Eclesiastés 12:11 - Biblia Traducción en Lenguaje Actual11 Cuando los sabios hablan, sus palabras son como la vara que guía al buey. Sus colecciones de proverbios vienen de Dios, y son como las estacas que sostienen la tienda de campaña. Féach an chaibidilTuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 196011 Las palabras de los sabios son como aguijones; y como clavos hincados son las de los maestros de las congregaciones, dadas por un Pastor. Féach an chaibidilBiblia Nueva Traducción Viviente11 Las palabras de los sabios son como el aguijón para el ganado: dolorosas pero necesarias. El conjunto de sus dichos es como la vara con clavos que usa el pastor para guiar a sus ovejas. Féach an chaibidilBiblia Católica (Latinoamericana)11 Las palabras de los sabios son como aguijones; una colección de sentencias es como una cerca cuyas estacas han sido ensambladas por un mismo pastor. Féach an chaibidilLa Biblia Textual 3a Edicion11 Las palabras de los sabios son como espinos y como estacas clavadas por los amos de los rebaños dados a un pastor. Féach an chaibidilBiblia Serafín de Ausejo 197511 Las palabras de los sabios son como aguijadas, y como estacas plantadas las de los autores de colecciones, ofrecidas por un solo pastor. Féach an chaibidil |
Estoy cansado de sus mentiras. ¡Y todavía se atreven a decir que hablan de mi parte! Estoy en contra de esos profetas que dicen haber recibido mensajes de mi parte, pero yo no les he comunicado nada. Esa clase de mentiras no le hace ningún bien a mi pueblo; al contrario, lo conducen al error. ”Mi palabra es tan poderosa como el fuego, y tan dura como un martillo; ¡hasta puede hacer pedazos una roca! Les aseguro que así es.
»Así como Dios mi Padre me conoce, yo lo conozco a él; y de igual manera, yo conozco a mis seguidores y ellos me conocen a mí. Yo soy su buen pastor, y ellos son mis ovejas. Así como el buen pastor está dispuesto a morir para salvar a sus ovejas, también yo estoy dispuesto a morir para salvar a mis seguidores.
El Dios de paz resucitó a nuestro Señor Jesús, y por medio de la sangre que Jesús derramó al morir, hizo un pacto eterno con nosotros. Somos el rebaño de Jesús, y él es nuestro gran Pastor. Por eso le pido al Dios de paz que haga que ustedes sean buenos y perfectos en todo, y que Jesucristo los ayude a obedecerlo. ¡Que Jesús reciba la gloria y la honra por siempre! Amén.