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Marcos 8:34 - Biblia Martin Nieto

34 Llamó a la gente y a sus discípulos y les dijo: 'El que quiera venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, tome su cruz y sígame.

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Biblia Reina Valera 1960

34 Y llamando a la gente y a sus discípulos, les dijo: Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, y tome su cruz, y sígame.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

34 Entonces llamó a la multitud para que se uniera a los discípulos, y dijo: «Si alguno de ustedes quiere ser mi seguidor, tiene que abandonar su propia manera de vivir, tomar su cruz y seguirme.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

34 Luego Jesús llamó a sus discípulos y a toda la gente y les dijo: 'El que quiera seguirme, que renuncie a sí mismo, tome su cruz y me siga.

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La Biblia Textual 3a Edicion

34 Y llamando a la gente junto con sus discípulos, les dijo: Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo,° tome su cruz y sígame,°

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

34 Y llamando junto a sí al pueblo, juntamente con sus discípulos, les dijo: 'El que quiera venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, cargue con su cruz y sígame.

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Marcos 8:34
43 Tagairtí Cros  

quité el reino a la casa de David para dártelo a ti; pero tú no has sido como mi siervo David, el cual observó mis preceptos y me siguió de todo corazón, haciendo sólo lo que es recto a mis ojos,


Pero a mi siervo Caleb, que está animado de otro espíritu y me ha obedecido fielmente, lo llevaré a la tierra en la que ha estado, y su descendencia la poseerá. (Los amalecitas y los cananeos habitaban entonces la llanura).


y el que no carga con su cruz y me sigue no es digno de mí.


Luego dijo a sus discípulos: 'El que quiera venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, tome su cruz y sígame.


Cuando salían, encontraron a un hombre de Cirene, llamado Simón, y le obligaron a llevar la cruz.


Jesús lo miró con amor y le dijo: 'Te queda una cosa que hacer: Anda, vende todo lo que tienes, dáselo a los pobres y tendrás un tesoro en el cielo. Después, ven y sígueme'.


Llamó de nuevo a la gente y les dijo: 'Oídme todos y entended bien:


'Esforzaos por entrar por la puerta estrecha, porque os digo que muchos intentarán entrar y no podrán.


Así pues, el que de vosotros no renuncie a todos sus bienes, no puede ser mi discípulo.


Al oírlo Jesús, le dijo: 'Aún te queda una cosa por hacer: Vende todo lo que tienes, dáselo a los pobres y tendrás un tesoro en el cielo; después, ven y sígueme'.


Y dijo a sus discípulos ante todo el pueblo:


Y les decía a todos: 'El que quiera venir en pos de mí niéguese a sí mismo, tome su cruz cada día y sígame.


Mis ovejas escuchan mi voz. Yo las conozco y ellas me siguen;


Jesús quedó en manos de los judíos y, cargado con la cruz, salió hacia el lugar llamado 'la calavera', en hebreo 'Gólgota',


animando a los discípulos, exhortándolos a permanecer en la fe y diciéndoles que tenemos que pasar por muchas tribulaciones para entrar en el reino de Dios.


Sabemos que nuestro hombre viejo ha sido crucificado con él para que el cuerpo del pecado sea destruido, a fin de que ya no seamos esclavos del pecado;


Y si somos hijos, somos también herederos: herederos de Dios, coherederos de Cristo; si es que padecemos con él, para ser también glorificados con él.


Hermanos, os aseguro que todos los días estoy al borde de la muerte, y que vosotros sois mi gloria en Cristo Jesús, Señor nuestro.


Por tanto, si una comida escandaliza a mi hermano, jamás comeré carne para no escandalizarle.


Libre, de hecho, como estoy de todos, me hago esclavo de todos para ganarlos a todos.


y ya no vivo yo, pues es Cristo el que vive en mí. Mi vida presente la vivo en la fe en el Hijo de Dios, el cual me amó y se entregó a sí mismo por mí.


Los que son de Cristo Jesús han crucificado la carne con sus pasiones y concupiscencias.


Yo, por mi parte, sólo quiero presumir de la cruz de nuestro Señor Jesucristo, por la cual el mundo está crucificado para mí y yo para el mundo.


a fin de conocerle a él y la virtud de su resurrección y la participación en sus padecimientos, configurándome con su muerte


Pero todo lo que tuve entonces por ventaja, lo juzgo ahora daño por Cristo;


Ahora me alegro de sufrir por vosotros, y por mi parte completo en mi carne lo que falta a las tribulaciones de Cristo por su cuerpo, que es la Iglesia,


Por tanto, destruid todo lo que hay de terrenal en vuestro cuerpo: la lujuria, la impureza, las pasiones, los apetitos desordenados y la avaricia que es una idolatría;


No obstante, nos hemos enterado de que algunos de vosotros viven sin trabajar, sin otra ocupación que curiosear.


enseñándonos a renunciar a la maldad y a los deseos mundanos y a llevar una vida sobria, justa y religiosa,


Salgamos, pues, a su encuentro, fuera del campamento, compartiendo sus ultrajes.


Por eso, si Cristo sufrió en su carne mortal, haceos la cuenta de que también vosotros tenéis que sufrir, el que está dispuesto a sufrir en su carne ha roto con el pecado.


al contrario, alegraos de participar en los sufrimientos de Cristo, para que, asimismo, os podáis alegrar gozosos el día en que se manifieste su gloria.


que pronto abandonaré, según me ha manifestado nuestro Señor Jesucristo.


En esto hemos conocido el amor: en que él ha dado su vida por nosotros; y nosotros debemos dar también la vida por nuestros hermanos.


No te acobardes ante lo que vas a sufrir. El diablo va a encarcelar a algunos de vosotros; es para poneros a prueba; sufriréis una prueba de diez días. Sé fiel hasta la muerte, y te daré la corona de la vida.


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