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Eclesiastés 10:14 - Biblica® Open Nueva Biblia Viva 2008

14 El necio lo sabe todo respecto al futuro y a todo el mundo le da los detalles. Pero, ¿quién podrá realmente saber lo que va a ocurrir?

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Biblia Reina Valera 1960

14 El necio multiplica palabras, aunque no sabe nadie lo que ha de ser; ¿y quién le hará saber lo que después de él será?

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Biblia Nueva Traducción Viviente

14 hablan y hablan sin parar. Nadie sabe a ciencia cierta qué es lo que va a suceder; nadie puede predecir el futuro.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

14 La estupidez es la que le inspiró tantas palabras. (El ser humano no conoce el porvenir: ¿quién le dirá lo que pasará después de él?)

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La Biblia Textual 3a Edicion

14 Asimismo el necio multiplica las palabras: El hombre no sabe lo que le ha de suceder, Y lo que sucederá tras él, ¿quién se lo anunciará?

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

14 El necio multiplica las palabras. El hombre ignora lo que ha sucedido; y lo que ha de suceder después de él ¿quién se lo manifestará?

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Eclesiastés 10:14
13 Tagairtí Cros  

Porque ahora, a tus demás pecados has añadido la rebeldía, la arrogancia y la blasfemia».


Has hablado como un necio, Job».


En las palabras del que habla mucho, seguramente encontrarás pecado; el sabio sabe cuando callar.


De la lengua de los sabios brota conocimiento; de la boca de los necios necedades.


Al necio le preocupa tanto el mínimo trabajo, que no tiene fuerzas para el asunto más sencillo.


Comprendí entonces que no hay para los hombres nada mejor que ser felices en su trabajo, porque para eso están aquí, y nadie puede volverlos a la vida para que disfruten lo que haya de existir en el futuro; por tanto, que lo disfruten ahora.


Así como el exceso de ocupaciones produce pesadillas, la necedad te convierte en un necio que dice tonterías.


En los pocos días de nuestra vida vacía, ¿quién podrá decir cuál es la mejor manera de vivirlos? ¿Quién podrá saber lo que será mejor para el futuro cuando él haya desaparecido? Pues, ¿quién conoce el futuro?


Disfruta de los buenos tiempos siempre que puedas, y cuando lleguen los malos tiempos, reconoce que unos y otros proceden de Dios, para que todos se den cuenta de que no hay nada seguro en esta vida.


También investigué minuciosamente esto: que los justos y los sabios dependen de la voluntad de Dios; nadie sabe si Dios los favorecerá o no. Es cosa de azar.


Diciendo esto, te vanagloriaste con grandes palabras presuntuosas contra el Señor. ¡Y yo las he oído todas!


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