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Filipenses 4:8 - Biblia Martin Nieto

8 Por lo demás, hermanos, considerad lo que hay de verdadero, de noble, de justo, de puro, de amable, de buena fama, de virtuoso, de laudable;

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Biblia Reina Valera 1960

8 Por lo demás, hermanos, todo lo que es verdadero, todo lo honesto, todo lo justo, todo lo puro, todo lo amable, todo lo que es de buen nombre; si hay virtud alguna, si algo digno de alabanza, en esto pensad.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

8 Y ahora, amados hermanos, una cosa más para terminar. Concéntrense en todo lo que es verdadero, todo lo honorable, todo lo justo, todo lo puro, todo lo bello y todo lo admirable. Piensen en cosas excelentes y dignas de alabanza.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

8 Por lo demás, hermanos, fíjense en todo lo que encuentren de verdadero, noble, justo y limpio; en todo lo que es fraternal y hermoso, en todos los valores morales que merecen alabanza.

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La Biblia Textual 3a Edicion

8 Por lo demás, hermanos, todo lo que es verdadero, todo lo honorable, todo lo justo, todo lo puro, todo lo amable, todo lo que es de buena reputación; si hay alguna virtud, si hay algo digno de alabanza, en eso pensad.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

8 En fin, hermanos, todo lo que hay de verdadero, de noble, de justo, de puro, de amable, de honorable, si hay alguna virtud o algo digno de alabanza, todo eso tenedlo como cosa propia.

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Filipenses 4:8
67 Tagairtí Cros  

No; le pondré al corriente para que ordene a sus hijos y a su casa, después de él, que observen la ley del Señor, practicando la justicia y el derecho, de modo que el Señor cumpla en Abrahán cuanto ha prometido acerca de él'.


Saúl y Jonatán, tan queridos y amados, no fueron separados ni en la vida ni en la muerte; más veloces que águilas, más fuertes que leones.


El Dios de Jacob ha hablado, la roca de Israel me ha dicho: el que gobierna a los hombres con justicia, el que gobierna con temor de Dios,


'¿Hasta cuándo juzgaréis injustamente, os pondréis de parte de los criminales?


El Señor reprueba la balanza falsa, pero el peso justo le agrada.


Una mujer virtuosa es la corona de su marido, una mujer desvergonzada es como la carcoma en sus huesos.


La balanza y los platillos justos son del Señor, y obra suya son todas las pesas de la bolsa.


El justo procede con honestidad, ¡dichosos sus hijos después de él!


Una mujer perfecta, ¿quién la encontrará? Vale mucho más que las perlas.


'Muchas hijas se han mostrado virtuosas, pero tú superas a todas'.


Dadle del fruto de sus manos y que en las puertas de la ciudad sus obras proclamen su alabanza.


Su boca es colmo de dulzura, todo en él es delicia. Así es mi amor, así mi amigo, hijas de Jerusalén.


El camino del justo va todo derecho, tú allanas el camino derecho del justo.


Le enviaron discípulos suyos con los herodianos a decirle: 'Maestro, sabemos que eres sincero, que enseñas de verdad el camino de Dios y que no te importa nada el qué dirán, porque no tienes respetos humanos.


porque Herodes respetaba a Juan, pues reconocía que era un hombre justo y santo, y lo protegía; cuando lo oía quedaba perplejo, pero lo escuchaba con gusto.


Y les dijo: 'Vosotros presumís de justos delante de los hombres, pero Dios conoce vuestros corazones; porque lo que se estima tanto entre los hombres, no tiene valor alguno ante Dios.


Había entonces en Jerusalén un hombre llamado Simeón, justo y piadoso, que esperaba la liberación de Israel: El Espíritu Santo estaba en él,


Un hombre llamado José, miembro del tribunal supremo, hombre bueno y justo,


El que habla por su propia cuenta busca su propio honor; pero el que busca el honor del que lo ha enviado es veraz, y en él no hay injusticia.


Ellos dijeron: 'El centurión Cornelio, varón justo y temeroso de Dios, que goza de la reputación de todos los judíos, ha recibido aviso de un santo ángel para que te mande llamar y vayas a su casa y oír lo que tengas que decirle'.


Un tal Ananías, fiel cumplidor de la ley, estimado por todos los judíos de la ciudad,


Elegid, pues, cuidadosamente entre vosotros, hermanos, siete hombres de buena reputación, llenos del Espíritu Santo y de sabiduría, y nosotros les encomendaremos este servicio;


Comportémonos decentemente, como en pleno día; nada de comilonas ni borracheras, nada de lujuria ni desenfreno, nada de peleas ni envidias;


Los gobernantes no están para amedrentar a los que obran bien, sino a los que obran mal. ¿Quieres vivir sin miedo a la autoridad? Pórtate bien, y tendrás su aprobación;


Pues el que en esto sirve a Cristo, agrada a Dios y es estimado de los hombres.


sino que es judío el que lo es en el interior, y la verdadera circuncisión es la del corazón, según el espíritu, no según la letra; cuya alabanza no viene de los hombres, sino de Dios.


