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Mateo 9:35 - Biblica® Open Nueva Biblia Viva 2008

35 Jesús recorría las ciudades y los pueblos de la región enseñando en las sinagogas, predicando las buenas nuevas del reino y sanando a la gente de sus enfermedades y dolencias.

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Biblia Reina Valera 1960

35 Recorría Jesús todas las ciudades y aldeas, enseñando en las sinagogas de ellos, y predicando el evangelio del reino, y sanando toda enfermedad y toda dolencia en el pueblo.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

35 Jesús recorrió todas las ciudades y aldeas de esa región, enseñando en las sinagogas y anunciando la Buena Noticia acerca del reino; y sanaba toda clase de enfermedades y dolencias.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

35 Jesús recorría todas las ciudades y pueblos; enseñaba en sus sinagogas, proclamaba la Buena Nueva del Reino y curaba todas las dolencias y enfermedades.

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La Biblia Textual 3a Edicion

35 Jesús recorría todas las ciudades y las aldeas, enseñando en las sinagogas de ellos, proclamando el evangelio del reino, y sanando toda enfermedad y toda dolencia.°

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

35 Jesús recorría todas las ciudades y aldeas, enseñando en sus sinagogas, predicando el evangelio del reino y curando toda enfermedad y toda dolencia.

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Mateo 9:35
12 Tagairtí Cros  

Jesús reunió a sus doce discípulos y les dio autoridad para echar fuera espíritus malignos y para sanar toda clase de enfermedades y dolencias.


Cuando terminó de dar estas instrucciones a sus doce discípulos, Jesús se fue a enseñar y a predicar por las ciudades.


Cuéntenle que los ciegos ven, los paralíticos andan, los leprosos se curan, los sordos oyen, los muertos resucitan, y que anuncio las buenas nuevas a los pobres.


Después de que el rey Herodes mandó arrestar a Juan, Jesús se fue a Galilea a predicar las buenas nuevas de Dios.


Dondequiera que iba, ya fuera en los pueblos, en las ciudades o en los campos, ponían a los enfermos por donde él pasaba y le suplicaban que los dejara tocarle siquiera el borde de su manto. Los que lo tocaban, sanaban.


Jesús estaba asombrado de la incredulidad de aquella gente. Y se fue a enseñar en las aldeas cercanas.


Jesús continuó su viaje a Jerusalén y enseñaba en los pueblos y aldeas por donde pasaba.


»Dios ungió con el Espíritu Santo y con poder a Jesús de Nazaret y él anduvo haciendo el bien y sanando a los oprimidos por el diablo, porque Dios estaba con él.


»¡Escúchenme, varones israelitas! Como ustedes bien saben, Dios respaldó a Jesús de Nazaret con los milagros prodigiosos que realizó a través de él.


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