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Génesis 27:27 - Biblia Martin Nieto

27 Él se acercó y lo besó. Y cuando Isaac sintió la fragancia de sus vestidos le bendijo así: 'Oh, el olor de mi hijo es como el olor de un campo fértil que el Señor ha bendecido.

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Biblia Reina Valera 1960

27 Y Jacob se acercó, y le besó; y olió Isaac el olor de sus vestidos, y le bendijo, diciendo: Mira, el olor de mi hijo, Como el olor del campo que Jehová ha bendecido;

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Biblia Nueva Traducción Viviente

27 Así que Jacob se le acercó y le dio un beso. Entonces Isaac, al sentir el olor de la ropa, finalmente se convenció y bendijo a su hijo diciendo: «¡Ah! ¡El olor de mi hijo es como el olor del campo, que el Señor ha bendecido!

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Biblia Católica (Latinoamericana)

27 Jacob se acercó y le besó. Al sentir Isaac el perfume de su ropa, lo bendijo con estas palabras: '¡Oh!, el olor de mi hijo es el de un campo al que Yavé bendijo.

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La Biblia Textual 3a Edicion

27 Y él se acercó y lo besó, y al oler Isaac el aroma de sus vestidos, lo bendijo° diciendo: He aquí, el aroma de mi hijo, Como el aroma del campo que ha bendecido YHVH.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

27 Él se le acercó y lo besó. En cuanto olió Isaac la fragancia de sus vestidos, le bendijo, diciendo: 'Mira, el olor de mi hijo es como la fragancia de un campo al que ha bendecido Yahveh.

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Génesis 27:27
14 Tagairtí Cros  

Isaac sembró la tierra donde estaba, y aquel año recolectó cien veces más. ¡Tanto le bendijo el Señor!


Tomó después Rebeca vestidos de Esaú, su hijo mayor, los más bonitos que tenía en casa, y se los puso a Jacob, su hijo menor.


Después Isaac, su padre, le dijo: 'Ahora acércate y bésame, hijo mío'.


Entonces su padre tomó la palabra y dijo: 'Lejos de tu tierra será tu residencia, lejos del rocío del cielo.


Los ojos de Israel estaban tan achacosos por la vejez que apenas podían ver. José se los acercó, y él los abrazó y los besó.


Y bendijo a José diciendo: 'El Dios en cuya presencia anduvieron mis padres Abrahán e Isaac, el Dios que me ha guiado desde mi nacimiento hasta hoy,


Tú visitas la tierra y la fecundas, la colmas de riquezas; tus ríos caudalosos van rebosando de agua.


La higuera echa las yemas de sus higos, las viñas en flor exhalan su perfume. ¡Levántate, amor mío; hermosa mía, ven!


De José dijo: / Sea su tierra bendita del Señor / con los rocíos del cielo en lo alto, / y abajo con las aguas del abismo,


Por la fe Isaac bendijo a Jacob y a Esaú con vistas al futuro.


En efecto, la tierra que absorbe el agua caída repetidas veces sobre ella y que produce frutos abundantes para aquellos que la cultivan, recibe la bendición de Dios;


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