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Filipenses 2:6 - Biblia Martin Nieto

6 el cual, teniendo la naturaleza gloriosa de Dios, no consideró como codiciable tesoro el mantenerse igual a Dios,

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Biblia Reina Valera 1960

6 el cual, siendo en forma de Dios, no estimó el ser igual a Dios como cosa a que aferrarse,

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Biblia Nueva Traducción Viviente

6 Aunque era Dios, no consideró que el ser igual a Dios fuera algo a lo cual aferrarse.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

6 El, siendo de condición divina, no se apegó a su igualdad con Dios, sino que se redujo a nada,

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La Biblia Textual 3a Edicion

6 el cual, existiendo en forma de Dios, no quiso por usurpación° ser igual con Dios,

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

6 el cual, siendo de condición divina, no se encastilló en ser igual a Dios,

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Filipenses 2:6
37 Tagairtí Cros  

El Señor mismo os dará una señal. Mirad: la virgen encinta da a luz un hijo, a quien ella pondrá el nombre de Emanuel.


invadirá Judá y la inundará hasta que el agua llegue al cuello. Y el despliegue de sus olas cubrirá toda la anchura de tu tierra, ¡oh Emanuel!


para ensanchar el imperio, para una paz sin fin en el trono de David y en su reino; para asentarlo y afirmarlo en el derecho y la justicia desde ahora para siempre. El celo del Señor omnipotente hará todo esto.


En sus días se salvará Judá, e Israel vivirá en seguridad. Y éste será el nombre con que le llamarán: 'El Señor nuestra justicia'.


Por eso el Señor los abandonará hasta el tiempo en que dé a luz la que ha de dar a luz. Entonces el resto de sus hermanos volverá a los hijos de Israel.


Espada, despiértate contra mi pastor y contra el hombre de mi compañía, palabra del Señor omnipotente. Hiere al pastor y las ovejas se dispersarán, yo volveré mis manos aún contra los más débiles.


La Virgen concebirá y dará a luz un hijo, y le pondrán por nombre Emanuel,


A Dios nadie lo ha visto jamás; / el Hijo único, que está en el Padre, / nos lo ha dado a conocer.


Yo y el Padre somos una sola cosa'.


Los judíos le contestaron: 'No te apedreamos por ninguna obra buena, sino por blasfemia; porque tú, siendo hombre, te haces Dios'.


pero si las hago, aunque no me creáis a mí, creed en las obras, para que sepáis y reconozcáis que el Padre está en mí y yo en el Padre'.


Ya sabéis lo que os he dicho: Me voy, pero volveré a estar con vosotros. Si me amáis, os alegraréis de que me vaya al Padre, porque el Padre es mayor que yo.


Jesús le dijo: 'Llevo tanto tiempo con vosotros, ¿y todavía no me conoces, Felipe? El que me ha visto a mí ha visto al Padre. ¿Cómo dices tú: Muéstranos al Padre?


Ahora, Padre, glorifícame tú junto a ti con la gloria que tenía contigo antes de existir el mundo'.


Tomás contestó: '¡Señor mío y Dios mío!'.


Por eso principalmente los judíos querían matarlo; porque no sólo violaba el sábado, sino que también llamaba a Dios su propio padre, haciéndose igual a Dios.


para que todos honren al hijo como honran al Padre. El que no honra al hijo no honra al Padre que lo envió.


de ellos son también los patriarcas; de ellos procede Cristo en cuanto hombre, el que está por encima de todas las cosas y es Dios bendito por los siglos. Amén.


para los incrédulos, cuyas inteligencias cegó el dios de este siglo para que no brille el resplandor del evangelio de la gloria de Cristo, que es imagen de Dios.


Vosotros ya conocéis la generosidad de nuestro Señor Jesucristo, el cual siendo rico se hizo pobre por vosotros para enriqueceros con su pobreza.


Al rey de los siglos, inmortal, invisible, único Dios, honor y gloria por los siglos de los siglos. Amén.


Y sin duda alguna es grande el misterio de nuestra religión: 'Que se ha manifestado como hombre, ha sido acreditado por el Espíritu, se ha mostrado a los ángeles, ha sido anunciado a las naciones, creído en el mundo, elevado a la gloria'.


mientras aguardamos el feliz cumplimiento de lo que se nos ha prometido y la manifestación gloriosa del gran Dios y Salvador nuestro Jesucristo,


Él, que es el resplandor de su gloria y la impronta de su ser, sostiene todas las cosas con su palabra poderosa, y, una vez que realizó la purificación de los pecados, se sentó a la derecha de la Majestad en lo más alto del cielo,


Y de nuevo, cuando introdujo al Primogénito en el mundo, dijo: Que le adoren todos los ángeles de Dios.


Del Hijo, en cambio, afirma: Tu trono, oh Dios, dura eternamente; y: el cetro de tu reino es cetro de justicia.


Jesucristo es el mismo ayer y hoy, y lo será por siempre.


Y añadió: 'Está hecho. Yo soy el alfa y la omega, el principio y el fin. Al que tenga sed yo le daré gratuitamente de la fuente del agua de la vida.


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