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Sofonías 3:15 - Biblia Martin Nieto

15 El Señor ha retirado la sentencia que pesaba contra ti, ha alejado a tus enemigos; el Señor, rey de Israel, está en medio de ti; no tienes que temer ya ningún mal.

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Biblia Reina Valera 1960

15 Jehová ha apartado tus juicios, ha echado fuera tus enemigos; Jehová es Rey de Israel en medio de ti; nunca más verás el mal.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

15 Pues el Señor quitará su mano de juicio y dispersará a los ejércitos de tus enemigos. ¡El Señor mismo, el Rey de Israel, vivirá en medio de ti! Por fin, se habrán terminado tus aflicciones y nunca jamás temerás el desastre.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

15 Pues Yavé ha cambiado su suerte, ha alejado de ti a tus enemigos. No tendrás que temer desgracia alguna, pues en medio de ti está Yavé, rey de Israel.

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La Biblia Textual 3a Edicion

15 YHVH ha apartado tus juicios,° Ha echado fuera tu enemigo. YHVH, el Rey de Israel está en medio de ti. ¡Nunca más temerás el mal!

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

15 Yahveh ha retirado la sentencia contra ti, ha expulsado a tus enemigos. Yahveh, rey de Israel, está contigo, ya no tienes que temer mal alguno.

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Sofonías 3:15
48 Tagairtí Cros  

Concibió, pues, y dio a luz un hijo, y dijo: 'Dios me ha quitado la afrenta',


Que Israel se regocije en su hacedor, y los hijos de Sión festejen a su rey.


los preceptos del Señor son justos, reportan alegría al corazón; los mandamientos del Señor son límpidos, dan luz a los ojos;


has perdonado las maldades de tu pueblo y has cancelado sus delitos,


Exulta, grita de júbilo, habitante de Sión, pues grande es en ti el Santo de Israel.


destruirá para siempre la muerte. El Señor Dios secará las lágrimas de todos los rostros, y la ignominia de su pueblo la borrará de toda la tierra; porque el Señor ha hablado.


se han aflojado sus amarras, no sostienen ya el mástil, ni ondean las enseñas.


Por él volverán los liberados del Señor, llegarán a Sión entre gritos de júbilo, una alegría eterna transformará su rostro; júbilo y alborozo les acompañarán, pena y llanto habrán huido.


Esto dice el Señor Dios, tu Dios, que defiende la causa de su pueblo: Mira, yo quito de tu mano la copa del vértigo, el cáliz de mi cólera; no volverás a beber más de él.


Estallad a una en gritos de alegría, ruinas de Jerusalén, porque el Señor consuela a su pueblo y rescata a Jerusalén.


Serás fundada en la justicia, y estarás a salvo de la opresión, pues nada temerás; a salvo de la destrucción, que nunca más te alcanzará.


No se oirá hablar más de violencia en tu país, ni de opresión y ruina en tus confines; a tus muros llamarás salvación, a tus puertas alabanza.


Sí; me alegraré en Jerusalén, me regocijaré en mi pueblo, y ya nunca se oirá en ella voz de llanto ni grito de lamento.


El grito de angustia de la hija de mi pueblo se escucha a todo lo largo del país. '¿Ya no está el Señor en Sión? ¿Su rey ya no está allí?'. ¿Por qué me han irritado con sus ídolos, con sus divinidades extranjeras?


Por haber dicho: Las dos naciones, los dos países son míos; los poseeremos en herencia aunque esté allí el Señor,


No consentiré que se oiga más contra ti el ultraje de las naciones, no soportarás más el escarnio de los pueblos ni privarás de hijos a tu nación', dice el Señor Dios.


No les volveré más la espalda, pues derramaré mi espíritu sobre la casa de Israel, dice el Señor Dios.


El perímetro medirá un total de nueve mil metros. Y desde aquel día el nombre de la ciudad será: 'El Señor está allí'.


Los plantaré en su tierra y no serán más arrancados de su tierra, la que yo les he dado, dice el Señor, tu Dios.


Vendrá entonces mi enemiga, cubierta de vergüenza; ella que me decía: '¿Dónde está el Señor, tu Dios?'. Mis ojos se saciarán de mirarla cuando sea pisoteada como el lodo de las calles.


Pues la violencia hecha en el Líbano te cubrirá y las matanzas de los animales te aterrarán por la sangre humana derramada y la violencia hecha al país, a la ciudad y a todos sus habitantes.


Porque has saqueado a muchos pueblos, los que queden de esos pueblos te saquearán a ti, por la sangre humana derramada y la violencia hecha al país, a la ciudad y a todos sus habitantes.


El Señor tu Dios está en medio de ti, ¡poderoso salvador! Estará lleno de gozo por ti, con su amor te dará nueva vida, bailará y gritará de alegría por ti


El Señor es justo en medio de ella, no hace nada injusto; cada mañana dicta su sentencia, nunca falta al alba; pero el malvado no conoce la vergüenza.


Aquel día haré yo de Jerusalén una piedra muy pesada para todos los pueblos; todos los que intenten levantarla serán gravemente heridos. Todos los habitantes de la tierra se juntarán contra ella.


Jerusalén será habitada, no será más destruida y sus habitantes vivirán seguros.


Salta de júbilo, hija de Sión; alégrate, hija de Jerusalén, porque tu rey viene a ti: justo y victorioso, humilde y montado en un asno, joven cría de una asna.


Natanael le respondió: 'Rabí, tú eres el hijo de Dios, tú eres el rey de Israel'. Jesús le contestó:


No temas, ciudad de Sión; mira, tu rey viene montado en un asno.


Pilato, por su parte, escribió y puso sobre la cruz este rótulo: 'Jesús Nazareno, el rey de los judíos'.


Yo no puedo hacer nada por mí mismo. Yo juzgo como me ordena el Padre, y mi juicio es justo porque no busco mi voluntad, sino la voluntad del que me envió.


Oí una voz potente en el cielo, que decía: Ahora ha llegado la victoria, el poder, el reino de nuestro Dios y la soberanía de su mesías, porque ha sido expulsado el acusador de nuestros hermanos, el que día y noche les acusaba ante nuestro Dios.


Alégrate sobre ella, ¡oh cielo!; y vosotros, santos, apóstoles y profetas, porque Dios, al condenarla, ha vengado vuestra causa.


Lleva sobre el manto y sobre su muslo un nombre escrito: 'Rey de reyes y Señor de señores'.


Por eso están delante del trono de Dios, y le sirven día y noche en su templo; el que está sentado en el trono los cobijará bajo su tienda.


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