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Génesis 4:7 - Biblia Martin Nieto

7 Si obraras bien, ¿no alzarías la cabeza?; en cambio, si obras mal, el pecado está a las puertas de tu casa y te acosa sin que puedas contenerlo'.

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Biblia Reina Valera 1960

7 Si bien hicieres, ¿no serás enaltecido? y si no hicieres bien, el pecado está a la puerta; con todo esto, a ti será su deseo, y tú te enseñorearás de él.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

7 Serás aceptado si haces lo correcto, pero si te niegas a hacer lo correcto, entonces, ¡ten cuidado! El pecado está a la puerta, al acecho y ansioso por controlarte; pero tú debes dominarlo y ser su amo».

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Biblia Católica (Latinoamericana)

7 Pero tú no obras bien y el pecado está agazapado a las puertas de tu casa. El te acecha como fiera, pero tú debes dominarlo.

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La Biblia Textual 3a Edicion

7 Si obras bien, ¿no serás enaltecido? Pero si no obras bien, el pecado acecha a la puerta, y su concupiscencia va contra ti, pero tú has de dominarla.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

7 ¿Acaso no andarías con la cabeza alta si hicieras el bien? Como no actúas correctamente, el pecado está a la puerta, al acecho, codiciándote; pero tú debes dominarlo'.

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Génesis 4:7
33 Tagairtí Cros  

Él respondió: 'Te voy a hacer ese favor; no destruiré la ciudad de que me has hablado.


A la mujer le dijo: 'Multiplicaré los trabajos de tus preñeces. Con dolor parirás a tus hijos; tu deseo te arrastrará hacia tu marido, que te dominará'.


El siervo de mi señor, el rey, se lo da todo al rey'. Y añadió: 'Que el Señor, tu Dios, te sea propicio'.


Fue con Jorán, hijo de Ajab, a luchar contra Jazael, rey de Siria, en Ramot de Galaad, donde cayó herido Jorán,


si apartas el mal que hay en tus manos y no albergas en tu tienda la injusticia,


entonces alzarás tu rostro limpio, te sentirás firme y sin temor;


Como era en los días de mi otoño, cuando Dios protegía mi tienda;


Tomad, pues, siete becerros, presentaos a mi siervo Job y ofrecedlos en holocausto por vosotros. Mi siervo Job intercederá por vosotros, y yo, por consideración a él, no os infligiré mi azote por no haber hablado rectamente de mí como mi siervo Job'.


No es bueno tener consideración con el culpable para perjudicar al inocente en el juicio.


El sacrificio del injusto es un sacrilegio, pues lo ofrece con malas intenciones.


Vete, pues, a pronunciar estas palabras hacia el lado del norte. Dirás: Vuelve, rebelde Israel, dice el Señor. No apartaré mi rostro de vosotros, porque soy misericordioso, dice el Señor; no estaré airado eternamente.


¿Qué me importa el incienso traído de Sabá y la caña aromática que viene de lejano país? Vuestros holocaustos no me agradan, ni vuestros sacrificios me complacen.


¿Qué Dios hay como tú, que quite el pecado y perdone la culpa al resto de tu herencia? No mantendrá su cólera por siempre, porque ama la misericordia.


¡Ojalá uno de vosotros cerrara las puertas del templo, para que no se encienda más inútilmente mi altar! No, no estoy contento con vosotros -dice el Señor todopoderoso- y no me agradan las ofrendas de vuestras manos.


Andáis diciendo: '¡Qué aburrimiento!', y me despreciáis -dice el Señor todopoderoso- trayendo la res robada, coja y enferma, y presentándomela como ofrenda. ¿Es que puedo yo aceptarla de vuestras manos? -dice el Señor todopoderoso-.


Cuando afirmáis que la mesa del Señor no tiene ninguna importancia; que no es nada malo ofrecer en sacrificio una res ciega, coja o enferma. ¡Ofrécesela, pues, a tu gobernador, a ver si la acepta y te recibe bien! -dice el Señor todopoderoso-.


Pero si no obráis así, pecaréis contra el Señor, y sabed que vuestro pecado pesará sobre vosotros.


que acepta al que le es fiel y practica la justicia, sea de la nación que sea.


Hermanos, os ruego, por la misericordia de Dios, que ofrezcáis vuestros cuerpos como sacrificio vivo, consagrado, agradable a Dios; éste es el culto que debéis ofrecer.


Pues el que en esto sirve a Cristo, agrada a Dios y es estimado de los hombres.


de ser ministro de Cristo Jesús entre los paganos; mi tarea sagrada consiste en anunciar el evangelio de Dios, para que la ofrenda de los paganos sea agradable a Dios, consagrada por el Espíritu Santo.


Que el pecado no reine más en vuestro cuerpo mortal, y que no os obligue a obedecer a vuestras bajas pasiones.


¿No sabéis que al entregaros a alguien como esclavos para obedecerle, sois esclavos de aquel a quien obedecéis? Si obedecéis al pecado, terminaréis en la muerte; y si obedecéis a Dios, en la justicia.


para hacer resplandecer la gracia maravillosa que nos ha concedido por medio de su querido Hijo.


Si la viuda tiene hijos o nietos, ellos, antes que nadie, son los que deben cuidar de su propia familia y de recompensar a sus progenitores por los beneficios que han recibido de ellos, pues esto es lo que Dios quiere.


Por la fe Abel ofreció a Dios un sacrificio más perfecto que el de Caín; por ella fue proclamado justo, dando el mismo Dios testimonio en favor de sus dones, y por ella, aunque muerto, sigue hablando.


Después su propio deseo, una vez consentido, engendra el pecado; y el pecado, una vez cometido, produce la muerte.


disponeos como piedras vivientes, a ser edificados en casa espiritual y sacerdocio santo, para ofrecer víctimas espirituales agradables a Dios por mediación de Jesucristo;


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