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Génesis 2:7 - Biblia Martin Nieto

7 El Señor Dios formó al hombre del polvo de la tierra, le insufló en sus narices un hálito de vida y así el hombre llegó a ser un ser viviente.

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Biblia Reina Valera 1960

7 Entonces Jehová Dios formó al hombre del polvo de la tierra, y sopló en su nariz aliento de vida, y fue el hombre un ser viviente.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

7 Luego el Señor Dios formó al hombre del polvo de la tierra. Sopló aliento de vida en la nariz del hombre, y el hombre se convirtió en un ser viviente.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

7 Entonces Yavé Dios formó al hombre con polvo de la tierra; luego sopló en sus narices un aliento de vida, y existió el hombre con aliento y vida.

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La Biblia Textual 3a Edicion

7 Entonces YHVH ’Elohim modeló al hombre de la tierra roja, e insufló en sus narices aliento de vida. Y el hombre llegó a ser alma viviente.°

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

7 Entonces Yahveh-Dios formó al hombre del polvo de la tierra, insufló en sus narices aliento de vida y el hombre se convirtió en ser viviente.

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Génesis 2:7
33 Tagairtí Cros  

Dios creó al hombre a su imagen, a imagen de Dios los creó, macho y hembra los creó.


Pero un manantial brotaba de la tierra y regaba toda la superficie del suelo.


Con el sudor de tu frente comerás el pan hasta que vuelvas a la tierra, pues de ella fuiste sacado; porque polvo eres y en polvo te has de convertir'.


El Señor Dios lo expulsó del jardín de Edén para que trabajase la tierra de la que había sido sacado.


todo lo que tiene hálito de vida en sus narices, todo lo que habita la tierra seca, todo pereció.


mientras mi aliento siga en mí y el soplo de Dios en mis narices,


Me ha hecho el espíritu de Dios, el soplo del todopoderoso me da vida.


Mira, igual que tú soy ante Dios, también yo fui plasmado de la arcilla.


¡cuánto más en los habitantes de estas casas de arcilla, que apoyan sus cimientos en el polvo! Se les aplasta igual que a la polilla,


Reconoced que el Señor es Dios: él nos ha hecho y somos suyos, su pueblo, las ovejas que él guarda.


él sabe de qué pasta estamos hechos, se acuerda de que no somos más que polvo.


El alma del hombre es la lámpara del Señor, escudriña todos los escondrijos de las entrañas.


y que el polvo torne a la tierra como era antes, y que el espíritu vuelva a Dios, que es quien lo dio.


un tiempo para rasgar y un tiempo para coser; un tiempo para callar y un tiempo para hablar;


Dejad de confiar en el hombre, pues sólo un soplo hay en su nariz. ¿Cuánta estima merece?


No te irrites sin medida, Señor, no recuerdes siempre nuestras culpas. Pues, mira, tu pueblo somos todos nosotros.


El aire de nuestro aliento, el ungido del Señor, quedó preso en sus fosas; aquel que decíamos: '¡A su sombra viviremos en medio de las gentes!'.


Esto dice el Señor Dios a estos huesos: Yo haré que entre de nuevo el espíritu en vosotros y reviviréis.


Os cubriré de nervios, haré crecer sobre vosotros la carne, os echaré encima la piel y os infundiré el espíritu y viviréis, y sabréis que yo soy el Señor'.


Palabra del Señor sobre Israel. Palabra del Señor, el que extendió los cielos, puso los cimientos sobre la tierra y ha formado el espíritu en el interior del hombre.


Cayeron sobre sus rostros y dijeron: '¡Oh, Dios, Dios del espíritu de todo viviente! ¿Ha pecado uno solo, y tú te irritas contra toda la comunidad?'.


'¡Que el Señor, el Dios de los espíritus que dan vida a todo ser viviente, establezca sobre esta comunidad un hombre


Después sopló sobre ellos y les dijo: 'Recibid el Espíritu Santo.


Ni es servido por manos humanas, como si necesitase algo él, que da a todos la vida, el aliento y todas las cosas;


En todo caso, ¿quién eres tú, pobre hombre, para pedir cuentas a Dios? ¿Acaso dice el vaso al alfarero: Por qué me hiciste así?


la Escritura dice: Adán, el primer hombre, fue creado un ser viviente;


El primer hombre, sacado de la tierra, es terrestre; el segundo, por el contrario, del cielo.


Pero llevamos este tesoro en vasijas de barro, para que aparezca claro que esta pujanza extraordinaria viene de Dios y no de nosotros.


Sabemos que si esta tienda en que habitamos en la tierra se destruye, tenemos otra casa, que es obra de Dios; una morada eterna en los cielos, no construida por mano de hombres.


pues Adán fue formado el primero, luego Eva.


Además, si nosotros respetábamos a nuestros padres cuando nos corregían, ¿con cuánta mayor razón debemos someternos a nuestro Padre celestial para tener la vida?


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