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Gálatas 2:19 - Biblia Martin Nieto

19 Pues yo, por la ley, he muerto a la ley, a fin de vivir para Dios. Estoy crucificado con Cristo;

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Biblia Reina Valera 1960

19 Porque yo por la ley soy muerto para la ley, a fin de vivir para Dios.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

19 Pues, cuando intenté obedecer la ley, la ley misma me condenó. Así que morí a la ley —es decir, dejé de intentar cumplir todas sus exigencias— a fin de vivir para Dios.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

19 En cuanto a mí, la misma Ley me llevó a morir a la Ley a fin de vivir para Dios. He sido crucificado con Cristo,

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La Biblia Textual 3a Edicion

19 Porque yo, por medio de la ley, a la ley he muerto, a fin de vivir para Dios. Con el Mesías he sido juntamente crucificado,

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

19 Pues yo por la ley morí a la ley, a fin de vivir para Dios. Con Cristo estoy crucificado.

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Gálatas 2:19
28 Tagairtí Cros  

En realidad, la ley lleva consigo el castigo; pero donde no hay ley no hay transgresión de la ley.


La ley llegó para que abundase el delito; pero donde abundó el delito, sobreabundó la gracia,


Así, también vosotros consideraos muertos al pecado, pero vivos para Dios en unión con Cristo Jesús.


pues el pecado no tendrá dominio sobre vosotros, porque no estáis bajo el dominio de la ley, sino bajo la acción de la gracia.


¡Nunca jamás! Los que hemos muerto al pecado, ¿cómo vamos a seguir viviendo en él?


Sabemos que la ley es espiritual, pero yo soy carnal, vendido como esclavo al poder del pecado.


Así también vosotros, hermanos míos, habéis muerto a la ley en la persona de Cristo, a fin de pertenecer a otro, al resucitado de entre los muertos, para que produzcamos frutos para Dios.


Porque la ley del espíritu, que da la vida en Cristo Jesús, me ha librado de la ley del pecado y de la muerte.


Ya comáis, ya bebáis, hagáis lo que hagáis, hacedlo todo para gloria de Dios.


Con los judíos me hago judío; con los que están bajo la ley, como quien está bajo ella, sin estarlo, para ganar a los que están bajo la ley;


y murió por todos, para que los que viven no vivan para sí, sino para quien murió y resucitó por ellos.


y ya no vivo yo, pues es Cristo el que vive en mí. Mi vida presente la vivo en la fe en el Hijo de Dios, el cual me amó y se entregó a sí mismo por mí.


Pero los que se atienen al cumplimiento de la ley están bajo maldición, como dice la Escritura: Maldito sea el que no cumple todo lo que está escrito en la ley.


De suerte que la ley ha sido nuestro pedagogo hasta Cristo, para que por la fe fuéramos justificados;


Yo, por mi parte, sólo quiero presumir de la cruz de nuestro Señor Jesucristo, por la cual el mundo está crucificado para mí y yo para el mundo.


Si habéis muerto con Cristo a los elementos del mundo, ¿por qué os sometéis como si todavía fueseis del mundo a preceptos como:


Vosotros habéis muerto, y vuestra vida está escondida con Cristo en Dios.


que murió por nosotros para que, vivos o muertos, vivamos siempre con él.


que se entregó a sí mismo por nosotros para redimirnos y hacer de nosotros un pueblo escogido, limpio de todo pecado y dispuesto a hacer siempre el bien.


¿cuánto más la sangre de Cristo, que por virtud del Espíritu eterno se ofreció a sí mismo a Dios como víctima inmaculada, purificará nuestra conciencia de sus obras muertas, para servir al Dios vivo?


él que llevó en su propio cuerpo nuestros pecados sobre la cruz para que, muertos para el pecado, vivamos para la justicia: por sus heridas hemos sido curados.


Para esto se anunció el evangelio a los muertos, para que los encadenados en la carne por los hombres vivan según Dios en el espíritu.


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