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Efesios 3:7 - NT Traducción Contemporánea de la Biblia

7 del cual fui hecho ministro, conforme al don de la salvación que me fue dado por gracia, según la actuación del poder de Dios.

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Biblia Reina Valera 1960

7 del cual yo fui hecho ministro por el don de la gracia de Dios que me ha sido dado según la operación de su poder.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

7 Por la gracia y el gran poder de Dios, se me ha dado el privilegio de servirlo anunciando esta Buena Noticia.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

7 de la que he llegado a ser servidor sin mérito alguno mío, pues Dios me concedió esta gracia en el momento que su fuerza actuó en mí.

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La Biblia Textual 3a Edicion

7 del cual fui hecho ministro según el don° de la gracia de Dios que me fue dada conforme a la eficacia de su poder.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

7 del cual yo he sido constituido servidor en virtud del don de la gracia de Dios que me ha sido concedido por la acción de su poder.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

7 del cual yo fui hecho ministro según el don de la gracia de Dios dado a mí por la operación de su poder.

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Efesios 3:7
22 Tagairtí Cros  

El Señor le contestó: – No discutas, anda, porque ese hombre ha sido elegido como mi instrumento para dar a conocer mi nombre tanto a las naciones y a sus reyes como al pueblo de Israel.


Por medio de Él, recibimos la gracia, que es vivir la vida de Dios en Cristo y el llamado a ser apóstol para persuadir a todas las naciones que vivan la fe por identidad y la obediencia a Dios, para la gloria de su nombre;


Por medio de la gracia que me ha sido dada, les digo a todos ustedes: nadie se crea mejor que los demás, sino más bien tengan una autoestima equilibrada, entendiéndose a sí mismos, según la medida de fe por identidad que tienen en Dios.


para ser ministro de Jesucristo, como un sacerdote al servicio de los no judíos, dedicado a proclamar el Evangelio de Dios, a fin de que los no judíos lleguen a ser una ofrenda aceptable a Dios, santificada por el Espíritu Santo.


Pero por la gracia de Dios soy lo que soy, y la gracia para conmigo fue efectiva, e inclusive he trabajado más duro que los demás apóstoles; aunque en realidad no he sido yo el que ha trabajado, sino la gracia de Dios que está en mí.


¿Quién es Apolos? ¿Y quién es Pablo? Nada más que servidores por medio de los cuales ustedes llegaron a creer, según el talento que el Señor le asignó a cada uno.


Solo Dios nos hace capaces de ser ministros de la nueva alianza que Él ha hecho con su pueblo. Esta nueva alianza no está fundamentada en una ley escrita, sino en el Espíritu, porque la ley escrita condena a la muerte, en cambio el Espíritu lleva a la vida.


Debido a la misericordia de Dios tenemos este ministerio y no nos desanimamos.


El mismo Dios que facultó a Pedro como apóstol de los judíos, me facultó también a mí como apóstol de los no judíos;


y conozcan la inmensa grandeza del poder de Dios a favor de nosotros los que creemos en Él, y sabemos todo lo lindo que Él puede hacer, ya que su soberanía no tiene fin y su fuerza no tiene límites;


Ustedes ciertamente escucharon sobre el plan de salvación de Dios. Yo fui encargado por el Señor para administrar la inmensa riqueza de la salvación que tiene para ustedes y anunciarles el Evangelio que transforma toda la existencia humana;


Y Él que es poderoso para hacer mucho más allá de lo que pedimos y pensamos, según el poder que obra eficazmente en nosotros.


De todos los cristianos, yo soy el que menos lo merecía y a pesar de eso Dios me concedió este privilegio de predicar a los que no son judíos, anunciando el Evangelio que transforma toda la existencia humana y también de enseñar la creatividad salvífica de Cristo.


el cuerpo entero depende de Él, Cristo va uniendo y coordinando todas las partes del cuerpo y cada miembro, según su función, hace lo que le corresponde, así todo el cuerpo crece y se fortalece por el amor sacrificial.


para este fin, trabajo con mucho empeño gracias al poder de Cristo que actúa en mí y me ayuda a seguir adelante.


Por eso, nosotros damos gracias a Dios constantemente, pues al recibir la Palabra de Dios por medio nuestro, la recibieron no como palabra humana, sino como lo que verdaderamente es, Palabra de Dios, la cual actúa transformándolos a ustedes los creyentes.


los capacite en todo lo bueno para hacer su voluntad. Y que por medio de Jesucristo, Dios cumpla en nosotros lo que le agrada. ¡A Él sea la gloria por toda la eternidad! Así sea.


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