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Jeremías 31:2 - Biblica® Open Nueva Biblia Viva 2008

2 Yo los cuidaré como hice con los que se liberaron de Egipto, a quienes mostré mi amor en el desierto, cuando Israel buscaba reposo.

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Biblia Reina Valera 1960

2 Así ha dicho Jehová: El pueblo que escapó de la espada halló gracia en el desierto, cuando Israel iba en busca de reposo.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

2 Esto dice el Señor: »Los que sobrevivan de la destrucción venidera encontrarán bendiciones aun en las tierras áridas, porque al pueblo de Israel le daré descanso».

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Biblia Católica (Latinoamericana)

2 Esto dice Yavé: El pueblo que se salvó de la espada enfrenta la calor del desierto, Israel se está dirigiendo al lugar de su reposo.

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La Biblia Textual 3a Edicion

2 Así dice YHVH: El pueblo escapado de la espada Halló gracia en el desierto, Israel va en busca de reposo.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

2 Así dice Yahveh: 'gracia encontró en el desierto un pueblo de huidos de la espada. Cuando iba Israel a su reposo

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Jeremías 31:2
32 Tagairtí Cros  

Pero a su pueblo lo guio como a un rebaño; seguro por el desierto.


Así que, en mi enojo, hice un juramento: “Jamás entrarán en mi reposo”».


Entonces el faraón ordenó a su pueblo que echaran al río Nilo a todo niño hebreo que naciera, pero que a las niñas las dejaran con vida.


Aquella noche, el pueblo de Israel salió de Ramsés y emprendió la marcha hacia Sucot. Eran como seiscientos mil hombres de a pie, sin contar las mujeres ni los niños.


Pasaron muchos años, y murió el faraón. Los israelitas, sin embargo, gemían bajo su pesada carga, profundamente atribulados por la esclavitud, y lloraban amargamente delante de Dios. Dios oyó su lamento desde los cielos y


Y el Señor respondió: ―Yo iré contigo y te daré descanso.


y les dijeron: «Que Dios los juzgue por habernos hecho odiosos al faraón y a su pueblo. Ustedes le han dado una excusa para que nos mate».


Ve y grita lo siguiente en las calles de Jerusalén: El Señor dice: Yo recuerdo que hace tiempo anhelaban agradarme como joven enamorada, ¡cómo me amaban y me seguían hasta por estériles desiertos!


y los traeré al desierto donde serán juzgados por mí. Los juzgaré allí, y me libraré de los testarudos, tal como lo hice en el desierto después de sacarlos de Egipto.


Lo traté con mucha ternura, lo conquisté con expresiones de amor. Yo la alzaba en mis brazos y jugaba con él, contento de ver sus sonrisas. Yo mismo le daba de comer, como a un niño pequeño.


Tras dejar el monte Sinaí, viajaron tres días con el cofre al frente de la columna, para elegir lugar donde detenerse.


―Bien, los perdonaré de la manera que me has pedido —respondió el Señor—.


Vengan a mí los que estén cansados y afligidos y yo los haré descansar.


El Señor nuestro Dios irá delante, y peleará por ustedes como lo hizo en Egipto.


quien los había guiado por el camino y había elegido los mejores lugares para que acamparan, y los había guiado con una columna de fuego por la noche y una columna de nubes durante el día.


Porque estas leyes no entran en vigor hasta que no hayas entrado al lugar de gozo que el Señor tu Dios te ha dado.


El Señor, el Dios de ustedes, los ha cuidado y bendecido durante los cuarenta años que han peregrinado en este gran desierto, y nada les ha faltado durante todo este tiempo”.


que te dio de comer maná en el desierto (una especie de pan que antes te era desconocido). A lo largo del camino te probó y te humilló con el fin de hacerte bien.


y les recordó el acuerdo que habían tomado con Moisés: «El Señor nuestro Dios les ha dado a ustedes esta tierra, en este lado del río Jordán —como les había dicho Moisés—.


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