Biblia Todo Logo
Bíobla ar líne
- Fógraí -





Gálatas 2:20 - Biblia Martin Nieto

20 y ya no vivo yo, pues es Cristo el que vive en mí. Mi vida presente la vivo en la fe en el Hijo de Dios, el cual me amó y se entregó a sí mismo por mí.

Féach an chaibidil Cóip


Tuilleadh leaganacha

Biblia Reina Valera 1960

20 Con Cristo estoy juntamente crucificado, y ya no vivo yo, mas vive Cristo en mí; y lo que ahora vivo en la carne, lo vivo en la fe del Hijo de Dios, el cual me amó y se entregó a sí mismo por mí.

Féach an chaibidil Cóip

Biblia Nueva Traducción Viviente

20 Mi antiguo yo ha sido crucificado con Cristo. Ya no vivo yo, sino que Cristo vive en mí. Así que vivo en este cuerpo terrenal confiando en el Hijo de Dios, quien me amó y se entregó a sí mismo por mí.

Féach an chaibidil Cóip

Biblia Católica (Latinoamericana)

20 y ahora no vivo yo, es Cristo quien vive en mí. Todo lo que vivo en lo humano lo vivo con la fe en el Hijo de Dios, que me amó y se entregó por mí.

Féach an chaibidil Cóip

La Biblia Textual 3a Edicion

20 y ya no vivo yo, sino que el Mesías vive en mí; y lo que ahora vivo en la carne, lo vivo en la fe del Hijo de Dios, quien me amó, y se entregó a sí mismo por mí.

Féach an chaibidil Cóip

Biblia Serafín de Ausejo 1975

20 Y ya no vivo yo; es Cristo quien vive en mí. Y respecto del vivir ahora en carne, vivo en la fe del Hijo de Dios, que me amó y se entregó a sí mismo por mí.

Féach an chaibidil Cóip




Gálatas 2:20
65 Tagairtí Cros  

Tu boca como vino exquisito, que fluye suavemente hacia mi amor, deslizándose entre los labios que se adormecen'. Ella:


de la misma manera que el hijo del hombre no ha venido a ser servido, sino a servir y dar su vida por la liberación de todos'.


El tentador se acercó y le dijo: 'Si eres hijo de Dios, di que estas piedras se conviertan en panes'.


Natanael le respondió: 'Rabí, tú eres el hijo de Dios, tú eres el rey de Israel'. Jesús le contestó:


'Yo soy el buen pastor. El buen pastor da su vida por las ovejas.


Nadie tiene mayor amor que el que da la vida por sus amigos.


Que todos sean una sola cosa; como tú, Padre, estás en mí y yo en ti, que también ellos sean una sola cosa en nosotros, para que el mundo crea que tú me has enviado.


'Porque tanto amó Dios al mundo que dio a su hijo único, para que quien crea en él no perezca, sino que tenga vida eterna.


El Padre ama al hijo y ha puesto en sus manos todas las cosas.


Como el Padre que me ha enviado vive y yo vivo por el Padre, así el que me come vivirá por mí.


Nosotros creemos y sabemos que tú eres el santo de Dios'.


Continuaron su camino y llegaron a un lugar donde había agua; el eunuco dijo: 'Mira, aquí hay agua; ¿qué impide que me bautice?'.


Y en seguida se puso a predicar en las sinagogas proclamando que Jesús es el Hijo de Dios.


Porque la justicia de Dios se manifiesta en él por la fe en continuo crecimiento, según está escrito: El justo vivirá por la fe.


Porque ninguno de vosotros vive para sí, y ninguno muere para sí.


justicia de Dios mediante la fe en Jesucristo, para todos los creyentes, sin distinción alguna;


el cual fue entregado por nuestros pecados y resucitado para nuestra justificación.


A él debemos, en virtud de la fe, este estado de gracia, en que nos mantenemos firmes y nos alegramos con la esperanza de alcanzar la gloria de Dios.


Pues Cristo, cuando aún éramos nosotros débiles, en el tiempo ya establecido, murió por los malvados.


pero Dios mostró su amor para con nosotros en que, siendo aún pecadores, Cristo murió por nosotros.


