Biblia Todo Logo
Bíobla ar líne
- Fógraí -





Hebreos 2:17 - Biblia Martin Nieto

17 Por lo cual debió hacerse en todo semejante a sus hermanos, para convertirse en sumo sacerdote misericordioso y fiel ante Dios, para alcanzar el perdón de los pecados del pueblo.

Féach an chaibidil Cóip


Tuilleadh leaganacha

Biblia Reina Valera 1960

17 Por lo cual debía ser en todo semejante a sus hermanos, para venir a ser misericordioso y fiel sumo sacerdote en lo que a Dios se refiere, para expiar los pecados del pueblo.

Féach an chaibidil Cóip

Biblia Nueva Traducción Viviente

17 Por lo tanto, era necesario que en todo sentido él se hiciera semejante a nosotros, sus hermanos, para que fuera nuestro Sumo Sacerdote fiel y misericordioso, delante de Dios. Entonces podría ofrecer un sacrificio que quitaría los pecados del pueblo.

Féach an chaibidil Cóip

Biblia Católica (Latinoamericana)

17 Por eso tuvo que hacerse semejante en todo a sus hermanos, y llegó a ser el sumo sacerdote lleno de comprensión, pero también fiel en el servicio de Dios, que les consigue el perdón.

Féach an chaibidil Cóip

La Biblia Textual 3a Edicion

17 Por lo cual convenía que en todo fuera semejante a sus hermanos, para que les fuera un sumo sacerdote misericordioso y fiel, en lo que a Dios se refiere, para expiar los pecados del pueblo.

Féach an chaibidil Cóip

Biblia Serafín de Ausejo 1975

17 De aquí que tuviera que ser asemejado en todo a sus hermanos, para llegar a ser sumo sacerdote misericordioso y fiel en las relaciones con Dios, a fin de expiar los pecados del pueblo.

Féach an chaibidil Cóip




Hebreos 2:17
37 Tagairtí Cros  

Los sacerdotes los mataron y derramaron su sangre sobre el altar como sacrificio por los pecados de todo Israel, pues el rey había ordenado ofrecer por todo Israel el holocausto y el sacrificio por el pecado.


La justicia será el ceñidor de su cintura; la lealtad, el cinturón de sus caderas.


Del ganado menor se tomará una oveja por cada doscientas del patrimonio de Israel, para las ofrendas, holocaustos y sacrificios de reconciliación para hacer el rito de absolución sobre el pueblo, dice el Señor Dios.


Mas el príncipe se ocupará de los holocaustos y de las ofrendas de pan y vino en las solemnidades, novilunios y sábados, en todas las fiestas en que se congrega la casa de Israel. Él tendrá que proveer lo necesario para el sacrificio por el pecado, la ofrenda, el holocausto y los sacrificios de reconciliación para hacer el rito de absolución sobre la casa de Israel.


De la misma manera haréis el día siete del mes en favor de todo aquel que haya pecado por inadvertencia o ligereza. Así harás la expiación del templo.


Setenta semanas están fijadas sobre tu pueblo y tu ciudad santa, para poner fin al delito y a la injusticia, para perdonar los crímenes e instaurar una justicia eterna, para que se cumplan visión y profecía y para consagrar el lugar santísimo.


El aceite que le queda en la palma de la mano lo verterá sobre la cabeza del que se está purificando. De esta manera el sacerdote habrá cumplido sobre él el rito de absolución delante del Señor.


hará el rito de absolución sobre el santuario por las impurezas de los israelitas, por todas sus transgresiones y pecados. Lo mismo hará sobre la tienda de la reunión, que se encuentra entre ellos en medio de sus impurezas.


Moisés lo inmoló y, mojando sus dedos en la sangre, untó con ella los cuernos del altar todo alrededor y lo purificó. Luego derramó la sangre al pie del altar y lo consagró haciendo sobre él el rito de absolución.


El sacerdote hará el rito de absolución sobre toda la comunidad israelita y les será perdonado, puesto que ha sido un pecado por inadvertencia, y ellos han presentado la ofrenda y el sacrificio por su pecado de inadvertencia;


Como creyente en Cristo Jesús, tengo motivos para estar orgulloso de mi servicio a Dios.


Porque si, siendo enemigos, fuimos reconciliados con Dios por medio de la muerte de su Hijo, mucho más, una vez reconciliados, seremos salvados por su vida.


Él hizo de los dos un solo cuerpo y los ha reconciliado con Dios por medio de la cruz, destruyendo en sí mismo la enemistad;


Y a vosotros, que fuisteis un día extraños y enemigos de corazón y de obra,


y puesto que tenemos un nuevo sumo sacerdote al frente de la casa de Dios,


Porque el santificador y los santificados tienen todos el mismo origen. Por lo cual no se avergüenza de llamarlos hermanos,


Pues de la misma manera que los hijos participan de la misma carne y sangre, también él participó de modo parecido, para reducir a la impotencia mediante la muerte a aquel que tiene el imperio de la muerte, es decir, al diablo,


Porque, ciertamente, no vino en auxilio de los ángeles, sino que vino en auxilio de la descendencia de Abrahán.


Por eso, hermanos, miembros del pueblo de Dios, partícipes de una vocación celeste, considerad al apóstol y sumo sacerdote de la fe que profesamos, a Jesús,


modelo de fidelidad a Dios, que le dio tal nombramiento como lo fue Moisés en toda la casa de Dios.


Moisés, cierto, fue fiel en toda la casa de Dios, en calidad de siervo, como ministro, para dar testimonio de las cosas que debían ser manifestadas;


Puesto que tenemos un sumo sacerdote extraordinario, que ha penetrado en los cielos, Jesús, el Hijo de Dios, permanezcamos firmes en la fe que profesamos.


Pues no tenemos un sumo sacerdote incapaz de compadecerse de nuestras debilidades, ya que fue probado en todo a semejanza nuestra, a excepción del pecado.


Porque todo sacerdote es elegido de entre los hombres para representar a los hombres ante Dios y ofrecer dones y sacrificios por los pecados,


pues fue proclamado por Dios sumo sacerdote a la manera de Melquisedec.


siendo capaz de mostrarse comprensivo con los ignorantes y extraviados, ya que también él está rodeado de debilidad;


Así también Cristo no se atribuyó la gloria de constituirse sumo sacerdote, sino que la recibió de aquel que le dijo: Tú eres mi Hijo, yo te he engendrado hoy.


donde, como precursor nuestro, entró Jesús, convertido en sumo sacerdote para siempre a la manera de Melquisedec.


Tal era precisamente el sumo sacerdote que nos convenía: santo, inocente, sin mancha, separado de los pecadores y elevado más alto que los cielos;


La ley, en efecto, constituye sumos sacerdotes a hombres débiles; pero la palabra del juramento posterior a la ley constituye sacerdote al Hijo, hecho perfecto para siempre.


El punto capital de lo que estamos diciendo es que tenemos un sumo sacerdote que está sentado a la derecha del trono de la majestad en los cielos,


En efecto, todo sumo sacerdote es instituido para ofrecer dones y sacrificios; por lo cual es necesario que éste tenga también algo que ofrecer.


Cristo, por el contrario, se presentó como sumo sacerdote de los bienes venideros, a través de un tabernáculo más santo y más perfecto, no hecho por mano de hombre, es decir, no de esta creación,


Lean orainn:

Fógraí


Fógraí