Biblia Todo Logo
Bíobla ar líne
- Fógraí -





1 Juan 2:16 - NT Traducción Contemporánea de la Biblia

16 pues todas las cosas pecaminosas que hay en el mundo: las pasiones estimuladas por los deseos sexuales, los deseos causados por la ambición de lo que ven y la arrogancia vanidosa exhibicionista, fruto de los placeres de la vida; estas cosas no provienen del Padre sino que son del mundo.

Féach an chaibidil Cóip


Tuilleadh leaganacha

Biblia Reina Valera 1960

16 Porque todo lo que hay en el mundo, los deseos de la carne, los deseos de los ojos, y la vanagloria de la vida, no proviene del Padre, sino del mundo.

Féach an chaibidil Cóip

Biblia Nueva Traducción Viviente

16 Pues el mundo solo ofrece un intenso deseo por el placer físico, un deseo insaciable por todo lo que vemos, y el orgullo de nuestros logros y posesiones. Nada de eso proviene del Padre, sino que viene del mundo;

Féach an chaibidil Cóip

Biblia Católica (Latinoamericana)

16 Pues toda la corriente del mundo -la codicia del hombre carnal, los ojos siempre ávidos, y la arrogancia de los ricos- nada viene del Padre, sino del mundo.

Féach an chaibidil Cóip

La Biblia Textual 3a Edicion

16 Porque todo lo que hay en el mundo: la codicia de la carne,° la codicia de los ojos,° y la soberbia de la vida,° no viene del Padre, sino del mundo.

Féach an chaibidil Cóip

Biblia Serafín de Ausejo 1975

16 porque todo lo que hay en el mundo -los deseos de la carne, los deseos de los ojos y la jactancia de la opulencia- no proviene del Padre, sino que procede del mundo.

Féach an chaibidil Cóip

Biblia Reina Valera Gómez (2023)

16 Porque todo lo que hay en el mundo, la concupiscencia de la carne, y la concupiscencia de los ojos, y la soberbia de la vida, no es del Padre, sino del mundo.

Féach an chaibidil Cóip




1 Juan 2:16
34 Tagairtí Cros  

Después el diablo lo llevó hasta el monte más alto, y le mostró todos los reinos del mundo, y la gloria de ellos,


pero yo les digo: todo aquel que mira al cónyuge de su prójimo con deseos sexuales, ya cometió adulterio en su corazón; porque el fundamento de la nueva ética del reino nace en la intención del corazón, y no propiamente en la acción.


Y el diablo, conduciendo a Jesús a un lugar alto, le mostró todos los reinos de la tierra en un instante;


más bien, revístanse ustedes del Señor Jesucristo y no se dediquen a satisfacer los deseos de la carne.


Que estas cosas que sucedieron, sirvan de ejemplo para nosotros, para que no seamos codiciosos de las cosas malas, no debemos desear hacer lo malo como ellos.


Porque la carne está en contra del espíritu, y estos se oponen mutuamente, en una constante lucha interna, a fin de que no hagan lo que quieran.


Los que son de Cristo Jesús han crucificado su naturaleza carnal, su egoísmo y malos deseos.


En el pasado, también nosotros nos comportábamos así, viviendo los deseos de la carne y teniendo conductas inapropiadas y malos pensamientos, nos enojábamos buscando venganza.


instruyéndonos, con el propósito de renunciar al pecado y a los malos deseos, para vivir en esta época con sabiduría, con justicia y con una espiritualidad sana.


Porque nosotros en el pasado fuimos necios, desobedientes, extraviados, éramos esclavos del pecado, teníamos en nuestros corazones malos deseos, éramos maliciosos, envidiosos, odiosos y gastábamos el tiempo practicando todo tipo de maldades a los seres humanos.


pues esta sabiduría no desciende del cielo, sino que es terrenal, humana y diabólica.


Ahora, algunos de ustedes se enorgullecen y presumen de sus éxitos y se vuelven soberbios y arrogantes; toda presunción se vuelve perversa.


Como hijos obedientes, no se amolden a los deseos conducidos por el pecado, los cuales son producto de su ignorancia.


Mis amados, les suplico a ustedes que viven como extranjeros y caminantes en este mundo, que no caigan en el pecado, ya que el pecado o las tendencias pecaminosas tratan de seducir el alma y destruir la vida.


Estos perversos que andan practicando conductas inmorales de la carne y despreciando el señorío de Dios; atrevidos, arrogantes, no tienen respeto por la majestad y la gloria de Dios;


Estos falsos predicadores y maestros pronuncian palabras arrogantes llenas de engaño, buscan seducir con conductas inmorales de la carne a las personas que están escapando de los que viven estas malas prácticas.


Lean orainn:

Fógraí


Fógraí