Job 17:5 - Biblia Martin Nieto

⁵ Como el que invita a sus amigos a un reparto, mientras los ojos de sus hijos languidecen,

Tuilleadh leaganacha

Biblia Reina Valera 1960

⁵ Al que denuncia a sus amigos como presa, Los ojos de sus hijos desfallecerán.

Biblia Nueva Traducción Viviente

⁵ Traicionan a sus amigos para su propio beneficio; haz que sus hijos desfallezcan de hambre.

Biblia Católica (Latinoamericana)

⁵ No se hacen regalos a los amigos, dicen, para dejar luego a sus hijos en la miseria.

La Biblia Textual 3a Edicion

⁵ Desfallecerán los ojos de los hijos Del que por lisonjas traiciona a sus amigos.

Biblia Serafín de Ausejo 1975

⁵ Son como quien invita a los amigos a un festín, mientras languidecen los ojos de sus hijos.

Job 17:5 Tagairtí Cros

1 Reyes 11:12

Sin embargo, en atención a tu padre David, no lo haré en tus días; se lo quitaré a tu hijo;

Job 11:20

En cambio se abatirán los ojos de los malvados, les fallará todo refugio; su esperanza será su postrer aliento.

Éxodo 20:5

No te postrarás ante ella ni le darás culto, porque yo, el Señor, tu Dios, soy un Dios celoso, que castigo la iniquidad del padre en los hijos hasta la tercera y cuarta generación de los que me aborrecen,

Proverbios 20:19

El chismoso revela los secretos, no tengas trato con el que habla demasiado.

Proverbios 29:5

El hombre que adula a su prójimo le tiende un lazo a los pies.

Lamentaciones 4:17

Sin tregua se consumían nuestros ojos, esperando socorros en vano. Desde las atalayas oteábamos a un país que no nos podía salvar.

Levítico 19:13

No oprimas ni explotes a tu prójimo; no retengas el salario del jornalero hasta la mañana siguiente.

Levítico 19:16

No andarás difamando a los tuyos ni pondrás en peligro la vida del prójimo con falsas acusaciones: yo, el Señor.

Deuteronomio 28:65

No encontrarás la paz entre esas naciones ni habrá descanso para la planta de tus pies, sino que el Señor te dará un corazón asustado, ojos apagados y ánimo abatido.

1 Tesalonicenses 2:5

Nunca, como sabéis y Dios es testigo de ello, fueron móviles nuestros la adulación y la avaricia;