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Hechos 2:42 - NT Traducción Contemporánea de la Biblia

42 Y se mantenían constantemente en la enseñanza de los apóstoles, en la comunión fraternal, en el partir del pan, y en las oraciones.

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Biblia Reina Valera 1960

42 Y perseveraban en la doctrina de los apóstoles, en la comunión unos con otros, en el partimiento del pan y en las oraciones.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

42 Todos los creyentes se dedicaban a las enseñanzas de los apóstoles, a la comunión fraternal, a participar juntos en las comidas (entre ellas la Cena del Señor), y a la oración.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

42 Acudían asiduamente a la enseñanza de los apóstoles, a la convivencia, a la fracción del pan y a las oraciones.

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La Biblia Textual 3a Edicion

42 Y estaban dedicados constantemente a la doctrina de los apóstoles, a la comunión, al partimiento del pan y a las oraciones.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

42 Se atenían con constancia a la enseñanza de los apóstoles y a la comunión fraterna, a la fracción del pan y a las oraciones.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

42 Y perseveraban en la doctrina de los apóstoles, y en la comunión, y en el partimiento del pan, y en las oraciones.

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Hechos 2:42
35 Tagairtí Cros  

Sucedió que cuando se sentó a la mesa con ellos, tomó el pan, lo bendijo, lo partió y se los dio.


Entonces los dos discípulos de Emaús contaron la experiencia del encuentro con el Jesús Resucitado en el camino y cómo lo reconocieron al partir del pan.


Todos ellos estaban unidos en un mismo sentir y dedicados intensamente a la práctica de la oración, incluyendo las mujeres, entre ellas estaba María la madre de Jesús, junto con sus hermanos.


Cuando Bernabé llegó y experimentó la gracia de Dios que se manifestaba, se alegró y animó a todos a que tuvieran el mismo propósito y el mismo sentir de permanecer unidos en el Señor.


fortaleciendo y motivando a los discípulos, animándolos a continuar en la fe y enseñándoles que era necesario pasar por muchas aflicciones para entrar en el reino de Dios.


Día tras día, se reunían fiel e íntimamente unidos en el templo, y constantemente partían el pan en las casas, compartiendo la comida con sencillez de corazón,


Subió de nuevo para celebrar la Cena del Señor. Partió el pan, lo comió y continuó enseñando hasta el amanecer. Finalmente, se despidió de ellos y se fue.


El domingo nos reunimos todos para celebrar la Cena del Señor. Pablo tenía pensado irse al día siguiente. Él tomó la palabra y alargó su discurso hasta la media noche.


Puestos en libertad, fueron a los suyos y contaron todo lo que había sucedido con los principales sacerdotes y líderes religiosos.


Cuando terminaron de orar, tembló el lugar donde estaban reunidos y todos fueron llenos del Espíritu Santo y predicaban la Palabra de Dios con valentía.


Así nosotros podremos dedicarnos intensamente a la oración y al ministerio de la Palabra.


Alégrense en la esperanza, tengan paciencia en los sufrimientos y sean constantes en la oración.


Ustedes no pueden beber de la copa del Señor y a la vez de la copa de los demonios; no pueden compartir de la mesa del Señor y a la vez de la mesa de los demonios;


Los felicito, mis queridos hermanos, porque ustedes siempre se acuerdan de mí y practican las enseñanzas que les transmití.


Entonces, hermanos, si ahora fuera a visitarlos y les hablara en lenguas, ¿en qué les edificaría, a menos que les presentara alguna revelación, conocimiento, profecía o enseñanza?


Dios los llamó a ustedes y a través de la gracia les brindó la vida de Dios en Cristo. Por eso me parece absurdo que ustedes, tan rápido, le estén dando la espalda a Dios, y ahora estén aceptando un evangelio diferente al mensaje que transforma toda la existencia humana.


Están edificados en el fundamento de los apóstoles y profetas, siendo Jesucristo la piedra principal.


Oren constantemente en el espíritu, con todo tipo de oración, pidan la ayuda y dirección del Espíritu Santo, estén alertas y no se den por vencidos; en sus oraciones, intercedan siempre por todos los que forman parte del pueblo de Dios;


especialmente por la comunión que tienen entre ustedes por medio del Evangelio, desde el primer día hasta ahora.


Si permanecen verdaderamente firmes y fundamentados en la fe por identidad, de manera que nada los inestabilice o los confunda, más bien manténganse constantes mediante la esperanza del Evangelio que recibieron, esta buena noticia que fue proclamada en todo el universo, este mensaje que transforma toda la existencia humana, del cual, yo Pablo, soy ministro.


Perseveren siempre en la oración, practicando y manteniéndose firmes en ella con acción de gracias.


Pero tú, continúa perseverando en la doctrina que aprendiste y en la que fuiste instruido, sabiendo de quienes lo aprendiste;


No dejemos de congregarnos, como lo hacen algunos, al contrario, animémonos mutuamente, con mayor razón ahora que vemos que se acerca el gran día.


Pero nosotros no somos de los cobardes que retroceden y se pierden, sino de los que se salvan por fe.


Lo que hemos visto o experimentado y hemos escuchado con mucha atención, también lo predicamos a ustedes, con el propósito de que tengan comunión con nosotros y compartan de nuestra comunión con el Padre y con el Hijo Jesucristo.


Pero si andamos constantemente en la luz, y como Jesucristo es la luz, tenemos comunión unos con otros y somos limpios de todo pecado por medio de la sangre de Jesucristo, Hijo de Dios por obediencia.


Ellos salieron de nuestro grupo, pero nunca fueron parte de nosotros; porque si hubieran sido de nuestra comunidad como parte del cuerpo de Cristo, habrían permanecido con nosotros en la unidad que se fundamenta en la naturaleza cristiana. Pero era necesario que eso sucediera para identificar a estos rebeldes y enemigos de Cristo que nunca participaron genuinamente de nuestra comunión cristiana.


Pero ustedes, mis amados, edifíquense a sí mismos practicando una fe de identidad, conectados con el Espíritu Santo en constante oración, que es fruto de una intimidad con Dios que produce la identidad de Cristo en ustedes, reflejada en una transformación integral de vida y renovación continua por medio de la gracia de Dios.


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