Biblia Todo Logo
Bíobla ar líne
- Fógraí -





Jeremías 2:8 - Biblia Martin Nieto

8 Los sacerdotes no dijeron: ¿Dónde está el Señor? Los intérpretes de la ley no me conocieron; los pastores se rebelaron contra mí; los profetas profetizaron tras dioses impotentes.

Féach an chaibidil Cóip


Tuilleadh leaganacha

Biblia Reina Valera 1960

8 Los sacerdotes no dijeron: ¿Dónde está Jehová? y los que tenían la ley no me conocieron; y los pastores se rebelaron contra mí, y los profetas profetizaron en nombre de Baal, y anduvieron tras lo que no aprovecha.

Féach an chaibidil Cóip

Biblia Nueva Traducción Viviente

8 Los sacerdotes no preguntaron: “¿Dónde está el Señor?”. Aquellos que enseñaron mi palabra me ignoraron, los gobernantes se volvieron en mi contra, y los profetas hablaron en nombre de Baal, perdiendo su tiempo con ídolos inútiles.

Féach an chaibidil Cóip

Biblia Católica (Latinoamericana)

8 Los sacerdotes ya no se preguntan: ¿Dónde está Yavé? ¡Los dueños de mi enseñanza no me conocen! Los pastores de mi pueblo se rebelaron contra mí, y los profetas consultaron a dioses inútiles, dando respuestas en nombre de Baal.

Féach an chaibidil Cóip

La Biblia Textual 3a Edicion

8 Los sacerdotes no preguntaban: ¿Dónde está YHVH? Los doctores de la Ley° no me conocían, Los pastores° se rebelaban contra mí, Y los profetas profetizaban en nombre de Baal, Siguiendo a dioses que de nada sirven.

Féach an chaibidil Cóip

Biblia Serafín de Ausejo 1975

8 Los sacerdotes no preguntaron: '¿Dónde está Yahveh?'. Ni los que se ocupan de mi ley me conocieron. Los pastores se rebelaron contra mí; los profetas profetizaron por Baal y se fueron tras los que de nada sirven.

Féach an chaibidil Cóip




Jeremías 2:8
35 Tagairtí Cros  

Entonces dijo Elías al pueblo: 'He quedado yo solo de los profetas del Señor; en cambio, los profetas de Baal son cuatrocientos cincuenta.


Pasado el mediodía, continuaron en su paroxismo hasta la hora de la ofrenda del sacrificio. Pero no se oía voz alguna, ni nadie respondía ni hacía caso.


Elías les dijo: 'Prended a los profetas de Baal. Que no escape ni uno solo'. Los prendieron y Elías los llevó al torrente Quisón y los hizo degollar allí.


Mas no se dice: '¿Dónde está Dios mi hacedor, aquel que inspira cantos de júbilo en la noche,


También éstos se tambalean por el vino, y desatinan por los licores. Sacerdotes y profetas se tambalean por los licores, y el vino los domina: los licores les hacen desatinar, se tambalean como si tuvieran visiones, titubean al pronunciar sentencia.


porque el Señor ha derramado sobre vosotros un espíritu de sopor, ha cerrado vuestros ojos: los profetas, y ha velado vuestras cabezas: los videntes.


Todos se verán defraudados por un pueblo que de nada les sirve; que no les dará ayuda ni socorro, sino desengaño e ignominia.


Necios han sido los pastores; no han buscado al Señor. Por eso no han prosperado y todo su rebaño ha quedado disperso.


Numerosos pastores han devastado mi viña, han pisoteado mi tierra, han convertido mi campo tan querido en un desierto desolado.


Oh Señor, mi fuerza y mi fortaleza, mi refugio en el día de la tribulación; a ti vendrán las naciones desde los confines de la tierra y dirán: Sólo mentira poseyeron nuestros padres, vanidad e impotencia.


Ellos han dicho: '¡Venid, tramemos un atentado contra Jeremías, pues no ha de faltar por eso del sacerdote la enseñanza, ni del sabio el consejo, ni del profeta la palabra! ¡Ea, matémosle con la lengua; no prestemos atención a ninguna de sus palabras!'.


¿Acaso algún pueblo cambia de dioses? -y eso que ni dioses son- . Pues mi pueblo ha cambiado su gloria por la impotencia.


No dijeron: ¿Dónde está el Señor, que nos sacó de Egipto, que nos guió a través del desierto por una tierra árida y escabrosa, tierra reseca y de tinieblas, tierra por donde no pasa ningún hombre y donde nadie se establece?


¡Oh, necio es mi pueblo, no me conocen; son hijos insensatos, no tienen inteligencia, diestros sólo para el mal, pero no saben hacer el bien!


Los profetas profetizan mentiras, los sacerdotes enseñan con su mal ejemplo. ¡Y mi pueblo en ello se complace! Mas ¿qué haréis cuando llegue el fin?


Pero vosotros os hacéis ilusiones con palabras engañosas que de nada os servirán.


Por eso, esto dice el Señor todopoderoso, Dios de Israel: 'Yo daré de comer a este pueblo ajenjo y les haré beber agua envenenada.


Sus sacerdotes han quebrantado mi ley y profanado mi santuario. No han distinguido entre lo sagrado y lo profano, ni han enseñado a discernir lo puro de lo impuro. Han cerrado sus ojos a las violaciones de mis sábados y yo he sido deshonrado en medio de ellos.


'Hijo de hombre, profetiza contra los pastores de Israel y diles: Pastores, esto dice el Señor Dios: ¡Ay de los pastores de Israel que se apacientan a sí mismos! ¿No es el rebaño al que deben apacentar los pastores?


Mi pueblo será reducido al silencio por falta de ciencia; tú has rechazado el saber, y yo te rechazaré a ti de mi sacerdocio; has olvidado la ley de tu Dios, también yo me olvidaré de tus hijos.


¿De qué sirve una escultura esculpida por el artista, una imagen fundida, oráculo engañoso, para que el que lo ha hecho ponga en ellos su confianza, fabricando ídolos mudos?


¿Qué le vale al hombre ganar el mundo entero si pierde su vida? ¿Y qué dará el hombre a cambio de su vida?


¡Ay de vosotros, doctores de la ley, que os habéis apoderado de la llave de la ciencia, y ni entráis vosotros ni dejáis entrar a los demás!'.


Os harán esto porque no conocen ni al Padre ni a mí.


y no lo conocéis; pero yo lo conozco. Si dijera que no lo conozco, sería un mentiroso como vosotros; pero lo conozco y guardo su palabra.


Rechazamos la desvergüenza y la hipocresía, no procedemos con astucia ni falsificamos la palabra de Dios. Decimos siempre la verdad, y esto es nuestra recomendación a toda conciencia humana delante de Dios.


Enseñaron tus preceptos a Jacob / y tu ley a Israel. / Hacen subir el incienso / hasta tu rostro / y ponen los holocaustos / sobre tu altar.


No os apartéis de él para servir a cosas vanas, que no ayudan y no salvan, porque son cosas vanas.


Los hijos de Elí eran unos disolutos; no se cuidaban del Señor,


Lean orainn:

Fógraí


Fógraí