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Isaías 2:8 - Biblia Martin Nieto

8 Su país está lleno de ídolos: ellos se postran ante la obra de sus manos, ante la hechura de sus dedos.

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Biblia Reina Valera 1960

8 Además su tierra está llena de ídolos, y se han arrodillado ante la obra de sus manos y ante lo que fabricaron sus dedos.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

8 La tierra está llena de ídolos. El pueblo rinde culto a cosas que hizo con sus propias manos.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

8 Su país está lleno de caballos y sus carros de guerra son numerosos. Su país está lleno de ídolos, pues se inclinan ante la obra de sus manos, ante la figura que modelaron sus dedos.

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La Biblia Textual 3a Edicion

8 Su tierra también está llena de ídolos: ¡Se postran ante la obra de sus propias manos, Delante de lo que han hecho sus mismos dedos!

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

8 Su país está lleno de dioses: adoran la obra de sus manos, lo que hicieron sus dedos.

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Isaías 2:8
28 Tagairtí Cros  

El Señor, por medio del profeta Jehú, hijo de Jananí, dirigió su palabra contra Basá y contra su casa, no sólo por todo lo malo que hizo a los ojos del Señor, irritándole con sus acciones y haciéndose semejante a la casa de Jeroboán, sino por haber exterminado a ésta.


levantaron estelas y cipos sagrados sobre toda colina elevada y bajo cualquier árbol frondoso,


Abandonaron todos los preceptos del Señor, su Dios, se hicieron dos becerros de bronce fundido y un cipo sagrado y adoraron a todos los astros del cielo y a Baal.


Hizo lo que es justo a los ojos del Señor como su padre Ozías; sólo que no entró en el templo del Señor, pero el pueblo siguió corrompido.


Ya no mirará más a los altares, obra de sus manos, ni contemplará lo que sus dedos hicieron: los troncos sagrados y las estelas del sol.


Señor, Dios nuestro, otros señores nos han subyugado; pero nosotros sólo te reconocemos a ti e invocamos tu nombre.


han arrojado al fuego a sus dioses, porque no eran dioses, sino obras de manos humanas, madera y piedra; por esto han podido destruirlos.


El fundidor funde el ídolo, y el orfebre lo recubre de oro y le suelda cadenas de plata.


Todos juntos son nada, nulidad son sus obras, aire y vacío sus ídolos.


Vosotros los que os enceláis junto a los terebintos, bajo todo árbol frondoso, inmolando niños en los torrentes, en las grietas de las rocas.


Y yo pronunciaré mis sentencias contra ellas, contra toda su malicia, porque me han abandonado para quemar incienso a dioses extraños, para postrarse ante la obra de sus manos.


Porque tus dioses, oh Judá, son tan numerosos como tus ciudades; y tantos como las calles que hay en Jerusalén son los altares de infamia que vosotros habéis levantado para ofrecer incienso a Baal.


¿Dónde están los dioses que te has fabricado? ¡Levántense ellos a ver si te salvan en el tiempo de tu angustia! Porque tan numerosos como tus ciudades son tus dioses, oh Judá.


He hablado a los profetas, he multiplicado las visiones, y por medio de los profetas he hablado en parábolas.


Todavía continúan pecando; imágenes fundidas se han hecho con su plata, figuras de ídolos de su invención, obras todas de artesanos. Hablan con ellas, ofrecen sacrificios y envían besos a becerros.


Buscad palabras y volved al Señor. Decidle: Perdona todas nuestras culpas para que recobremos la felicidad y te ofrezcamos en sacrificio palabras de alabanza.


De Israel procede, un artista lo ha fabricado; no, no es Dios. Pero el becerro de Samaría quedará hecho astillas.


Haré desaparecer de en medio de ti tus ídolos y tus estelas, y no adorarás más la obra de tus manos.


Mientras Pablo los esperaba en Atenas, se llenaba de indignación al contemplar la ciudad llena de ídolos.


Allí serviréis a sus dioses, hechos por mano de hombre, de madera y de piedra, incapaces de ver y entender, de comer y sentir.


Los demás hombres que no fueron exterminados por estas plagas no se arrepintieron de las obras de sus manos, ni cesaron de adorar a los demonios y a los ídolos de oro, de plata, de bronce, de piedra y de madera, que no podían ni ver, ni oír, ni caminar;


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