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Jeremías 46:10 - Biblia Martin Nieto

10 Es el día del Señor Dios, día de venganza, para vengarse de sus enemigos. Su espada devorará, se saciará, se embriagará de la sangre de ellos. ¡Un sacrificio que celebra el Señor Dios omnipotente en las tierras del norte, junto al río Éufrates!

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Biblia Reina Valera 1960

10 Mas ese día será para Jehová Dios de los ejércitos día de retribución, para vengarse de sus enemigos; y la espada devorará y se saciará, y se embriagará de la sangre de ellos; porque sacrificio será para Jehová Dios de los ejércitos, en tierra del norte junto al río Éufrates.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

10 Pues este es el día del Señor, el Señor de los Ejércitos Celestiales, día para vengarse de sus enemigos. La espada devorará hasta quedar satisfecha, ¡sí, hasta que se emborrache de la sangre de ustedes! El Señor, el Señor de los Ejércitos Celestiales, recibirá hoy un sacrificio en la tierra del norte, junto al río Éufrates.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

10 Ese día será para el Señor Yavé un día de venganza, para vengarse de sus enemigos: Su espada los va a devorar hasta quedar satisfecha, y se embriagará con su sangre. Sí, el Señor, Yavé de los Ejércitos, celebra un sacrificio de centenares de víctimas, en el norte, a orillas del río Eufrates.

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La Biblia Textual 3a Edicion

10 Ese día es para Adonay YHVH Sebaot, Su día de retribución, Para vengarse de sus enemigos. La espada devora, se embriaga de sangre, y se sacia: Adonay YHVH Sebaot tiene un gran sacrificio junto al Éufrates, En la tierra del norte.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

10 Aquel día es para el Señor Yahveh Sebaot día de venganza para vengarse de sus enemigos. La espada se cebará, se saciará, se embriagará de su sangre, pues celebra un sacrificio el Señor Yahveh Sebaot en tierra del norte, junto al río Éufrates.

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Jeremías 46:10
25 Tagairtí Cros  

El rey de Egipto no volvió a salir más de su país, porque el rey de Babilonia había conquistado todas sus posesiones desde el torrente de Egipto hasta el río Éufrates.


¿por qué el todopoderoso no se reserva tiempos, y los que le conocen no contemplan sus días?


¡Gritad, que el día del Señor se acerca; viene como una devastación del omnipotente!


Pues el Señor todopoderoso tendrá su día contra toda soberbia y todo orgullo, contra todo lo que se alza, para abatirlo;


Y caerá Asiria por espada no de un hombre, devorada por espada no de mortal; y si escapa de la espada, sus jóvenes soldados quedarán hechos esclavos.


a proclamar un año de gracia del Señor, un día de venganza para nuestro Dios. A consolar a todos los afligidos,


Pues un día de venganza abrigaba en mi corazón y el año de mi redención había llegado.


A todas las alturas peladas del desierto han llegado los devastadores -porque el Señor blande una espada que devora-; de un extremo al otro del país no hay paz para nadie.


¡Anunciadlo en Egipto, publicadlo en Migdol, pregonadlo en Nof y en Tafnis! Decid: ¡En pie! Estáte alerta, porque la espada devora en torno tuyo.


Sobre Egipto. Contra el ejército del faraón Necó, rey de Egipto, que se encontraba junto al río Éufrates, en Cárquemis, y a quien derrotó Nabucodonosor, rey de Babilonia, el año cuarto de Joaquín, hijo de Josías, rey de Judá.


Ni el más veloz podrá escapar, ni el más valiente se salvará. Al norte, a orillas del Éufrates, se precipitan y caen.


¡Lanzad gritos por todas partes contra ella! Ya alarga su mano, caen sus torres, se desploman sus murallas. ¡Ésta es la venganza del Señor! ¡Vengaos de ella, haced como ella hizo!


Por eso, esto dice el Señor todopoderoso, Dios de Israel: Yo castigaré al rey de Babilonia y a su país como castigué al rey de Asiria.


¡Huid de Babilonia, cada cual salve su vida! No perezcáis en su castigo, porque es la hora de la venganza del Señor y va a pagarle como se merece.


Pero a sus ojos les parece esto un presagio mentiroso; se les había hecho una promesa, pero él recuerda su iniquidad, por la cual serán deportados.


¡Ay, qué día; cercano está el día del Señor; que viene como devastación del todopoderoso!


¡Tocad la trompeta en Sión, dad la alarma sobre mi monte santo; tiemblen todos los habitantes del país, porque llega el día del Señor, porque está cerca!


Los carros tirados por caballos rojos salen para el este, los negros para el norte, los blancos para el oeste y los rojizos para el sur.


Serán días de castigo, en los que se cumplirá todo lo que está escrito.


Emborracharé de sangre mis flechas / y mi espada se hartará de carne; / sangre de heridos y cautivos, / cabezas de jefes enemigos.


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