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2 Crónicas 34:3 - Biblia Martin Nieto

3 El año octavo de su reinado, siendo joven todavía, comenzó a buscar al Dios de su padre David, y en el año doce se puso a limpiar a Judá y a Jerusalén de las colinas, de las imágenes de Aserá, de los ídolos y de las estatuas.

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Biblia Reina Valera 1960

3 A los ocho años de su reinado, siendo aún muchacho, comenzó a buscar al Dios de David su padre; y a los doce años comenzó a limpiar a Judá y a Jerusalén de los lugares altos, imágenes de Asera, esculturas, e imágenes fundidas.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

3 Durante el octavo año de su reinado, siendo aún joven, Josías comenzó a buscar al Dios de su antepasado David. Luego, en el año doce, empezó a purificar a Judá y a Jerusalén, destruyendo todos los santuarios paganos, los postes dedicados a la diosa Asera, los ídolos tallados y las imágenes fundidas.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

3 El año octavo de su reinado, siendo todavía joven, comenzó a buscar al Dios de su padre David; y en el año doce comenzó a purificar a Judá y Jerusalén de los santuarios altos, de los troncos sagrados, de las estatuas y de los ídolos fundidos.

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La Biblia Textual 3a Edicion

3 En el año octavo de su reinado, siendo todavía muchacho, comenzó a buscar al Dios de David su padre; y en el año duodécimo comenzó a purificar a Judá y a Jerusalem de los lugares altos, las aseras, los ídolos de talla, y las imágenes de fundición.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

3 En el año octavo de su reinado, siendo aún muy joven, comenzó a buscar al Dios de su padre David; y en el año duodécimo, comenzó a purificar a Judá y a Jerusalén de los lugares altos, de las aserás y de los ídolos fundidos.

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2 Crónicas 34:3
26 Tagairtí Cros  

y gritó contra el altar por orden del Señor: '¡Altar, altar! Esto dice el Señor: Nacerá un hijo a la casa de David, llamado Josías, e inmolará sobre ti a los sacerdotes de las colinas que en ti queman incienso, de modo que arderán sobre ti huesos humanos'.


destruyeron también la estatua de Baal y demolieron su templo, convirtiéndolo en un muladar hasta nuestros días.


Suprimió las colinas, hizo pedazos las estelas, arrancó los cipos sagrados y machacó la serpiente de bronce que Moisés había hecho (pues hasta entonces los israelitas le quemaban incienso; la llamaban Nejustán).


'Vuélvete y di a Ezequías, jefe de mi pueblo: Esto dice el Señor, Dios de tu padre David: He escuchado tu oración y he mirado tus lágrimas. Te voy a devolver la salud. Dentro de tres días podrás ir al templo del Señor.


Despedazó las estelas, los cipos sagrados y llenó sus lugares de huesos humanos.


El rey ordenó al sumo sacerdote Jelcías, al sacerdote segundo y a los guardianes de la puerta sacar fuera del templo del Señor todos los utensilios del culto de Baal, de Aserá y de los astros del cielo; los quemó a las afueras de Jerusalén en los campos del Cedrón y llevó sus cenizas a Betel.


David se decía: 'Mi hijo Salomón es todavía joven y tierno, y la casa que tiene que edificar al Señor ha de ser famosa en todo el mundo por su esplendor y grandeza. Quiero dejarle hechos los preparativos'.


Y tú, Salomón, hijo mío, reconoce al Dios de tu padre, sírvele con todo tu corazón, con ánimo bien dispuesto, porque el Señor escudriña los corazones de todos y penetra sus más secretos pensamientos. Si tú lo buscas, él se dejará encontrar; pero si tú lo abandonas, él se retirará para siempre.


El rey David dijo a toda la asamblea: 'Mi hijo Salomón, el único elegido por Dios, es todavía joven e inexperto, y la obra es grande, pues la casa no es para los hombres, sino para el Señor Dios.


Por eso dijo a Judá: 'Restauremos estas ciudades, rodeémoslas de murallas, torres, puertas y barras mientras el país está en nuestras manos. Hemos buscado al Señor, y el Señor nos ha concedido la paz con nuestros vecinos'. Y realizaron todas las construcciones.


salió al encuentro de Asá y le dijo: 'Óyeme, Asá, y escuchadme todos los de Judá y Benjamín. El Señor está con vosotros porque vosotros estáis con él. Cuando vosotros le buscáis, él se deja encontrar por vosotros; pero si lo abandonáis, él se aleja.


Destruyeron los altares que había en Jerusalén para los sacrificios y para el incienso y los tiraron al torrente Cedrón.


Quitó del templo del Señor los dioses extranjeros, el ídolo y todos los altares que él mismo había levantado sobre el monte del templo y en Jerusalén, y los tiró fuera de la ciudad.


Pero el pueblo continuaba ofreciendo sacrificios en las colinas, aunque sólo al Señor, su Dios.


Hizo lo que es malo a los ojos del Señor, como su padre Manasés; ofreció sacrificios y dio culto a todos los ídolos que había hecho su padre Manasés.


Josías quitó de todo el territorio de Israel todos los ídolos repugnantes e hizo que todos los que se encontraban en Israel sirvieran al Señor, su Dios. Durante todos los días de su vida no se apartaron del Señor, Dios de sus padres.


¿Cómo un joven podrá tener una conducta pura? Guardando tu palabra.


pues tú eres mi esperanza, Señor, mi confianza desde mi juventud, oh Dios.


Antes bien, destruid sus altares, romped sus estelas, destrozad sus cipos.


Ya con sus actos muestra el niño si sus obras serán puras y rectas.


Yo amo a los que me aman, y los que me buscan con diligencia me encuentran.


Y acuérdate de tu creador en los días de tu juventud, antes que vengan los días malos y que lleguen los años de los que tú dirás: 'No encuentro placer en ellos';


Destruiré vuestras colinas idolátricas, destrozaré los altares de vuestros perfumes, amontonaré vuestros cadáveres sobre los cadáveres de vuestros ídolos y os aborreceré.


Todo esto por la rebeldía de Jacob, por los pecados de la casa de Israel. ¿Cuál es la rebeldía de Jacob? ¿No es acaso Samaría? ¿Cuál es el pecado de Judá? ¿No es acaso Jerusalén?


Buscad primero el reino de Dios y su justicia, y todo eso se os dará por añadidura.


Desde la infancia conoces las Sagradas Escrituras, las cuales pueden darte la sabiduría que conduce a la salvación por la fe en Jesucristo.


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