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Eclesiastés 5:18 - Biblia Martin Nieto

18 Igualmente, cuando Dios da a un hombre riquezas y hacienda y le permite disfrutar de ellas, tomarse su parte y gozar de su trabajo, eso es un don de Dios.

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Biblia Reina Valera 1960

18 He aquí, pues, el bien que yo he visto: que lo bueno es comer y beber, y gozar uno del bien de todo su trabajo con que se fatiga debajo del sol, todos los días de su vida que Dios le ha dado; porque esta es su parte.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

18 Aun así, he notado al menos una cosa positiva. Es bueno que la gente coma, beba y disfrute del trabajo que hace bajo el sol durante el corto tiempo de vida que Dios le concedió, y que acepte su destino.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

18 Cuando un hombre ha recibido de Dios posesiones y riquezas; cuando puede comer, gozar y disfrutar de su trabajo, todo eso es un don de Dios.

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La Biblia Textual 3a Edicion

18 He aquí lo que he visto: Es bueno y propio que el hombre coma y beba y disfrute del bien de todo el trabajo con que se fatiga debajo del sol todos los días de vida que Ha-’Elohim le concedió, porque ésta es su porción.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

18 Además, si Dios concede a un hombre riqueza y fortuna, y le permite utilizarla, servirse de ella y gozar del fruto de su trabajo, eso sí es don de Dios.

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Eclesiastés 5:18
16 Tagairtí Cros  

Un abismo llama a otro abismo al fragor de tus cascadas; todas tus olas y tus crestas pasaron sobre mí.


Goza, joven, de tu mocedad, y que tu corazón disfrute en los días de tu juventud. Sigue los caminos de tu corazón y los deseos de tus ojos. Pero sabe que de todo esto Dios te pedirá cuentas.


No negué a mis ojos nada de cuanto deseaban, ni privé a mi corazón de placer alguno, porque mi corazón gozó en todo mi trabajo.


No hay más felicidad para el hombre que comer y beber y gozar él mismo del bienestar de su trabajo. Y yo considero que esto viene de la mano de Dios.


Resolví en mi corazón regalar mi cuerpo con el vino, guiando mi corazón con la sabiduría, y entregarme a la necedad para ver dónde está la felicidad de los hombres y lo que hacen debajo de los cielos durante los días de su vida.


Así que he visto que no hay otra felicidad para el hombre que gozarse en sus obras, porque ésta es su condición. Pues, ¿quién le llevará a gozar de lo que vendrá después?


un hombre a quien Dios ha dado riquezas, hacienda y honores, y a quien nada falta de cuanto pueda desear; pero Dios no le concede disfrutar de eso, sino que es un extraño quien lo disfruta. Esto es vanidad y un cruel sufrimiento.


Así pues, alabo la alegría, porque para el hombre no hay bajo el sol otra felicidad que comer y beber y gozar. Y esto le acompaña en su trabajo en los días de su vida que le da Dios bajo el sol.


Anda, come tu pan con alegría y bebe con alegre corazón tu vino, porque ya se complace Dios en tu obra.


Y el rey de Babilonia proveyó a su subsistencia cotidiana, mientras duró su vida, hasta el día de su muerte.


Sed deferentes con ellos y con cuantos como ellos trabajan y se afanan en esta obra.


sino que lo comerás en presencia del Señor, tu Dios, en el lugar escogido por él, tú, tu hijo y tu hija, tu siervo y tu sierva y el levita que habita contigo. Allí te regocijarás ante el Señor, tu Dios, por el éxito de tus empresas.


Allí comeréis en presencia del Señor y os alegraréis por todas las empresas de vuestras manos en las que el Señor, vuestro Dios, os haya bendecido.


Luego te regocijarás con todos los bienes con que te regala el Señor, tú y tu casa, tú y tu levita y el extranjero residente.


A los ricos de este mundo recomiéndales que no sean orgullosos y que no pongan su esperanza en las riquezas caducas, sino en Dios, que nos provee abundantemente de todas las cosas para que disfrutemos de ellas;


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