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Hechos 7:35 - NT Traducción Contemporánea de la Biblia

35 A este Moisés, a quien rechazaron diciéndole: “¿Quién te nombró gobernante y juez?”, Dios mismo lo constituyó como gobernante y libertador. Lo envió de vuelta guiado por la mano del ángel que se apareció en el arbusto ardiente.

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Biblia Reina Valera 1960

35 A este Moisés, a quien habían rechazado, diciendo: ¿Quién te ha puesto por gobernante y juez?, a este lo envió Dios como gobernante y libertador por mano del ángel que se le apareció en la zarza.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

35 »Así que Dios envió de vuelta al mismo hombre que su pueblo había rechazado anteriormente cuando le preguntaron: “¿Quién te puso como gobernante y juez sobre nosotros?”. Mediante el ángel que se le apareció en la zarza ardiente, Dios envió a Moisés para que fuera gobernante y salvador.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

35 A este Moisés, al que rechazaron diciendo: '¿Quién te nombró jefe y juez?', Dios lo envió como jefe y libertador, con la asistencia del ángel que se le apareció en la zarza.

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La Biblia Textual 3a Edicion

35 A este Moisés, a quien rechazaron, diciendo: ¿Quién te ha puesto por príncipe y juez? a éste envió Dios como príncipe y libertador, por mano del ángel que se le apareció en la zarza.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

35 A este Moisés a quien habían rechazado diciendo: '¿Quién te ha constituido príncipe y juez?', Dios lo envió como príncipe y libertador, con la ayuda del ángel que se le apareció en la zarza.

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Hechos 7:35
32 Tagairtí Cros  

Respecto a la resurrección de muertos, ¿ustedes no leyeron en el libro de Moisés como Dios habló en la zarza y dijo: “Yo soy el Dios de Abraham, el Dios de Isaac y el Dios de Jacob”?


Pero los ciudadanos de este reino lo odiaban, y enviaron una delegación para reclamar al que lo nombró rey, diciéndole: – No queremos que este sea nuestro rey.


Gritaron los judíos, diciendo: – ¡No a este, sino a Barrabás! Pero Barrabás era un delincuente.


Entonces los judíos gritaron: – ¡Fuera, fuera, crucifíquenlo! Así que Pilatos replicó: – ¿Quieren que crucifique a su rey? En ese momento los principales sacerdotes respondieron: – No reconocemos otro rey que no sea el emperador.


Pueblo de Israel, estén seguros de que deben reconocer que a este Jesús, a quien ustedes crucificaron, Dios lo estableció como Señor y Mesías.


Moisés ya lo había dicho: “El Señor nuestro Dios levantará un profeta para ustedes, de entre sus propios hermanos, a un profeta como yo; presten atención a todo lo que les diga, les hablará de lo que yo ya les había enseñado,


Dios lo exaltó y lo puso a su derecha como Líder y Salvador, para que Israel se convierta y reciba el perdón de sus pecados.


Cuando pasaron cuarenta años, un ángel se le apareció a Moisés en el desierto del monte Sinaí, en las llamas de un arbusto que ardía.


¡Ustedes son tercos e incircuncisos de corazón y torpes de oídos! Ustedes son iguales que sus antepasados: ¡Siempre resisten al Espíritu Santo!


Cristo es la imagen presente del Dios invisible; en Cristo podemos ver el propósito original de Dios en toda la creación.


Porque si el mensaje anunciado por los ángeles tuvo validez y toda transgresión y desobediencia recibió su justo castigo,


Cantan el cántico de Moisés, siervo de Dios, y la canción del Cordero: “Grandes y admirables son tus obras, Señor, Dios Todopoderoso. Justos y verdaderos son tus caminos, Rey de las naciones.


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