre justo, el mundo no te ha conocido, pero yo te he conocido, y estos han conocido que tú me enviaste.

Féach an chaibidil Cóip




Juan 17:25
37 Tagairtí Cros  

A los que estaban allí les dijo: – Todas estas cosas me fueron entregadas por mi Padre, y nadie conoce plenamente al Hijo, sino el Padre, tampoco nadie conoce plenamente al Padre, sino el Hijo, o alguien a quien el Hijo quiera revelarlo, para que le conozca.


Simón Pedro respondió: – Tú eres el Cristo, el Mesías, el Hijo del Dios viviente.


Luego Jesús dijo a todos los presentes: – Todas estas cosas me fueron entregadas por mi Padre; nadie sabe quién es el Hijo, sino el Padre; y nadie sabe quién es el Padre, sino el Hijo y aquellos a quienes el Hijo quiera revelárselo.


A Dios nadie lo ha visto jamás; es a través de Jesucristo que Dios se nos dio a conocer.


como yo también conozco al Padre íntimamente y Él me conoce; y consecuentemente pongo mi vida por mis ovejas.


Toda esta violencia la cometerán contra ustedes por causa de mi nombre, ya que no conocen al que me envió.


porque el Padre los ama, pues ustedes me han amado y también creyeron que yo procedo de Dios.


Y harán todas estas cosas porque nunca conocieron íntimamente ni al Padre, ni a mí.


Ahora entendemos que conoces todas las cosas y no tienes necesidad de que alguien te pregunte; y por esto creemos que procedes de Dios.


Yo ya no estaré en el mundo, y estas personas están en el mundo, yo voy hacia Ti. ¡Oh, Padre santo!, a todas estas personas que me has dado, guárdalas y cuídalas en tu nombre, para que estén unidas, como Tú y yo estamos unidos.


Como Tú me enviaste al mundo, yo también los envié al mundo;


Para que todos sean uno, como Tú y yo somos uno, y que también ellos fundamenten su unidad en nosotros, para que el mundo crea que Tú me enviaste.


Yo estoy unido a ellos, y Tú estás muy unido a mí, y esto da como resultado una unidad perfecta, con el objetivo de que el mundo conozca que Tú me enviaste y que los amaste sacrificialmente, al igual que a mí.


Esta es la vida eterna: que te conozcan íntimamente, el único Dios verdadero, y a Jesucristo, a quien enviaste.


todas las enseñanzas que me diste se las enseñé, las recibieron y conocieron que verdaderamente procedo de Ti y creyeron que me enviaste.


Porque Dios no envió a su Hijo con el propósito de juzgar al mundo, sino para salvarlo por medio de Él.


Cuando habían remado cinco a seis kilómetros vieron a Jesús caminando sobre el mar, estaba acercándose a la barca; y tuvieron miedo.


yo sí lo conozco, porque yo soy parte de Él, y Él me envió.


Los fariseos le preguntaron: – ¿Dónde está tu Padre? Jesús contestó: – Ustedes no me conocen, tampoco conocen a mi Padre; si ustedes me conocieran, también conocerían a mi Padre.


Y si yo dijera que no he conocido a mi Padre, entonces sería un mentiroso y me parecería a ustedes que sí son mentirosos, pero yo sí lo conozco, guardo y practico su palabra.


porque mientras caminaba por la ciudad, observé muchas estatuas religiosas, pero encontré un altar que me llamó la atención, donde había una inscripción que decía: “A UN DIOS DESCONOCIDO”, ¿cómo es que adoran a un dios desconocido? Pues bien, de este Dios desconocido, quiero hablar.


para que les abras los ojos y se conviertan de la oscuridad a la luz, y del dominio de Satanás al dominio de Dios, con el objetivo de que reciban el perdón de los pecados y la herencia entre los que son santificados a través de la fe por identidad en mí”.


Ya que los seres humanos no consideraron que lo más importante es conocer a Dios, Él los dejó con sus depravaciones mentales y terminaron haciendo cosas indebidas.


No hay quien tenga entendimiento, no hay quien de verdad busque conocer a Dios,


lo hizo para demostrar en el tiempo presente su justicia; Dios es justo y justifica a los que tienen fe por identidad en Jesús, permitiendo que vivamos su justicia.


Ya que el mundo en su propia sabiduría humana, no conoció a Dios. Por lo que Dios en su sabiduría, prefirió salvar a los que creen en el mensaje que anunciamos, aun cuando este mensaje parezca una locura.


¡Por favor recapaciten! Entren en razón y dejen de pecar, no ignoren la realidad de la resurrección, pues yo sé que algunos de ustedes no conocen a Dios y digo esto para que les dé vergüenza.


Las influencias de este siglo obstaculizaron el discernimiento del pensamiento de los incrédulos, para que no vean con claridad la iluminación del Evangelio, y no reconozcan a Cristo, que es la imagen de Dios.


como fuego ardiente, estableciendo su juicio contra los que no conocen a Dios y los que no obedecen al Evangelio de Cristo que transforma toda la existencia humana;


Ya nadie tendrá que enseñar a su prójimo ni dirá nadie a su hermano: “¡Conoce al Señor!”, porque todos, desde el más pequeño hasta el más grande, me conocerán.


Si confesamos nuestros pecados, Dios es fiel y justo para perdonarnos y limpiarnos de toda nuestra maldad e injusticia.


A la bestia la adorarán todos los moradores de la tierra, aquellos que no tengan sus nombres escritos, desde la creación del mundo, en el libro de la vida del Cordero que fue sacrificado.


Entonces, oí al ángel de las aguas que decía: “Tú eres justo, el que es y el que era; el digno, porque ha juzgado con justicia.


Lean orainn:

Fógraí


Fógraí