2 Reyes 23:15 - Biblica® Open Nueva Biblia Viva 200815 En cuanto al altar y el santuario que Jeroboán hijo de Nabat había edificado en Betel, y con el cual había hecho pecar a Israel, derribó las piedras y las redujo a polvo, y quemó las imágenes abominables de la diosa Aserá. Féach an chaibidilTuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 196015 Igualmente el altar que estaba en Bet-el, y el lugar alto que había hecho Jeroboam hijo de Nabat, el que hizo pecar a Israel; aquel altar y el lugar alto destruyó, y lo quemó, y lo hizo polvo, y puso fuego a la imagen de Asera. Féach an chaibidilBiblia Nueva Traducción Viviente15 El rey también derribó el altar que estaba en Betel, el santuario pagano que Jeroboam, hijo de Nabat, había levantado cuando hizo pecar a Israel. Quemó el santuario y lo molió hasta convertirlo en cenizas, y quemó el poste dedicado a la diosa Asera. Féach an chaibidilBiblia Católica (Latinoamericana)15 Demolió el altar que había en Betel, el Alto Lugar construido por Jeroboam, hijo de Nabat, quien había arrastrado a Israel en su pecado. Demolió ese Alto Lugar, partió las piedras y las redujo a polvo, después de lo cual quemó el poste sagrado. Féach an chaibidilLa Biblia Textual 3a Edicion15 Además, hizo trizas el altar que estaba en Bet-’El, y el lugar alto que había hecho Jeroboam ben Nabat (mediante el cual había hecho pecar a Israel). Tanto ese altar como el lugar alto los hizo trizas, y quemó el lugar alto, y lo redujo a ceniza, y quemó la Asera. Féach an chaibidilBiblia Serafín de Ausejo 197515 Además, demolió el altar de Betel y el lugar alto que había hecho Jeroboán, hijo de Nebat, el que hizo pecar a Israel; destrozó, pues, a la vez el altar y el lugar alto. Quemó el lugar, lo redujo a cenizas y quemó la aserá. Féach an chaibidil |
Luego a una orden del Señor, el profeta gritó: «¡Altar, altar! El Señor dice que un niño llamado Josías nacerá de la línea de David, y él sacrificará sobre ti a los sacerdotes de los santuarios de las colinas que han venido aquí a quemar incienso; y los huesos de los hombres serán quemados sobre ti».
Entonces el rey ordenó al sumo sacerdote Jilquías y a los demás sacerdotes y guardas del templo que destruyeran todos los instrumentos usados en la adoración a Baal, a Aserá, al sol, la luna y las estrellas. El rey hizo que todo fuera quemado en los campos del valle de Cedrón, en las afueras de Jerusalén, y llevó las cenizas a Betel.