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Jeremías 29:22 - Biblia Martin Nieto

22 Y quedarán como tipo de maldición entre todos los desterrados de Judá que están en Babilonia, los cuales dirán: El Señor haga contigo como con Sedecías y con Ajab, a quienes el rey de Babilonia tostó al fuego.

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Biblia Reina Valera 1960

22 Y todos los transportados de Judá que están en Babilonia harán de ellos una maldición, diciendo: Póngate Jehová como a Sedequías y como a Acab, a quienes asó al fuego el rey de Babilonia.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

22 Su horrible final será conocido por todos, entonces cuando los desterrados judíos quieran maldecir a alguien, dirán: ‘¡Que el Señor te haga como a Sedequías y a Acab, a quienes el rey de Babilonia quemó vivos!’.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

22 Y su caso dará pie para esta maldición, que usarán corrientemente todos los desterrados judíos que están en Babilonia: 'Que Yavé te trate como a Sedecías y a Ajab, que fueron asados al fuego por el rey de Babilonia.

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La Biblia Textual 3a Edicion

22 y dará origen a una maldición que se correrá entre los cautivos de Judá que están en Babilonia, que dirá: ¡YHVH haga contigo como con Acab y Sedequías, a quienes el rey de Babilonia asó al fuego!

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

22 y de ellos se tomará -y usarán los desterrados de Judá que están en Babilonia- esta maldición: ¡Que Yahveh te haga como a Sedecías y como a Ajab, a quienes tostó al fuego el rey de Babilonia!,

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Jeremías 29:22
7 Tagairtí Cros  

Aquel día Israel los bendijo diciendo: 'Por vosotros Israel bendecirá así: Que Dios os haga como a Efraín y Manasés'. Y puso a Efraín delante de Manasés.


no duermo nada, soy como el pájaro solitario en el tejado.


Dejaréis vuestro nombre para que sirva de juramento a mis elegidos: ¡El Señor Dios te haga morir! Pero a mis siervos se les dará otro nombre.


Éstos, vestidos con sus túnicas, ropas y gorros, fueron atados y arrojados en el ardiente horno de fuego.


Aquellos que no se prosternen y la adoren serán al punto arrojados en un ardiente horno de fuego'.


Maldito sea el que no ama al Señor. ¡Ven, Señor nuestro!


Todo el pueblo, que se encontraba a la puerta con los ancianos, dijo: 'Somos testigos. Que el Señor haga a la mujer que va a entrar en tu casa semejante a Raquel y a Lía, quienes edificaron la casa de Israel. Que seas poderoso en Éfrata y adquieras renombre en Belén.


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