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Jeremías 31:4 - Biblica® Open Nueva Biblia Viva 2008

4 Yo reedificaré tu nación, oh Virgen de Israel, volverás a ser feliz y danzarás alegre, con lindos adornos, al son de los panderos en medio de una fiesta.

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Biblia Reina Valera 1960

4 Aún te edificaré, y serás edificada, oh virgen de Israel; todavía serás adornada con tus panderos, y saldrás en alegres danzas.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

4 Yo te reedificaré, mi virgen Israel. Volverás a ser feliz y con alegría danzarás con las panderetas.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

4 Volveré a edificarte y serás reedificada, virgen de Israel.

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La Biblia Textual 3a Edicion

4 Otra vez te edificaré, y quedarás edificada, ¡Oh virgen de Israel! Otra vez adornarás tus panderos, Y saldrás en alegres danzas.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

4 Volveré a edificarte y serás reedificada, virgen de Israel; volverás a adornarte con tus tambores y saldrás al corro de gentes jubilosas.

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Jeremías 31:4
31 Tagairtí Cros  

Y esto es lo que el Señor, decreta contra él: »“La virgen hija de Sion, no te tiene miedo. La hija de Jerusalén te desprecia y se burla de ti.


Alaben su nombre con danzas, con acompañamiento de tambores y lira.


Entonces, él transformó mi dolor en danza. Me quitó mi ropa de luto y me vistió de fiesta,


Mira con agrado a Sion y ayúdala; levanta los muros de Jerusalén.


Porque Dios salvará a Sion; él reconstruirá las ciudades de Judá, su pueblo habitará en ellas y no será desposeída.


Pero el Señor tendrá misericordia de los israelitas, pues todavía son especial posesión suya. Los llevará de regreso para poblar nuevamente la tierra de Israel. Y muchas naciones vendrán y se unirán a ellos allí y serán sus leales aliados.


Y cuando el Señor los hiera, su pueblo celebrará con música y cantos.


»El Señor le dice: “Mi pueblo —la indefensa y virgen hija de Sion— se ríe y se mofa de ti, y mueve la cabeza burlonamente.


Hoy comienza tu trabajo: prevenir a las naciones y a los pueblos del mundo. De acuerdo con mis palabras, expresadas por tu boca, yo derribaré a unos y los destruiré, y plantaré y cuidaré a otros, los fortaleceré y los engrandeceré.


Por tanto, diles esto: Día y noche lloraré amargamente; no puedo dejar de llorar porque mi pueblo ha sido traspasado por la espada de los enemigos y ahora yace en tierra mortalmente herido.


Luego el Señor dijo: ¡Ni entre los paganos se oyó jamás cosa tal! Mi pueblo ha hecho algo tan espantoso que no se entiende.


Yo me encargaré de que los traten bien y los volveré a traer de regreso. Les ayudaré y no los heriré; haré que vuelvan a ubicarse en su tierra y en ella serán prósperos.


Las doncellas danzarán de gozo y los hombres —viejos y jóvenes— participarán en la alegría; porque transformaré su aflicción en gozo, los confortaré y los haré alegrarse, porque el cautiverio con todos sus dolores quedará atrás.


Cuando te lleven al exilio ve dejando en el camino señales que indiquen el camino de regreso a Israel. Marca bien la senda de ida, porque a tus ciudades retornarás por ellas algún día, Virgen Israel.


Más bien viene el día, dice él, cuando todo Jerusalén será reconstruida por el Señor, desde la torre de Jananel en la esquina nordeste, hasta la puerta de la Esquina en el noroeste;


Reconstruiré las ciudades de Judá e Israel y restauraré también su fortuna.


¡Ve a Galaad en busca de remedio, oh virgen, hija de Egipto! ¡Pero no hay remedio para tus heridas, aunque hayas usado muchas medicinas, no hay salvación para ti!


El Señor despreció a mis guerreros, reunió un gran ejército para exterminar a mis muchachos. ¡El Señor ha aplastado a la joven Judá como se aplastan las uvas para hacer vino!


¿Hubo alguna vez en toda la tierra un dolor tan grande como el tuyo? Dime, Jerusalén, ¿con qué compararé tu angustia? ¿Cómo podré consolarte, pura y bella Jerusalén? Porque tu angustia es tan grande como el mar. ¿Quién podrá curarte?


«La hermosa Israel yace débil y aplastada sobre el suelo, y no se puede levantar. No hay nadie que le brinde su apoyo para que se levante».


»Luego, en ese tiempo yo repararé la casa de David, repararé sus grietas, levantaré sus murallas, y haré que vuelva a ser tan importante como antes.


Y que maten el becerro más gordo para hacer fiesta,


»“Después de esto regresaré y reedificaré la casa de David que quedó derrumbada, reconstruiré sus ruinas y la restauraré,


Cuando Jefté regresó a su casa, su hija, su única hija, corrió a su encuentro tocando el tamboril y danzando de alegría.


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