Biblia Todo Logo
Bíobla ar líne
- Fógraí -





Hechos 12:10 - Biblica® Open Nueva Biblia Viva 2008

10 Cruzaron la primera y la segunda guardias y llegaron a la puerta de hierro que daba a la calle. Esta se les abrió automáticamente. Caminaron juntos unas cuadras, tras lo cual el ángel lo dejó solo.

Féach an chaibidil Cóip


Tuilleadh leaganacha

Biblia Reina Valera 1960

10 Habiendo pasado la primera y la segunda guardia, llegaron a la puerta de hierro que daba a la ciudad, la cual se les abrió por sí misma; y salidos, pasaron una calle, y luego el ángel se apartó de él.

Féach an chaibidil Cóip

Biblia Nueva Traducción Viviente

10 Pasaron el primer puesto de guardia y luego el segundo y llegaron a la puerta de hierro que lleva a la ciudad, y esta puerta se abrió por sí sola frente a ellos. De esta manera cruzaron la puerta y empezaron a caminar por la calle, y de pronto el ángel lo dejó.

Féach an chaibidil Cóip

Biblia Católica (Latinoamericana)

10 Pasaron la primera y la segunda guardia y llegaron a la puerta de hierro que daba a la ciudad, la cual se les abrió sola. Salieron y se metieron por un callejón, y de repente lo dejó el ángel.

Féach an chaibidil Cóip

La Biblia Textual 3a Edicion

10 Y pasando la primera y segunda guardia, llegaron a la puerta de hierro que conduce a la ciudad, la cual se les abrió por sí misma; y saliendo, caminaron a lo largo de una calle, y súbitamente el ángel se apartó de él.

Féach an chaibidil Cóip

Biblia Serafín de Ausejo 1975

10 Atravesaron la primera y la segunda guardia y llegaron a la puerta de hierro que daba a la ciudad, que se les abrió por sí misma. Salieron fuera, recorrieron un trozo de calle y, de pronto, el ángel se apartó de él.

Féach an chaibidil Cóip




Hechos 12:10
11 Tagairtí Cros  

Entonces los echó a la cárcel por tres días.


Coloqué, pues, al vigía sobre la muralla y al fin él gritó: ―Señor, día y noche he estado aquí en mi puesto; ahora por fin, ¡mire! ¡Allá vienen jinetes apareados! Entonces oí una voz que clamaba: ―¡Cayó, cayó Babilonia, y todos los ídolos de Babilonia yacen despedazados por tierra!


Lo encerraron hasta que pudiesen saber con respecto a este caso.


El primer día de la semana por la tarde, mientras los discípulos estaban reunidos a puerta cerrada por temor a los judíos, entró Jesús. Se puso en medio de ellos y los saludó diciendo: ―¡La paz sea con ustedes!


Ocho días después, estaban los discípulos reunidos otra vez en la casa, y Tomás estaba con ellos. Las puertas estaban cerradas, pero Jesús entró, se puso en medio de ellos y los saludó diciendo: ―¡La paz sea con ustedes!


Lo puso en prisión bajo la custodia de dieciséis soldados. La intención de Herodes era hacerle un juicio público a Pedro después de la Pascua.


De pronto, un gran terremoto sacudió los cimientos de la cárcel y las puertas se abrieron y las cadenas de todos los presos se soltaron.


Pero un ángel del Señor abrió de noche las puertas de la cárcel y los sacó de allí.


»Escríbele al ángel de la iglesia en Filadelfia: Este mensaje te lo envía el Santo y Verdadero, el que tiene la llave de David, el que abre y nadie puede cerrar, y cierra y nadie puede abrir.


Lean orainn:

Fógraí


Fógraí