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Jeremías 5:7 - Biblia Martin Nieto

7 ¿Por qué he de perdonarte? Tus hijos me han abandonado, juran por dioses que no existen. Los he saciado, y se han hecho adúlteros; frecuentan la casa de la prostituta.

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Biblia Reina Valera 1960

7 ¿Cómo te he de perdonar por esto? Sus hijos me dejaron, y juraron por lo que no es Dios. Los sacié, y adulteraron, y en casa de rameras se juntaron en compañías.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

7 «¿Cómo puedo perdonarte? Pues aun tus hijos se han alejado de mí. ¡Ellos juraron por dioses que no son dioses en absoluto! Alimenté a mi pueblo hasta que estuvo satisfecho; pero su manera de darme las gracias fue cometer adulterio y hacer fila en los prostíbulos.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

7 ¿Cómo te voy a perdonar? Tus hijos me han abandonado tomando por Dios a los que no lo son. Cuando cuidaba que nada les faltara, ellos se entregaron al adulterio. Juntos acudían a la casa de las prostitutas.

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La Biblia Textual 3a Edicion

7 ¿Cómo podré perdonarte esto? Tus hijos me han abandonado, Y juran por lo que no es Dios. Los sacié, y cometen adulterio acudiendo en tropel a casa de la ramera.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

7 ¿Por qué tendría que perdonarte? Tus hijos me abandonaron y juraron por los que no son dioses. Cuando los saciaba, ellos cometían adulterio y a la casa de las prostitutas iban en tropel.

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Jeremías 5:7
39 Tagairtí Cros  

Habéis expulsado a los sacerdotes del Señor, hijos de Aarón, y a los levitas, y os habéis creado sacerdotes al estilo de los pueblos paganos; a todo el que trae un becerro y siete carneros lo consagráis sacerdote de dioses que no son dioses.


un fuego que devora hasta la perdición y que habría consumido todas mis cosechas.


Si ves a un ladrón, te haces su cómplice, te juntas también con los adúlteros;


Y si aprenden bien los caminos de mi pueblo, si aprenden a jurar en mi nombre: '¡Vive Dios!', como ellos enseñaron a mi pueblo a jurar por Baal, entonces serán establecidos en medio de mi pueblo.


Tus adulterios, tus gritos de lujuria, tus prostituciones vergonzosas sobre los collados y en el campo, todas tus infamias yo las he visto. ¡Ay de ti, Jerusalén, que continúas impura! ¿Hasta cuándo todavía?


Les responderás: Porque vuestros padres me abandonaron y no observaron mi ley.


¿Puede un hombre fabricarse sus dioses? ¡Pero ellos no son dioses!


¿Acaso algún pueblo cambia de dioses? -y eso que ni dioses son- . Pues mi pueblo ha cambiado su gloria por la impotencia.


¡Qué generación la vuestra! Ved lo que dice el Señor: ¿He sido yo un desierto para Israel o una tierra tenebrosa? Pues, ¿por qué dice mi pueblo: 'Nosotros nos vamos, no volveremos más a ti'?


Pues el país está lleno de adúlteros; a causa de la maldición el país está de luto, resecos los oasis del desierto. El afán de su carrera es el mal; su esfuerzo, la injusticia.


Y yo me decía: ¿Te contaré entre mis hijos y te daré un país de delicias, la heredad más preciosa de las naciones? Yo pensaba: Me llamarás padre, y ya no te alejarás de mí.


Ha visto también que, por todos sus adulterios, yo repudié a la rebelde Israel y le di su acta de divorcio. Pero su hermana, la pérfida Judá, no se ha asustado; ha ido también ella a prostituirse.


¡Cómo! ¡Robáis, matáis, cometéis adulterio, juráis en falso, ofrecéis sacrificios a Baal, corréis tras dioses que no conocéis,


¡Quién me brindara en el desierto un albergue de ambulantes! Abandonaría entonces a mi pueblo; me alejaría de él, porque son todos adúlteros, una pandilla de traidores.


Tensan su lengua como un arco; la mentira, y no la verdad, prevalece en este país; sí, caminan de delito en delito y no me conocen a mí, dice el Señor.


Nosotros pecamos y fuimos rebeldes; ¡tú nos has perdonado!


Hay quien comete adulterio con la mujer de su prójimo, quien mancha con crimen nefando a su nuera, quien fuerza a su hermana, a la hija de su propio padre.


¿Cómo voy a abandonarte, Efraín; cómo voy a traicionarte, Israel? ¿Es que voy a tratarte como a Admá, y dejarte igual que a Seboín? Mi corazón se revuelve dentro de mí, y todas mis entrañas se estremecen.


Yo los apacenté y se saciaron; y, una vez saciados, su corazón se envaneció y de mí se olvidaron.


sino juramentos falsos, mentiras, homicidios y robos, adulterios, violencias y sangre que provoca sangre.


Todos ellos son adúlteros, queman como horno encendido, aunque el hornero deje de atizar el fuego desde que prepara la masa hasta que fermenta.


En cuanto al hombre que comete adulterio con una mujer casada: el hombre que comete adulterio con la mujer de su prójimo, será castigado con la muerte, él y la mujer.


Los que juran por el pecado de Samaría, los que dicen: '¡Vive tu Dios, Dan!' y '¡Vive el camino de Berseba!' caerán y no se levantarán más.


los que se prosternan en los terrados ante los astros del cielo; los que se prosternan ante el Señor y juran por Milcón;


Yo vendré a juzgaros; seré testigo acusador contra los hechiceros, contra los adúlteros y los perjuros, contra los que explotan al jornalero, a la viuda y al huérfano y violan el derecho del extranjero sin ningún temor de mí -dice el Señor todopoderoso-.


¿Es que no sabéis que los injustos no heredarán el reino de Dios? No os engañéis; ni los lujuriosos, ni los idólatras, ni los adúlteros, ni los afeminados, ni los invertidos,


Viniendo, pues, a lo de la comida de las carnes ofrecidas en sacrificio a los ídolos, sabemos que los ídolos no son nada en el mundo y que no hay más Dios que uno solo.


Entonces no conocíais a Dios y erais esclavos de unos dioses que no eran dioses;


Engordó Jesurún y tiró coces -estabas gordo y corpulento-; / volvió las espaldas a Dios, / su creador, / y despreció la roca de su salvación.


Me dan celos con un dios que no es dios, / me irritan con dioses ilusorios; / pues yo les daré celos con un pueblo que no es pueblo / y los irritaré con una nación fatua.


Que el matrimonio sea tenido en gran honor y el lecho conyugal esté sin mancha, porque Dios juzgará a los lujuriosos y a los adúlteros.


Adúlteros, ¿no sabéis que la amistad del mundo es enemistad de Dios? El que quiere ser amigo del mundo se hace enemigo de Dios.


no os mezcléis con estos pueblos que quedan en medio de vosotros, no os acordéis del nombre de sus dioses, no los invoquéis en vuestros juramentos, no les sirváis ni os prosternéis ante ellos.


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