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Génesis 28:13 - Biblia Martin Nieto

13 Arriba estaba el Señor, el cual dijo: 'Yo soy el Señor, el Dios de Abrahán, tu antepasado, y el Dios de Isaac. Yo te daré a ti y a tu descendencia la tierra en que descansas.

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Biblia Reina Valera 1960

13 Y he aquí, Jehová estaba en lo alto de ella, el cual dijo: Yo soy Jehová, el Dios de Abraham tu padre, y el Dios de Isaac; la tierra en que estás acostado te la daré a ti y a tu descendencia.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

13 En la parte superior de la escalera estaba el Señor, quien le dijo: «Yo soy el Señor, Dios de tu abuelo Abraham, y Dios de tu padre Isaac. La tierra en la que estás acostado te pertenece. Te la entrego a ti y a tu descendencia.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

13 Yavé estaba allí a su lado, de pie, y le dijo: 'Yo soy Yavé, el Dios de tu padre Abrahán y de Isaac. Te daré a ti y a tus descendientes la tierra en que descansas.

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La Biblia Textual 3a Edicion

13 Y he aquí YHVH estaba en pie sobre ella y dijo: Yo soy YHVH, Dios de tu padre Abraham y Dios de Isaac. La tierra sobre la que estás tendido te la daré a ti y a tu descendencia.°

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

13 Yahveh estaba de pie junto a él, y le decía: 'Yo soy Yahveh, el Dios de Abrahán, tu padre, y el Dios de Isaac; la tierra sobre la que estás acostado te la daré a ti y a tu posteridad.

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Génesis 28:13
40 Tagairtí Cros  

El Señor se apareció a Abrán y le dijo: 'Yo daré esta tierra a tu descendencia'. Y Abrán levantó allí un altar al Señor, que se le había aparecido.


Toda la tierra que ves te la daré a ti y a tu descendencia para siempre.


Levántate, recorre el país a lo largo y a lo ancho, porque a ti te lo voy a dar'.


Después de todo esto, la palabra del Señor fue dirigida a Abrán en una visión. Dijo: 'No temas, Abrán, yo soy tu escudo. Tu recompensa será muy grande'.


Aquel día el Señor hizo un pacto con Abrán en estos términos: 'A tu descendencia doy esta tierra, desde el torrente de Egipto hasta el gran río, el Éufrates:


Y aquella misma noche se le apareció el Señor y le dijo: 'Yo soy el Dios de tu padre Abrahán. No temas, porque yo estoy contigo. Te bendeciré, y multiplicaré tu descendencia por amor de Abrahán, mi siervo'.


Reside en ese país, y yo estaré contigo y te bendeciré; porque a ti y a tu descendencia os daré esta tierra cumpliendo el juramento que hice a tu padre Abrahán.


Que él te dé la bendición de Abrahán, a ti y a tus descendientes contigo, para que poseas la tierra en que resides, la que Dios dio a Abrahán'.


Yo soy el Dios de Betel, en donde tú ungiste aquella estela y donde hiciste la promesa. Ahora levántate, sal de esta tierra y vuelve a tu patria'.


Si el Dios de mi padre, el Dios de Abrahán, el Terror de Isaac, no hubiera estado conmigo, tú me habrías enviado con las manos vacías. Dios vio mi dolor y el trabajo de mis manos, y ayer por la noche sentenció'.


y les dijo: 'Veo que vuestro padre ya no me mira como antes, pero el Dios de mi padre ha estado conmigo.


Que el Dios de Abrahán y el Dios de Najor -el Dios de sus padres- hagan valer el derecho entre nosotros'. Entonces Jacob juró por el Terror de Isaac, su padre.


Luego exclamó: 'Dios de mi padre Abrahán, Dios de mi padre Isaac, Señor, que me dijiste: Vuelve a tu tierra y a tu familia y yo te haré el bien,


Pues se dijo: 'Si Esaú alcanza el primer grupo y lo ataca, el otro que queda podrá salvarse'.


Dios dijo a Jacob: 'Levántate, vete a vivir a Betel y levanta allí un altar al Dios que se te apareció cuando huías de la presencia de tu hermano Esaú'.


La tierra que di a Abrahán y a Isaac, te la doy a ti y a tu descendencia'.


Y llamó Betel al lugar donde Dios le había hablado.


Y entre las angustias del parto, la partera le dijo: 'No temas, que también esta vez tendrás un hijo'.


Dios continuó: 'Yo soy Dios, el Dios de tu padre. No temas bajar a Egipto, porque allí yo haré de ti un gran pueblo.


Jacob dijo a José: 'El Dios todopoderoso se me apareció en Luz, en el país de Canaán, me bendijo y me dijo:


la alianza que hizo con Abrahán, que confirmó con juramento a Isaac;


'Te daré la tierra de Canaán como porción de tu heredad'.


cuando dijo: 'Te daré la tierra de Canaán como la parte de tu herencia'.


Dios oyó su gemido y se acordó de su pacto con Abrahán, Isaac y Jacob.


Y añadió: 'Yo soy el Dios de tu padre, el Dios de Abrahán, el Dios de Isaac y el Dios de Jacob'. Moisés se tapó la cara, porque temía ver a Dios.


'Esto es para que crean que se te ha aparecido el Señor, Dios de tus padres, Dios de Abrahán, de Isaac y de Jacob'.


Hice con ellos mi pacto: darles la tierra de Canaán, la tierra de sus emigraciones, donde vivieron como extranjeros.


Yo os haré mi pueblo, seré vuestro Dios y vosotros conoceréis que yo soy el Señor, vuestro Dios, el que os libró de la esclavitud egipcia.


Esto dice el Señor Dios: 'Cuando yo recoja a la casa de Israel de entre las naciones donde estaba dispersa, manifestaré en ellos mi santidad a los ojos de las gentes y habitarán la tierra que un día regalé a mi siervo Jacob.


El Señor me hizo ver esto: El Señor Dios estaba sobre un muro vertical, y en su mano tenía una plomada.


Yo soy el Dios de Abrahán, el Dios de Isaac y el Dios de Jacob? No es un Dios de muertos, sino de vivos'.


y no le dio propiedad en esta región, ni siquiera un pie de tierra; pero prometió dársela en posesión a él y a su descendencia después de él, aunque no tenía hijos.


Éstos son los dominios que yo pongo en vuestras manos. Entrad y tomad posesión de esta tierra que el Señor juró dar a vuestros padres, a Abrahán, Isaac y Jacob, a ellos y a sus descendientes.


Y le dijo: 'Ésta es la tierra que yo juré a Abrahán, Isaac y Jacob en estos términos: Se la daré a tu descendencia. Te la hago ver con tus ojos, pero no entrarás en ella'.


No por tu justicia ni por la rectitud de tu corazón vas a entrar en posesión de la tierra, sino por la injusticia de esas naciones las echa el Señor lejos de ti; y también para cumplir el juramento hecho a vuestros padres Abrahán, Isaac y Jacob.


Ellos, en cambio, aspiraban a una patria mejor, es decir, celeste. Por eso Dios no se avergüenza de ellos, de llamarse 'su Dios', porque les ha preparado una ciudad.


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