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Hechos 9:4 - Biblia Martin Nieto

4 cayó a tierra y oyó una voz que le decía: 'Saulo, Saulo, ¿por qué me persigues?'.

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Biblia Reina Valera 1960

4 y cayendo en tierra, oyó una voz que le decía: Saulo, Saulo, ¿por qué me persigues?

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Biblia Nueva Traducción Viviente

4 Saulo cayó al suelo y oyó una voz que le decía: —¡Saulo, Saulo! ¿Por qué me persigues?

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Biblia Católica (Latinoamericana)

4 Cayó al suelo y oyó una voz que le decía: 'Saulo, Saulo, ¿por qué me persigues?'

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La Biblia Textual 3a Edicion

4 y cayendo en la tierra, oyó una voz que le decía: Saulo, Saulo, ¿por qué me persigues?

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

4 caído en tierra, oyó una voz que le decía: 'Saulo, Saulo, ¿por qué me persigues?'.

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Hechos 9:4
22 Tagairtí Cros  

y le dijo: 'Agar, esclava de Saray, ¿de dónde vienes y adónde vas?'. Ella respondió: 'Huyo de la presencia de Saray, mi señora'.


Entonces el ángel del Señor le llamó desde el cielo y le dijo: '¡Abrahán! ¡Abrahán!'. Éste respondió: 'Aquí estoy'.


Pero el Señor Dios llamó al hombre y le dijo: '¿Dónde estás?'.


El Señor vio que se acercaba para mirar y lo llamó desde la zarza: '¡Moisés! ¡Moisés!'. Y él respondió: 'Aquí estoy'.


Y oí la voz del Señor, que decía: ¿A quién enviaré? ¿Quién irá por nosotros?


en todas sus angustias. No un mensajero o un delegado suyo; él mismo fue quien los salvó. En su amor, en su piedad, él mismo los rescató, los sostuvo y los llevó todos los días en el pasado.


y le dijo: Corre y di a este joven: Jerusalén será una ciudad abierta a causa de la cantidad de hombres y animales que habrá en ella.


Y el rey les dirá: Os aseguro que cuando lo hicisteis con uno de estos mis hermanos más pequeños, conmigo lo hicisteis.


El Señor le contestó: 'Marta, Marta, tú te preocupas y te apuras por muchas cosas,


Así que les dijo 'Yo soy', retrocedieron y cayeron en tierra.


Jesús le dijo: '¡María!'. Ella se volvió y exclamó en hebreo: '¡Rabbuní!' (es decir, '¡Maestro!').


Después de comer, Jesús dijo a Simón Pedro: 'Simón, hijo de Juan, ¿me amas más que éstos?'. Pedro le contestó: 'Sí, Señor, tú sabes que te amo'. Jesús le dijo: '¡Apacienta mis corderos!'.


Cayó fulminantemente a los pies de él y expiró. Los jóvenes entraron, la encontraron muerta y la llevaron a enterrar junto a su marido.


Él preguntó: '¿Quién eres, Señor?'. Y él: 'Yo soy Jesús, a quien tú persigues.


Ten presente la bondad y la severidad de Dios: severidad para con los caídos; bondad para contigo, con tal que permanezcas en esa bondad; pues, de lo contrario, también tú serás cortado.


Del mismo modo que el cuerpo es uno, aunque tiene muchos miembros, y todos los miembros del cuerpo, con ser muchos, forman un cuerpo, así también Cristo.


Pues ¿quién te hace a ti superior? Y ¿qué tienes que no hayas recibido? Y si lo has recibido, ¿por qué presumes como si no lo hubieras recibido?


pues somos miembros de su cuerpo.


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