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2 Timoteo 4:7 - Biblica® Open Nueva Biblia Viva 2008

7 He peleado la buena batalla, he llegado al final de la carrera y me he mantenido fiel.

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Biblia Reina Valera 1960

7 He peleado la buena batalla, he acabado la carrera, he guardado la fe.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

7 He peleado la buena batalla, he terminado la carrera y he permanecido fiel.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

7 He combatido el buen combate, he terminado mi carrera, he guardado lo que depositaron en mis manos.

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La Biblia Textual 3a Edicion

7 He peleado la buena batalla, he acabado la carrera, he guardado la fe.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

7 He combatido el buen combate, he llegado a la meta de la carrera, he guardado la fe.

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2 Timoteo 4:7
22 Tagairtí Cros  

Adquiere la verdad y la sabiduría, la disciplina y el entendimiento ¡y nunca los vendas!


y se retirarán a los cincuenta.


Jesús contestó: ―¡Dichosos, más bien, los que oyen la palabra de Dios y la obedecen!


La que cayó en buena tierra representa a los que oyen la palabra con un corazón bueno y sincero. Estos la retienen y, porque perseveran, producen una buena cosecha.


»A los que me diste del mundo les he mostrado quién eres. Ellos eran tuyos y tú me los diste y ellos han obedecido tu palabra.


Jesús les explicó: ―Mi comida es hacer la voluntad del que me envió y terminar el trabajo que me dio.


Al final de su carrera, Juan declaró: “¿Creen ustedes acaso que soy el Mesías? ¡No! Pero él vendrá pronto. En comparación con él yo no valgo nada”.


No me importa cuánto haya de sufrir ni trato de salvar mi vida. Lo único que me importa es terminar con gozo mi carrera y la tarea que me señaló el Señor Jesús: dar testimonio del inmenso amor de Dios.


Dios me había revelado que debía hablar en privado con los dirigentes de Jerusalén acerca del evangelio que predicaba entre los gentiles. Lo hice para que todo mi trabajo no fuera en vano.


Ustedes están en la misma lucha que antes yo estaba. Y yo aún continúo luchando.


Ahora, Timoteo, hijo mío, fíjate en este mandamiento que te doy: Pelea la buena batalla, tal como dicen las profecías que se hicieron en cuanto a ti.


Lucha la buena batalla de la fe; echa mano de la vida eterna que Dios te ha dado y que has confesado ante tantos testigos.


Oh Timoteo, no dejes de cumplir con lo que Dios te ha encomendado. Evita las discusiones necias y mundanas y los argumentos de la falsa ciencia.


Guarda bien la preciosa enseñanza que Dios te dio, mediante el Espíritu Santo que mora en nosotros.


Pero tú conoces muy bien mis enseñanzas y sabes cómo me comporto; sabes cuáles han sido siempre mis creencias y mis propósitos. Conoces mi fe en Cristo y cuánto he sufrido por él. Sabes del amor que te profeso y de mi paciencia.


Por cuanto me has obedecido y has sido constante, te protegeré de la gran tribulación y tentación que vendrán sobre el mundo para poner a prueba a la humanidad.


Estoy al tanto de la obra que realizas. No eres muy fuerte, pero me has obedecido y no has negado mi nombre. Por eso te he abierto una puerta que nadie te podrá cerrar.


Les dieron entonces ropa blanca, y les dijeron que esperaran un poco más, hasta que se completara el número de los demás siervos de Jesús que iban a sufrir el martirio y se les unieran.


y para que aprendieran lo que era una guerra:


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