No entreguéis vuestros miembros al pecado como instrumentos de injusticia. Al contrario, entregaos a Dios como muertos que han vuelto a la vida, entregad vuestros miembros a Dios como instrumentos de justicia;


Y si morimos con Cristo, creemos que también viviremos con él;


Y si Cristo está en vosotros, el cuerpo ciertamente está muerto por el pecado, pero el espíritu está vivo por la justicia.


Pero en todas estas cosas salimos triunfadores por medio de aquel que nos amó.


Pero el que se une al Señor es un solo espíritu con él.


no porque quiera controlar autoritariamente vuestra fe, pues os mantenéis firmes en ella, sino para contribuir a vuestra alegría.


soy humano, pero no lucho por motivos humanos;


Tan cierto como la verdad de Cristo, que poseo, que nadie en la región de Acaya me quitará esta honra.


puesto que buscáis una prueba de que Cristo habla en mí. Cristo no ha sido débil con vosotros, ha demostrado su poder entre vosotros.


Examinaos a vosotros mismos a ver si estáis firmes en la fe; poneos vosotros mismos a prueba. ¿No reconocéis que Jesucristo está en vosotros? A ver si es que no superáis la prueba.


Porque el amor de Cristo nos apremia, pensando que si uno murió por todos, todos murieron con él;


y murió por todos, para que los que viven no vivan para sí, sino para quien murió y resucitó por ellos.


porque caminamos en fe y no en clara visión.


que se entregó a sí mismo por nuestros pecados para sacarnos de este mundo perverso, conforme a la voluntad de nuestro Dios y Padre,


pero sabemos que nadie se justifica por las obras de la ley, sino por la fe en Jesucristo; nosotros creemos en Cristo Jesús para ser justificados por la fe de Cristo, no por las obras de la ley; porque nadie será justificado


Es claro que nadie se justifica ante Dios por la ley, porque el justo vivirá gracias a la fe.


Los que son de Cristo Jesús han crucificado la carne con sus pasiones y concupiscencias.


Yo, por mi parte, sólo quiero presumir de la cruz de nuestro Señor Jesucristo, por la cual el mundo está crucificado para mí y yo para el mundo.


y que Cristo habite en vuestros corazones por la fe, para que, arraigados y fundamentados en el amor,


Vivid en el amor, siguiendo el ejemplo de Cristo, que nos amó y se entregó por nosotros a Dios como ofrenda y sacrificio de olor agradable.


Maridos, amad a vuestras esposas, como Cristo amó a la Iglesia y se entregó él mismo por ella,


Pues para mí la vida es Cristo, y la muerte ganancia.


Todo lo puedo en aquel que me conforta.


a quienes Dios quiso descubrir cuál es la riqueza sublime de este secreto entre los paganos, que es Cristo entre vosotros, la esperanza de la gloria,


con la esperanza de que su Hijo Jesús, al que él resucitó de entre los muertos, vuelva del cielo y nos libre del desastre inminente.


que murió por nosotros para que, vivos o muertos, vivamos siempre con él.


que se entregó a sí mismo por nosotros para redimirnos y hacer de nosotros un pueblo escogido, limpio de todo pecado y dispuesto a hacer siempre el bien.


En efecto, todo sumo sacerdote es instituido para ofrecer dones y sacrificios; por lo cual es necesario que éste tenga también algo que ofrecer.


al que amáis y en el que creéis sin haberlo visto por el que os alegráis con un gozo inenarrable y radiante,


pero si andamos en la luz, como él está en la luz, entonces estamos unidos unos con otros, y la sangre de Jesús, su Hijo, nos purifica de todo pecado.


Nosotros hemos visto y testificamos que el Padre ha enviado a su Hijo, el Salvador del mundo.


Sabemos también que el Hijo de Dios ha venido y nos ha dado inteligencia para conocer al Verdadero. Nosotros estamos en el Verdadero, en su Hijo Jesucristo. Él es el verdadero Dios y la vida eterna.


y de parte de Jesucristo, el testigo fiel, el primogénito de entre los muertos y el rey de los reyes de la tierra. A aquel que nos ama y nos ha lavado de nuestros pecados con su propia sangre,


Yo estoy a la puerta y llamo; si alguno oye mi voz y me abre, entraré en su casa, cenaré con él y él conmigo.


Lean orainn:

Fógraí


Fógraí