Biblia Todo Logo
Bíobla ar líne
- Fógraí -





Hechos 17:4 - Biblia Martin Nieto

4 Algunos de ellos se convencieron y se unieron a Pablo y Silas, así como muchos prosélitos griegos y buen número de mujeres nobles.

Féach an chaibidil Cóip


Tuilleadh leaganacha

Biblia Reina Valera 1960

4 Y algunos de ellos creyeron, y se juntaron con Pablo y con Silas; y de los griegos piadosos gran número, y mujeres nobles no pocas.

Féach an chaibidil Cóip

Biblia Nueva Traducción Viviente

4 Algunos judíos que escuchaban fueron persuadidos y se unieron a Pablo y Silas, junto con muchos hombres griegos temerosos de Dios y un gran número de mujeres prominentes.

Féach an chaibidil Cóip

Biblia Católica (Latinoamericana)

4 Hubo algunos que se convencieron y formaron un grupo en torno a Pablo y Silas. Lo mismo hicieron un buen número de griegos, de los 'que temen a Dios', y no pocas mujeres de la alta sociedad.

Féach an chaibidil Cóip

La Biblia Textual 3a Edicion

4 Y algunos de ellos fueron persuadidos; y se unieron a Pablo y a Silas un gran número de griegos temerosos de Dios y no pocas mujeres prominentes.

Féach an chaibidil Cóip

Biblia Serafín de Ausejo 1975

4 Algunos de entre ellos quedaron convencidos y se unieron a Pablo y a Silas, así como una gran muchedumbre de prosélitos griegos y no pocas mujeres principales.

Féach an chaibidil Cóip




Hechos 17:4
31 Tagairtí Cros  

Anda con los sabios y te harás sabio, el que frecuenta los necios será como ellos.


Dejad de ser imprudentes y viviréis, y caminad por la senda de la inteligencia'.


Coro: ¿Dónde se fue tu amor, tú, la más bella de las mujeres? ¿Adónde se dirigió tu amor, para que contigo lo busquemos? Ella:


¡Hala! Sálvate, Sión, tú que habitas en Babilonia.


Los judíos comentaban: '¿A dónde irá éste, que nosotros no podamos encontrarlo? ¿Se irá tal vez con los judíos emigrados entre los griegos para anunciar su doctrina a los griegos?


Cuando se disolvió la reunión, muchos judíos y prosélitos practicantes seguían a Pablo y a Bernabé, los cuales hablaban con ellos exhortándolos a ser fieles a la gracia de Dios.


Pero los judíos soliviantaron a las mujeres religiosas y nobles y a los principales de la ciudad, provocaron una persecución contra Pablo y Bernabé y los echaron de su territorio.


En Iconio entraron también en la sinagoga de los judíos, y hablaron de tal modo que muchos judíos y paganos abrazaron la fe.


La población de la ciudad se dividió. Unos estaban con los judíos y otros con los apóstoles.


Entonces los apóstoles y los presbíteros, con toda la Iglesia, decidieron elegir a algunos de entre ellos y enviarlos a Antioquía con Pablo y Bernabé. Eligieron a Judas Barsabás y a Silas, hombres eminentes entre los hermanos.


Os enviamos a Judas y a Silas, que os dirán lo mismo de palabra.


Judas y Silas, que eran también profetas, alentaron y confortaron a los hermanos en una larga conversación.


Pablo escogió a Silas y partió, después de encomendarlo los hermanos a la gracia del Señor.


Pablo quiso llevárselo con él, y lo circuncidó en consideración a los judíos que había en aquellos lugares, pues todos sabían que su padre era griego.


Al llegar la noche, los hermanos hicieron partir en seguida a Pablo y a Silas hacia Berea. Así que llegaron, fueron a la sinagoga de los judíos.


Muchos judíos abrazaron la fe, así como gran número de paganos, mujeres distinguidas y hombres.


Entonces los hermanos hicieron partir a Pablo hacia el mar, y Silas y Timoteo se quedaron allí.


Discutía en la sinagoga con los judíos y con los prosélitos, y diariamente en la plaza con los que se encontraba.


Algunos, sin embargo, se unieron a él y creyeron; entre ellos se encontraba Dionisio Areopagita, una mujer llamada Dámaris y algunos otros.


Todos los sábados discutía en la sinagoga, intentando convencer a judíos y a griegos.


Esto duró dos años, de manera que todos los habitantes de Asia, tanto judíos como paganos, oyeron la palabra de Dios.


Todos los creyentes vivían unidos y lo tenían todo en común;


gritando: 'Israelitas, ayudadnos: éste es el hombre que va enseñando por todas partes y a todos contra el pueblo, contra la ley, contra este lugar; más aún, ha metido a los griegos en el templo, profanando este lugar santo'.


Unos creyeron lo que decía, pero otros no quisieron creer.


Puestos en libertad, fueron a reunirse con los suyos y les contaron lo que les habían dicho los sumos sacerdotes y los ancianos.


Dieron más de lo que yo esperaba; incluso ofrecieron sus personas, primero al Señor y luego a mí, conforme a la voluntad de Dios,


Lean orainn:

Fógraí


Fógraí