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Eclesiastés 12:11 - Biblia Traducción en Lenguaje Actual

11 Cuando los sabios hablan, sus palabras son como la vara que guía al buey. Sus colecciones de proverbios vienen de Dios, y son como las estacas que sostienen la tienda de campaña.

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Biblia Reina Valera 1960

11 Las palabras de los sabios son como aguijones; y como clavos hincados son las de los maestros de las congregaciones, dadas por un Pastor.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

11 Las palabras de los sabios son como el aguijón para el ganado: dolorosas pero necesarias. El conjunto de sus dichos es como la vara con clavos que usa el pastor para guiar a sus ovejas.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

11 Las palabras de los sabios son como aguijones; una colección de sentencias es como una cerca cuyas estacas han sido ensambladas por un mismo pastor.

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La Biblia Textual 3a Edicion

11 Las palabras de los sabios son como espinos y como estacas clavadas por los amos de los rebaños dados a un pastor.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

11 Las palabras de los sabios son como aguijadas, y como estacas plantadas las de los autores de colecciones, ofrecidas por un solo pastor.

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Eclesiastés 12:11
21 Tagairtí Cros  

pero tú mantienes firme tu arco y no doblas tus fuertes brazos. ¡Gracias al Dios poderoso que guía y protege a Israel!


»Pero ahora, Dios nuestro, tú has sido bueno con nosotros y has permitido que algunos quedemos en libertad y vengamos a vivir seguros en este territorio que tú apartaste para nosotros. Nos has dado nueva esperanza y has hecho renacer la alegría en nosotros.


1 (1b) Tú, Dios mío, eres mi pastor; contigo nada me falta.


1-2 (2-3) Dios y Pastor nuestro, tú guiaste como a un rebaño a tu pueblo Israel, tú reinas entre los querubines, ¡ahora escúchanos! ¡Hazte presente y muestra tu poder a las tribus de Efraín, de Manasés y de Benjamín! ¡Ven a salvarnos!


Así podrán entender lo que es un proverbio lo que es un ejemplo, y lo que es una adivinanza.


El buen consejo es ayuda de muchos, pero la imprudencia es trampa de tontos.


Presta atención a mis palabras, que son consejos sabios, y ponte a pensar en mis enseñanzas.


Cuando el sabio habla, a todos les cae bien; cuando el tonto abre la boca, provoca su propia ruina.


Más vale una reprensión de sabios que una alabanza de tontos.


Él será un orgullo para su familia, y Dios lo protegerá de todo enemigo.


Viene cuidando a su pueblo, como cuida un pastor a su rebaño: lleva en brazos a los corderos y guía con cuidado a las ovejas que acaban de tener su cría”».


Estoy cansado de sus mentiras. ¡Y todavía se atreven a decir que hablan de mi parte! Estoy en contra de esos profetas que dicen haber recibido mensajes de mi parte, pero yo no les he comunicado nada. Esa clase de mentiras no le hace ningún bien a mi pueblo; al contrario, lo conducen al error. ”Mi palabra es tan poderosa como el fuego, y tan dura como un martillo; ¡hasta puede hacer pedazos una roca! Les aseguro que así es.


pues les enviaré de nuevo a David, mi fiel servidor, para que los cuide.


Al ver Juan que muchos fariseos y saduceos venían para que él los bautizara, les dijo: «¡Ustedes son unas víboras! ¿Creen que se van a escapar del castigo que Dios les enviará?


»Así como Dios mi Padre me conoce, yo lo conozco a él; y de igual manera, yo conozco a mis seguidores y ellos me conocen a mí. Yo soy su buen pastor, y ellos son mis ovejas. Así como el buen pastor está dispuesto a morir para salvar a sus ovejas, también yo estoy dispuesto a morir para salvar a mis seguidores.


Jesús le contestó: —Tú eres un maestro famoso en Israel, y ¿no lo sabes?


Todos los que oyeron estas palabras se pusieron muy tristes y preocupados. Entonces les preguntaron a Pedro y a los demás apóstoles: —Amigos israelitas, ¿y qué debemos hacer?


ni luchamos con las armas de este mundo. Al contrario, usamos el poder de Dios para destruir las fuerzas del mal, las acusaciones


El Dios de paz resucitó a nuestro Señor Jesús, y por medio de la sangre que Jesús derramó al morir, hizo un pacto eterno con nosotros. Somos el rebaño de Jesús, y él es nuestro gran Pastor. Por eso le pido al Dios de paz que haga que ustedes sean buenos y perfectos en todo, y que Jesucristo los ayude a obedecerlo. ¡Que Jesús reciba la gloria y la honra por siempre! Amén.


Cada palabra que Dios pronuncia tiene poder y tiene vida. La palabra de Dios es más cortante que una espada de dos filos, y penetra hasta lo más profundo de nuestro ser. Allí examina nuestros pensamientos y deseos, y deja en claro si son buenos o malos.


Así, cuando regrese Cristo, que es el Pastor principal, ustedes recibirán un maravilloso premio que durará para siempre.


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