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Isaías 59:8 - Biblia Martin Nieto

8 No conocen la senda de la paz, no hay justicia en su camino; sólo se abren senderos tortuosos, e ignora la paz quien por ellos camina.

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Biblia Reina Valera 1960

8 No conocieron camino de paz, ni hay justicia en sus caminos; sus veredas son torcidas; cualquiera que por ellas fuere, no conocerá paz.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

8 No saben dónde encontrar paz o qué significa ser justo y bueno. Han trazado caminos torcidos y quienes los siguen no conocen un momento de paz.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

8 No conocen el camino de la paz y la justicia no se encuentra en sus empresas. Todo es chueco en sus caminos, y el que allí se mete no anda tranquilo.

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La Biblia Textual 3a Edicion

8 No conocieron el camino de la paz, Ni hay justicia en sus pasos. Se abren veredas tortuosas; Cualquiera que ande en ellas, no conocerá la paz.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

8 La senda de la paz no la conocen, y no hay equidad en sus veredas; sus senderos se tuercen, todos los que los transitan desconocen la paz.

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Isaías 59:8
20 Tagairtí Cros  

pero a los desviados por senderos tortuosos hazles correr la suerte de los criminales. Paz a Israel.


de los que abandonan los caminos rectos para correr por caminos tenebrosos;


sus senderos son tortuosos y descaminadas sus andanzas;


El camino del criminal es tortuoso, la conducta del inocente es recta.


El que observa una conducta íntegra será salvo, el que sigue caminos tortuosos en uno caerá.


Sus caminos son caminos de delicias, y sus senderos son todos de paz.


No hay paz para los malhechores -dice el Señor-.


Sí, la viña del Señor omnipotente es el pueblo de Israel; y los hombres de Judá, su plantel escogido. El Señor esperaba de ellos respeto a la ley, y hay sangre derramada; esperaba justicia, y sólo hay gritos de dolor.


Gruñimos todos como osos, gemimos como palomas, esperamos el derecho, pero ¡nada!; la justicia, y sigue lejos de nosotros.


Por eso el derecho sigue lejos de nosotros y no nos alcanza la justicia. Esperamos la luz, y no hay más que tinieblas; la claridad, y andamos en la oscuridad.


He tendido sin cesar mis manos hacia un pueblo rebelde, que caminaba por el mal camino tras sus propios caprichos;


Recorred las calles de Jerusalén, mirad, informaos bien, buscad por sus plazas, a ver si encontráis un hombre, uno solo que practique la justicia, que busque la verdad, y yo perdonaré a esta ciudad.


¡Ay de vosotros, maestros de la ley y fariseos hipócritas, que pagáis el diezmo de la menta, del anís y del comino, y descuidáis lo más importante de la ley: la justicia, la misericordia y la fe! Hay que hacer una cosa sin descuidar la otra.


para iluminar a los que yacen en tinieblas y en sombras de muerte, / y para guiar nuestros pasos por el camino de la paz'.


no conocen el camino de la paz.


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