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Eclesiastés 3:22 - Biblia Martin Nieto

22 Así que he visto que no hay otra felicidad para el hombre que gozarse en sus obras, porque ésta es su condición. Pues, ¿quién le llevará a gozar de lo que vendrá después?

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Biblia Reina Valera 1960

22 Así, pues, he visto que no hay cosa mejor para el hombre que alegrarse en su trabajo, porque esta es su parte; porque ¿quién lo llevará para que vea lo que ha de ser después de él?

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Biblia Nueva Traducción Viviente

22 Entonces me di cuenta de que no hay nada mejor para la gente que ser feliz con su trabajo. Ese es nuestro destino, y nadie nos puede traer de regreso para ver qué pasa después de que hayamos muerto.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

22 Y vi que lo único que el hombre puede esperar es gozar del fruto de sus obras; porque ésa es su condición. Pero, ¿quién le dará a conocer lo que pasará después?'

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La Biblia Textual 3a Edicion

22 Así, pues, he visto que no hay nada mejor para el hombre que alegrarse en sus obras, porque ésa es su porción. Porque, ¿quién lo llevará para que vea lo que habrá después de él?

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

22 Y he concluido que no hay otra dicha para el hombre que disfrutar de sus obras, pues ésa es su suerte. Porque, ¿quién le permitirá contemplar lo que ha de venir tras él?

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Eclesiastés 3:22
24 Tagairtí Cros  

¿Serán honrados sus hijos? No lo sabe. ¿Serán despreciados? No se entera.


El tonto multiplica las palabras. El hombre ignora el pasado; y ¿quién puede indicarle lo que sucederá después?


Goza, joven, de tu mocedad, y que tu corazón disfrute en los días de tu juventud. Sigue los caminos de tu corazón y los deseos de tus ojos. Pero sabe que de todo esto Dios te pedirá cuentas.


Detesto todo el trabajo que he hecho bajo el sol y que dejaré a mi sucesor.


No hay más felicidad para el hombre que comer y beber y gozar él mismo del bienestar de su trabajo. Y yo considero que esto viene de la mano de Dios.


Quién sabe lo que es bueno para el hombre en la vida, durante los días de su vida de vanidad, que él pasa como una sombra? ¿Quién podrá decir al hombre lo que después de él sucederá bajo el sol?


En el día de la prosperidad goza de felicidad; en el día de la desgracia reflexiona. Tanto lo uno como lo otro lo ha hecho Dios para que el hombre no descubra nada del futuro.


Así pues, alabo la alegría, porque para el hombre no hay bajo el sol otra felicidad que comer y beber y gozar. Y esto le acompaña en su trabajo en los días de su vida que le da Dios bajo el sol.


es que nadie sabe lo que sucederá; ¿quién podrá indicarle cuándo eso sucederá?


El hombre no conoce su hora: como los peces que son apresados en la red fatal y como los pájaros que se enredan en el lazo, así los hombres se dejan enredar por el infortunio cuando de improviso cae sobre ellos.


Sus amores, sus odios, sus envidias, todo ha perecido. Y ellos no tendrán ya parte alguna en todo lo que se hace bajo el sol.


Y tú, vete a descansar; te levantarás para recibir tu suerte al final de los días'.


Así que no os inquietéis por el día de mañana, que el mañana traerá su inquietud. A cada día le bastan sus problemas'.


sino que lo comerás en presencia del Señor, tu Dios, en el lugar escogido por él, tú, tu hijo y tu hija, tu siervo y tu sierva y el levita que habita contigo. Allí te regocijarás ante el Señor, tu Dios, por el éxito de tus empresas.


Allí comeréis en presencia del Señor y os alegraréis por todas las empresas de vuestras manos en las que el Señor, vuestro Dios, os haya bendecido.


Por no haber servido al Señor, tu Dios, con gozo y alegría en la abundancia de bienes,


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