Salmos 6:2 - Biblia Martin Nieto

² Señor, no me castigues cuando estés airado, no me reprendas cuando estés enfurecido;

Tuilleadh leaganacha

Biblia Reina Valera 1960

² Ten misericordia de mí, oh Jehová, porque estoy enfermo; Sáname, oh Jehová, porque mis huesos se estremecen.

Biblia Nueva Traducción Viviente

² Ten compasión de mí, Señor, porque soy débil; sáname, Señor, porque mis huesos agonizan.

Biblia Católica (Latinoamericana)

² Ten compasión de mí que estoy sin fuerzas; sáname pues no puedo sostenerme.

La Biblia Textual 3a Edicion

² ¡Ten piedad de mí, oh YHVH, porque desfallezco! Sáname, oh YHVH, porque mis huesos se estremecen,

Biblia Serafín de Ausejo 1975

² Ah Señor, no me corrijas en tu enojo y en tu furor no me reprendas.

Salmos 6:2 Tagairtí Cros

Génesis 20:17

Abrahán rezó a Dios, y Dios curó a Abimelec, a su mujer y a sus siervos para que de nuevo pudieran tener hijos;

Job 19:21

¡Piedad, piedad de mí, vosotros, mis amigos, pues es la mano de Dios la que me ha herido!

Job 5:18

Porque él hiere y después sana la herida; llaga, y su misma mano cura.

Salmos 22:14

ávidos abren contra mí sus fauces, cual leones que rugen y desgarran.

Salmos 30:2

Yo te ensalzo, Señor, porque me has liberado, porque no has dejado que se rían de mí mis enemigos.

Salmos 31:10

Piedad, Señor, que estoy en gran peligro. Se consumen de tristeza mis ojos, mi alma y todas mis entrañas;

Salmos 32:3

Mientras yo no confesaba, mi cuerpo se agotaba de gemir todo el día;

Salmos 38:2

Señor, no me castigues cuando estés airado, no me reprendas cuando estés enfurecido;

Salmos 38:3

pues tus flechas se han clavado en mí, ha caído sobre mí tu mano;

Salmos 38:7

cabizbajo, totalmente abrumado, todo el día ando triste;

Salmos 51:8

Tú quieres la verdad en el centro del alma y en el centro del corazón me enseñas la sabiduría.

Éxodo 15:26

Les dijo: 'Si verdaderamente escuchas la voz del Señor, tu Dios, y haces lo que es recto a sus ojos, prestas oído a sus mandatos y observas todos sus estatutos, no enviaré sobre ti ninguna de las plagas con que castigué a los egipcios, porque yo soy el Señor, tu salvador'.

Jeremías 10:24

Castígame, Señor, mas con justa medida, y no según tu cólera, no sea que me aniquiles.

Jeremías 17:14

Cúrame, Señor, y quedaré curado; sálvame y seré salvo, porque tú eres mi gloria.

Oseas 6:1

Venid, volvamos al Señor: él ha desgarrado, él nos curará; él ha herido, él nos vendará.

Números 12:13

Moisés suplicó al Señor: 'Cúrala, oh Dios, por favor'.

Mateo 4:24

Su fama se extendió por toda Siria. Le traían todos los que se sentían mal, aquejados de diversas enfermedades y sufrimientos, endemoniados, lunáticos y paralíticos, y los curaba.

Deuteronomio 32:39

Ved ahora que soy yo, / que soy el único, / y que no hay Dios alguno más que yo. / Soy yo el dueño de la muerte y de la vida. / Yo hiero y yo curo. No hay nadie que se libre de mi mano.