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Hechos 10:35 - Biblia Martin Nieto

35 que acepta al que le es fiel y practica la justicia, sea de la nación que sea.

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Biblia Reina Valera 1960

35 sino que en toda nación se agrada del que le teme y hace justicia.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

35 En cada nación, él acepta a los que le temen y hacen lo correcto.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

35 En toda nación mira con benevolencia al que teme a Dios y practica la justicia.

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La Biblia Textual 3a Edicion

35 sino que de toda nación se agrada del que le teme y hace justicia.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

35 sino que le es agradable todo el que, sea de la raza que fuere, le teme y practica la justicia.

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Hechos 10:35
36 Tagairtí Cros  

Y dijo al hombre: 'Temer al Señor es la sabiduría; huir del mal, he ahí la inteligencia'.


El temor del Señor es el principio de la sabiduría, los que la practican son gente lista: su alabanza permanece eternamente.


los preceptos del Señor son justos, reportan alegría al corazón; los mandamientos del Señor son límpidos, dan luz a los ojos;


Voy a escuchar lo que Dios dice: 'El Señor anuncia la paz para su pueblo y sus amigos, con tal que a su locura no retornen'.


El temor del Señor es el principio de la sabiduría. Los insensatos desprecian la sabiduría y la disciplina.


La bondad y la fidelidad reparan el pecado, con el temor de Dios se evita el mal.


entonces comprenderás el temor del Señor y descubrirás el conocimiento de Dios.


No te tengas por sabio; teme al Señor y apártate del mal;


Fin del discurso. Todo está dicho. Teme a Dios y guarda sus mandamientos, porque en eso consiste ser hombre.


Aman los sacrificios; ¡pues que los ofrezcan! Aman la carne; ¡que la coman! El Señor no se complace en ellos; ahora recordará su iniquidad, castigará su pecado y ellos volverán a Egipto.


Entró donde ella estaba, y le dijo: 'Alégrate, llena de gracia; el Señor está contigo'.


Piadoso y temeroso de Dios, con toda su casa, hacía muchas limosnas al pueblo y oraba continuamente a Dios.


y les dijo: 'Vosotros sabéis que a un judío le está prohibido juntarse con extranjeros y entrar en su casa. Pero Dios me ha enseñado a no llamar profano o impuro a ningún hombre;


y no ha hecho diferencia alguna entre ellos y nosotros, purificando sus corazones con la fe.


La Iglesia gozaba de paz en toda Judea, Galilea y Samaría; se consolidaba y progresaba en la fidelidad al Señor, y se extendía alentada por el Espíritu Santo.


Porque para ser justos ante Dios no basta con escuchar la ley: hay que cumplirla.


Pues cuando los paganos, que no tienen ley, practican de una manera natural lo que manda la ley, aunque no tengan ley, ellos mismos son su propia ley.


justicia de Dios mediante la fe en Jesucristo, para todos los creyentes, sin distinción alguna;


Porque todos nosotros, judíos y griegos, esclavos y libres, fuimos bautizados en un solo Espíritu, para formar un solo cuerpo. Y todos hemos bebido del mismo Espíritu.


Hermanos míos, ya que tenemos estas promesas, purifiquémonos de todo lo que mancha el cuerpo o el espíritu, perfeccionando nuestra consagración en el temor de Dios.


No hay judío ni griego, no hay esclavo ni libre, no hay hombre ni mujer, pues todos vosotros sois uno en Cristo Jesús.


para hacer resplandecer la gracia maravillosa que nos ha concedido por medio de su querido Hijo.


Respetaos unos a otros por fidelidad a Cristo.


La verdadera circuncisión somos nosotros, los que damos culto llevados del Espíritu de Dios y estamos orgullosos de Cristo Jesús, no poniendo nuestra confianza en algo humano,


que llegó hasta vosotros, y que, como fructifica y crece en todo el mundo, así también ha sucedido entre vosotros desde el día en que oísteis y conocisteis la gracia de Dios en la verdad,


Ya no hay distinción entre griego y judío, circunciso o incircunciso, extranjero o ignorante, esclavo o libre, sino que Cristo es todo en todos.


Si sabéis que él es justo, reconoced también que el que practica la justicia ha nacido de él.


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