Biblia Todo Logo
Bíobla ar líne
- Fógraí -





Efesios 2:13 - NT Traducción Contemporánea de la Biblia

13 Pero ahora, unidos a Cristo Jesús, ya no están lejos de Dios, por la sangre de Cristo han sido acercados a Él.

Féach an chaibidil Cóip


Tuilleadh leaganacha

Biblia Reina Valera 1960

13 Pero ahora en Cristo Jesús, vosotros que en otro tiempo estabais lejos, habéis sido hechos cercanos por la sangre de Cristo.

Féach an chaibidil Cóip

Biblia Nueva Traducción Viviente

13 pero ahora han sido unidos a Cristo Jesús. Antes estaban muy lejos de Dios, pero ahora fueron acercados por medio de la sangre de Cristo.

Féach an chaibidil Cóip

Biblia Católica (Latinoamericana)

13 Pero ahora, en Cristo Jesús y por su sangre, ustedes que estaban lejos han venido a estar cerca.

Féach an chaibidil Cóip

La Biblia Textual 3a Edicion

13 Pero ahora en Jesús el Mesías, vosotros, que en un tiempo estabais lejos, fuisteis hechos cercanos por la sangre del Mesías.

Féach an chaibidil Cóip

Biblia Serafín de Ausejo 1975

13 Pero ahora, en Cristo Jesús, vosotros, los que una vez estabais lejos, habéis sido puestos cerca por la sangre de Cristo.

Féach an chaibidil Cóip

Biblia Reina Valera Gómez (2023)

13 Pero ahora en Cristo Jesús, vosotros que en otro tiempo estabais lejos, habéis sido hechos cercanos por la sangre de Cristo.

Féach an chaibidil Cóip




Efesios 2:13
41 Tagairtí Cros  

Tengo otras ovejas que no son de este corral; es necesario que yo las traiga. Ellas escucharán mi voz y se formará un solo rebaño y yo seré el pastor.


Simón Pedro nos explicó cómo Dios, desde un principio, dejó claro que los no judíos serían incluidos en su plan de salvación y que les permitiría formar parte de su pueblo.


Porque la promesa también es para ustedes, para sus hijos, para los que están lejos, y para todos a los que el Señor nuestro Dios llame.


Pero el Señor me dijo: – ¡Vete ahora! Porque yo te enviaré muy lejos a donde están los que no son judíos.


para que les abras los ojos y se conviertan de la oscuridad a la luz, y del dominio de Satanás al dominio de Dios, con el objetivo de que reciban el perdón de los pecados y la herencia entre los que son santificados a través de la fe por identidad en mí”.


Por lo tanto, ya no hay ninguna condenación para los que están en Cristo Jesús,


Dios mismo los ha unidos a Jesucristo, quien se hizo sabiduría de Dios para nosotros. Por medio de Cristo, Dios nos justifica, nos santifica y nos redime.


ya sean judíos o griegos, esclavos o libres, todos hemos sido bautizados en un mismo Espíritu para formar parte de un solo cuerpo; y todos fuimos alimentados por el mismo Espíritu.


Muchos de ustedes en el pasado cometieron esos pecados, pero tuvieron una nueva oportunidad, han sido lavados, purificados y justificados en el nombre del Señor Jesucristo y por el Espíritu de nuestro Dios.


Por lo tanto, si alguien está en Cristo, es una nueva criatura; las cosas viejas pasaron, y todas son hechas nuevas.


Así que ya no importa si son judíos o no, si son esclavos o libres, o si son hombres o mujeres, si están unidos a Jesucristo, todos son iguales.


Pablo, apóstol de Jesucristo a través de la voluntad de Dios, para los consagrados y creyentes en Cristo Jesús;


en quien tenemos redención por medio de su sangre y el perdón por nuestros pecados, de acuerdo a la riqueza creativa de su gracia,


Nosotros somos obra de Dios, creados en Jesucristo para realizar las buenas obras que Dios ya planeó de antemano para que nos ocupáramos de ellas.


En aquellos tiempos estaban separados de Cristo, excluidos de la ciudadanía de Israel, ajenos a las promesas y a la alianza que Dios hizo con su pueblo, ustedes vivían en este mundo sin esperanza y sin Dios.


Antes vivían practicando la injusticia, dominados por las fuerzas de maldad que gobiernan este mundo, con el mismo espíritu de las personas que desobedecen a Dios.


Dios, al resucitar a Jesucristo, nos brindó la oportunidad de resucitar juntamente con Él y como resultado pasamos por una transformación interior, que nos concedió lugar en los cielos en la presencia de Cristo Jesús;


Por esa razón, ni siquiera la primera alianza se pudo establecer sin derramamiento de sangre y muerte.


También Cristo, murió por nuestros pecados una vez, un justo dando vida a los injustos, con el propósito de conducir a los inconversos a Dios, habiendo sufrido la muerte en la carne, pero viviendo en el Espíritu.


Y cantan un nuevo cántico: Digno eres de recibir el libro y de romper sus sellos, porque fuiste sacrificado y con tu sangre compraste para Dios gente de toda raza, lengua, pueblo y nación.


Lean orainn:

Fógraí


Fógraí