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Filipenses 3:3 - Biblia Martin Nieto

3 La verdadera circuncisión somos nosotros, los que damos culto llevados del Espíritu de Dios y estamos orgullosos de Cristo Jesús, no poniendo nuestra confianza en algo humano,

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Biblia Reina Valera 1960

3 Porque nosotros somos la circuncisión, los que en espíritu servimos a Dios y nos gloriamos en Cristo Jesús, no teniendo confianza en la carne.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

3 Pues los que adoramos por medio del Espíritu de Dios somos los verdaderos circuncisos. Confiamos en lo que Cristo Jesús hizo por nosotros. No depositamos ninguna confianza en esfuerzos humanos

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Biblia Católica (Latinoamericana)

3 Nosotros somos los verdaderos circuncidados, pues servimos a Dios en espíritu y confiamos no en cosas humanas, sino en Cristo Jesús.

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La Biblia Textual 3a Edicion

3 Porque nosotros somos la circuncisión,° los que servimos por el Espíritu de Dios,° y nos gloriamos en Jesús el Mesías, no teniendo confianza en la carne.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

3 Pues la verdadera circuncisión somos nosotros, los que practicamos el culto según el Espíritu de Dios y nos gloriamos en Cristo Jesús, y no ponemos nuestra confianza en la carne,

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Filipenses 3:3
32 Tagairtí Cros  

estad orgullosos de su santo nombre, alegraos los que buscáis al Señor.


Gracias al Señor toda la raza de Israel obtendrá la justicia y saltará de gozo.


Circuncidaos para el Señor, quitad el prepucio de vuestro corazón, oh gentes de Judá, habitantes de Jerusalén, no sea que estalle mi furor como fuego y arda sin que haya quien lo apague por la maldad de vuestras obras'.


Porque desde oriente a occidente mi nombre es grande entre las naciones, y en todo lugar se ofrece a mi nombre un sacrificio de incienso y una ofrenda pura. Porque mi nombre es grande entre las naciones -dice el Señor todopoderoso-,


Dios, a quien sirvo de todo corazón predicando el evangelio de su Hijo, es testigo de que os recuerdo constantemente,


Como creyente en Cristo Jesús, tengo motivos para estar orgulloso de mi servicio a Dios.


Pero ahora, al morir a la ley, a la cual estábamos sujetos, hemos quedado libres para servir a Dios no conforme a la letra de la vieja ley, sino conforme a la nueva vida del Espíritu.


Porque no recibisteis el espíritu de esclavitud para recaer de nuevo en el temor, sino que recibisteis el espíritu de hijos adoptivos, que nos hace exclamar: ¡Abba! ¡Padre!


ni la altura ni la profundidad, ni otra criatura alguna podrá separarnos del amor que Dios nos ha manifestado en Cristo Jesús, nuestro Señor.


Y no es que las promesas de Dios no se hayan cumplido, porque no todos los descendientes de Israel son Israel;


Si muchos presumen de méritos humanos, yo también voy a presumir de lo mismo.


Si vivimos por el Espíritu, dejémonos conducir por el Espíritu.


Paz y misericordia a todos los que vivan conforme a esta regla y al Israel de Dios.


orando sin cesar bajo la guía del Espíritu con toda clase de oraciones y súplicas; estad alerta y pedid constantemente por todos los creyentes;


Circuncidad vuestro corazón y no sigáis más con vuestra cabeza dura,


El Señor, tu Dios, circuncidará tu corazón y el de tus descendientes para que le ames con todo tu corazón y toda tu alma, y así vivas.


Pablo y Timoteo, siervos de Jesucristo, a todos los cristianos que viven en Filipos con sus obispos y diáconos.


No quiero decir con esto que haya alcanzado ya la perfección, sino que corro tras ella con la pretensión de darle alcance, por cuanto yo mismo fui alcanzado por Cristo Jesús.


corro hacia la meta, hacia la vocación celeste de Dios en Cristo Jesús.


En él también fuisteis circuncidados con una circuncisión hecha no por la mano del hombre, sino con la circuncisión de Cristo, que consiste en despojaros de vuestros apetitos carnales.


Vosotros, en cambio, queridos, asentaos en el cimiento de vuestra santa fe, orad en el Espíritu Santo;


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