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Gálatas 6:8 - Biblia Martin Nieto

8 Porque el que siembra en su propia carne, de la carne cosechará corrupción; pero el que siembra en el espíritu, del espíritu cosechará la vida eterna.

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Biblia Reina Valera 1960

8 Porque el que siembra para su carne, de la carne segará corrupción; mas el que siembra para el Espíritu, del Espíritu segará vida eterna.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

8 Los que viven solo para satisfacer los deseos de su propia naturaleza pecaminosa cosecharán, de esa naturaleza, destrucción y muerte; pero los que viven para agradar al Espíritu, del Espíritu, cosecharán vida eterna.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

8 El que siembra en el espíritu, cosechará del espíritu la vida eterna.

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La Biblia Textual 3a Edicion

8 Porque el que siembra para su carne, de la carne cosechará corrupción, pero el que siembra para el espíritu, del Espíritu cosechará vida eterna.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

8 El que siembra para su propia carne, de la carne cosechará corrupción; pero el que siembra para el Espíritu, del Espíritu cosechará vida eterna.

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Gálatas 6:8
31 Tagairtí Cros  

Hablo por lo que he visto. Los que labran maldad y siembran aflicción, de ellas cosechan.


El injusto adquiere ganancias falsas, pero el que siembra la justicia tiene recompensa verdadera.


El que siembra injusticia cosecha desventuras, el fruto de sus fatigas se evapora.


Por la mañana siembra tu semilla, y por la tarde no des descanso a tu mano; porque tú no sabes lo que es mejor, si esto o aquello, o si ambas cosas son igualmente buenas.


Felices vosotros, que entonces sembraréis junto a todas las aguas, dejando suelto al buey y al asno.


Sembraron trigo y recogen espinas; se han fatigado sin provecho. Les dan vergüenza sus cosechas, por el furor de la ira del Señor.


¿Por qué habéis arado la crueldad, habéis cosechado el crimen y habéis comido el fruto de la estafa? Por haber confiado en tus carros, en la multitud de tus guerreros,


Siembran viento, recogerán tempestad; su grano no dará mies, ni la espiga dará harina; y si la da, los extranjeros la devorarán.


Y todo el que deje casa, hermanos o hermanas, padre o madre, o hijos o campos por mi causa recibirá el ciento por uno y heredará la vida eterna'.


Y éstos irán al castigo eterno, pero los justos a la vida eterna'.


sin que reciba mucho más en este mundo y después la vida eterna'.


pero el que beba del agua que yo le dé no tendrá sed jamás; más aún, el agua que yo le daré será en él manantial que salta hasta la vida eterna'.


El segador cobra el salario y recoge el fruto para la vida eterna. Así se alegra tanto el que siega como el que siembra.


Procuraos no el alimento que pasa, sino el que dura para la vida eterna; el que os da el hijo del hombre, a quien Dios Padre acreditó con su sello'.


al contrario, revestíos de Jesucristo, el Señor, y no busquéis satisfacer los bajos instintos.


No entreguéis vuestros miembros al pecado como instrumentos de injusticia. Al contrario, entregaos a Dios como muertos que han vuelto a la vida, entregad vuestros miembros a Dios como instrumentos de justicia;


Porque el salario del pecado es la muerte; pero el don de Dios es la vida eterna en Cristo Jesús, Señor nuestro.


Y si el Espíritu del que resucitó a Jesús de entre los muertos habita en vosotros, el que resucitó a Cristo Jesús de entre los muertos vivificará también vuestros cuerpos mortales por obra de su Espíritu, que habita en vosotros.


Porque si vivís según los bajos instintos, moriréis; pero si, conforme al Espíritu, dais muerte a las acciones carnales, viviréis.


Porque el deseo de la carne es la muerte, pero el pensamiento del espíritu es la vida y la paz.


Eso mismo pasa con la resurrección de los muertos. Se siembra algo corruptible, y resucita incorruptible.


No os engañéis: de Dios no se burla nadie. Pues lo que el hombre haya sembrado, eso mismo cosechará.


Por esto he obtenido yo misericordia, para que Jesucristo demostrase en mí su generosidad para ejemplo de los que por creer en él conseguirán la vida eterna.


a fin de que, justificados por su gracia, seamos herederos de la vida eterna, tal y como lo esperamos.


El fruto de la justicia se siembra en la paz para los que obran la paz.


Estos hombres son como animales irracionales, destinados por ley natural a ser cazados y a morir; hablan mal contra las cosas que no conocen, y morirán como los animales;


Les prometen la libertad, mientras ellos son esclavos de la corrupción, puesto que somos esclavos de aquel que nos ha dominado.


conservaos en el amor de Dios, aguardando la misericordia de nuestro Señor Jesucristo para la vida eterna.


Que el pecador continúe pecando, que el inmundo siga en su inmundicia, pero que el justo continúe practicando la justicia y que el santo siga santificándose.


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