Hebreos 2:10 - NT Traducción Contemporánea de la Biblia10 Porque todas las cosas existen y subsisten por Él, por eso hacía sentido que Dios perfeccionara al autor de la salvación, para que a través de su padecimiento, condujera a los hijos a la gloria. Féach an chaibidilTuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 196010 Porque convenía a aquel por cuya causa son todas las cosas, y por quien todas las cosas subsisten, que habiendo de llevar muchos hijos a la gloria, perfeccionase por aflicciones al autor de la salvación de ellos. Féach an chaibidilBiblia Nueva Traducción Viviente10 Dios —para quien y por medio de quien todo fue hecho— eligió llevar a muchos hijos a la gloria. Convenía a Dios que, mediante el sufrimiento, hiciera a Jesús un líder perfecto, apto para llevarlos a la salvación. Féach an chaibidilBiblia Católica (Latinoamericana)10 Dios, del que viene todo y que actúa en todo, quería introducir en la Gloria a un gran número de hijos, y le pareció bien hacer perfecto por medio del sufrimiento al que se hacía cargo de la salvación de todos;' Féach an chaibidilLa Biblia Textual 3a Edicion10 Porque convenía a Aquél por cuya causa son todas las cosas, y por medio del cual todas las cosas subsisten, que habiendo de llevar° a muchos hijos a la gloria, perfeccionara por medio de padecimientos al Autor de la salvación de ellos. Féach an chaibidilBiblia Serafín de Ausejo 197510 Porque convenía que aquel que es origen y fin de todo, al conducir a la gloria a la multitud de los hijos, llevara al autor de esta salvación hasta la perfección por medio del sufrimiento. Féach an chaibidilBiblia Reina Valera Gómez (2023)10 Porque le era preciso a Aquél por cuya causa son todas las cosas y por quien todas las cosas subsisten, habiendo de llevar a la gloria a muchos hijos, perfeccionar por aflicciones al autor de la salvación de ellos. Féach an chaibidil |
A los cuales se les manifestaron todas estas cosas, pero no para ellos sino para ustedes. Ellos solamente profetizaron en su tiempo lo que ustedes iban a vivir y estas cosas han sido anunciadas a través de la predicación del Evangelio, que es garantizada por el Espíritu Santo enviado desde el cielo y los mismos ángeles anhelaban profundamente ser parte de esta historia de salvación.