Así pues, nada juzguéis antes de tiempo, hasta que venga el Señor, que iluminará los escondrijos de las tinieblas y pondrá de manifiesto las intenciones del corazón, y entonces cada uno recibirá de Dios la alabanza que merezca.


Pedimos a Dios que no hagáis ningún mal; no para demostrar que yo he aprobado, sino para que practiquéis el bien, aunque yo quede descalificado.


en medio de gloria y de ignominia, de calumnia y buena fama; como impostores, aunque veraces;


Con él envío al hermano de quien todas las iglesias hacen grandes elogios por todo lo que ha hecho por el evangelio;


pues procuramos hacerlo bien no sólo ante Dios, sino también ante los hombres.


Por el contrario, los frutos del Espíritu son: amor, alegría, paz, generosidad, benignidad, bondad, fe,


Por esto, desterrad la mentira, y que cada uno diga la verdad a su prójimo, pues somos miembros los unos de los otros.


(porque el fruto de la luz consiste en la bondad, en la justicia y en la verdad).


Manteneos firmes, ceñidos vuestros lomos con la verdad, revestidos con la coraza de la justicia


Sigue estrictamente la justicia, para que vivas y goces de la tierra que el Señor, tu Dios, está para darte en posesión.


Por lo demás, hermanos míos, alegraos en el Señor. No me resulta molesto escribiros las mismas cosas, y a vosotros os es útil.


Portaos sabiamente con los de afuera, aprovechando las ocasiones propicias.


Así llevaréis una vida honrada a los ojos de los de fuera y no tendréis necesidad de nadie.


por los reyes y por todos los que gozan de poder, a fin de que podamos disfrutar de una vida pacífica y tranquila con toda piedad y honestidad.


Las mujeres, igualmente, que sean dignas, no chismosas, moderadas en la bebida, fieles en todo.


que sepa gobernar bien su propia casa y hacer que sus hijos sean obedientes y respetuosos;


Que nadie te menosprecie por ser joven; debes ser, más bien, ejemplo para los creyentes, en el modo de hablar, en el comportamiento, en el amor, en la fe, en la honestidad.


y estar acreditada por sus buenas obras, tales como haber educado bien a sus hijos, haber ejercitado la hospitalidad, haber lavado los pies a los creyentes, haber socorrido a los atribulados, haber practicado toda clase de obra buena.


a las ancianas, como a madres; a las jóvenes, como a hermanas, con toda pureza.


al contrario, debe ser hospitalario, amigo del bien, prudente, justo, religioso, con dominio de sí mismo,


que se entregó a sí mismo por nosotros para redimirnos y hacer de nosotros un pueblo escogido, limpio de todo pecado y dispuesto a hacer siempre el bien.


Que los ancianos sean sobrios, hombres ponderados, prudentes, sanos en la fe, en el amor, en la paciencia;


presentándote como ejemplo de buenas obras, un hombre íntegro en la doctrina, de porte digno,


Que nuestros hermanos sean los primeros en hacer el bien y en atender a las necesidades urgentes; así serán útiles para los demás.


Por ella recibieron testimonio de admiración los antiguos.


Rezad por nosotros. Sabemos que tenemos la conciencia tranquila, resueltos como estamos a portarnos bien en todo.


La práctica religiosa pura y sin mancha delante de Dios, nuestro Padre, consiste en visitar a los huérfanos y a las viudas en sus tribulaciones y en guardarse de los vicios del mundo.


La sabiduría de arriba, por el contrario, es ante todo pura, pacífica, condescendiente, conciliadora, llena de misericordia y de buenos frutos, imparcial, sin hipocresía.


Purificados por la obediencia a la verdad con el fin de llegar a una fraternidad sincera amaos entrañablemente unos a otros,


Comportaos ejemplarmente en medio de los paganos, para que lo mismo que os calumnian como malhechores, al ver vuestras buenas obras glorifiquen a Dios el día que venga a visitarlos.


Ante todo amaos ardientemente unos a otros, pues el amor alcanza el perdón de todos los pecados.


Queridos hermanos, ésta es la segunda carta que os escribo. En las dos, mi propósito es el mismo: conseguir, con mis consejos, que penséis rectamente.


Amémonos no de palabra ni de boquilla, sino con obras y de verdad.


El que tiene esta esperanza en él se purifica a sí mismo, como él es puro.


Queridos míos, no os fiéis de todos los que dicen que hablan en nombre de Dios; comprobadlo antes.


No tengas miedo, hija mía; haré con gusto lo que pides, pues todo el pueblo sabe que eres mujer virtuosa.


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