Biblia Todo Logo
Bíobla ar líne
- Fógraí -





Oseas 2:2 - Biblia Martin Nieto

2 Los judíos y los israelitas se congregarán juntos, tendrán un solo jefe y abundarán sobre el país, porque es grande el día de Yezrael.

Féach an chaibidil Cóip


Tuilleadh leaganacha

Biblia Reina Valera 1960

2 Contended con vuestra madre, contended; porque ella no es mi mujer, ni yo su marido; aparte, pues, sus fornicaciones de su rostro, y sus adulterios de entre sus pechos;

Féach an chaibidil Cóip

Biblia Nueva Traducción Viviente

2 »Pero ahora, presenten cargos contra su madre, Israel, porque ya no es mi esposa, ni yo soy su esposo. Díganle que se quite del rostro el maquillaje de prostituta y la ropa que muestra sus pechos.

Féach an chaibidil Cóip

Biblia Católica (Latinoamericana)

2 Ustedes son los hijos del Dios vivo. Se reunirán los hijos de Judá y los de Israel bajo un solo jefe, y desbordarán los límites del país; porque el día de Jezrael será un gran día.

Féach an chaibidil Cóip

La Biblia Textual 3a Edicion

2 ¡Contended con vuestra madre, contended, Que ella no es mi mujer ni Yo soy su marido, Para que se quite de su cara sus fornicaciones, Y sus adulterios° de entre sus pechos!

Féach an chaibidil Cóip

Biblia Serafín de Ausejo 1975

2 Se reunirán los hijos de Judá con los hijos de Israel; se darán un jefe único y se desbordarán del país, porque será grande el día de Yizreel.

Féach an chaibidil Cóip




Oseas 2:2
22 Tagairtí Cros  

Izará una enseña para las naciones y reunirá a los dispersos de Israel; a los prófugos de Judá convocará de los cuatro extremos de la tierra;


Esto dice el Señor: ¿Dónde está el acta de divorcio por la que yo he despedido a vuestra madre? O ¿cuál es mi acreedor a quien yo os haya vendido? Por vuestras culpas fuisteis vendidos, por vuestros pecados fue despedida vuestra madre.


Clama a voz en grito sin reparo, alza tu voz como la corneta. Anuncia a mi pueblo sus injusticias, a la casa de Jacob sus pecados.


Dirás: Escuchad la palabra del Señor, reyes de Judá, y vosotros, habitantes de Jerusalén. Esto dice el Señor todopoderoso, Dios de Israel: Voy a traer sobre este pueblo una desgracia tal que el que lo oiga se quedará aturdido;


Anda, grita a los oídos de Jerusalén: Esto dice el Señor: Me he acordado de ti, en los tiempos de tu juventud, de tu amor de novia, cuando me seguías en el desierto, en una tierra sin cultivar.


El Señor me dijo: Si un hombre se divorcia de su mujer y ella, al separarse de él, se casa con otro, ¿podrá volver a él de nuevo? ¿No se ha infamado totalmente esa mujer? Tú te has prostituido con innumerables amantes, ¿y pretendes volver a mí? -dice el Señor-.


Tan sólo reconoce tu iniquidad: Te has rebelado contra el Señor, tu Dios, has ido a todas partes en pos de extraños y no has escuchado mi voz, dice el Señor.


En aquellos días irán de la mano la casa de Judá y la casa de Israel, y juntas vendrán del país del norte a la tierra que yo di en herencia a vuestros padres.


Tomaste también a tus hijos y a tus hijas que me habías dado, y los ofreciste en sacrificio, como alimento, a aquellos ídolos. ¿Acaso no era suficiente tu prostitución,


en toda cabecera de camino te levantaste un lugar de pecado y deshonraste tu belleza ofreciéndote a cualquiera que pasaba, multiplicando tus prostituciones.


Hijo de hombre, celebra un juicio contra éstos; sí, júzgalos y hazles saber las acciones detestables de sus padres.


Yo dije entonces sobre la ciudad consumida por la disolución: ¿También ella continuará ahora cometiendo sus detestables acciones?


Pero hombres justos las juzgaron según la ley de las adúlteras y de las homicidas. Porque son adúlteras y sus manos están llenas de sangre.


Así comienzan las palabras que el Señor dijo a Oseas: 'Anda, toma por mujer una prostituta y engendra hijos de prostitución, porque el país no hace más que prostituirse, alejándose del Señor'.


El número de los israelitas será como la arena del mar, que no se puede medir ni calcular. Y en aquella época, en lugar de decirles: 'No- mi-pueblo', se les dirá: 'Hijos-de-Dios-vivo'.


De lo contrario, la dejaré desnuda, como el día en que nació; la dejaré como un desierto, la reduciré a tierra seca y la haré morir de sed.


Tú tropiezas de día, y el profeta tropieza contigo de noche; yo reduciré al silencio a tu madre.


El que los guía irá a la cabeza, abrirá el camino y pasarán por la puerta de salida; su rey irá el primero, y el Señor a su cabeza.


Así que en adelante a nadie conoceremos a lo humano; y si un tiempo conocimos a Cristo a lo humano, ahora ya no lo conocemos así.


Lean orainn:

Fógraí


Fógraí