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Mateo 4:5 - Nueva Biblia Española (1975)

5 Entonces se lo llevó el diablo a la ciudad santa, lo puso en lo alto del templo

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Biblia Reina Valera 1960

5 Entonces el diablo le llevó a la santa ciudad, y le puso sobre el pináculo del templo,

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Biblia Nueva Traducción Viviente

5 Después el diablo lo llevó a la santa ciudad, Jerusalén, al punto más alto del templo,

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Biblia Católica (Latinoamericana)

5 Después el diablo lo llevó a la Ciudad Santa y lo puso en la parte más alta de la muralla del Templo.

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La Biblia Textual 3a Edicion

5 Entonces el diablo lo lleva hasta la santa ciudad, lo puso en pie sobre el pináculo del templo,

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

5 Entonces el diablo lo llevó a la ciudad santa, lo puso sobre el alero del templo

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Mateo 4:5
11 Tagairtí Cros  

El vestíbulo ante la nave del templo ocupaba diez metros a lo ancho del edificio, y tenía cinco metros de profundidad y diez de altura. Lo revistió por dentro de oro puro.


Las autoridades fijaron su residencia en Jerusalén, y el resto del pueblo se sorteó para que, de cada diez, uno habitara en Jerusalén, la ciudad santa, y nueve en sus pueblos.


Total de levitas residentes en la ciudad santa: doscientos ochenta y cuatro,


aunque toman nombre de la ciudad santa y se apoyan en el Dios de Israel, cuyo nombre es 'Señor de los ejércitos'.


¡Despierta, despierta, vístete de tu fuerza, Sión; vístete el traje de gala, Jerusalén, santa ciudad!, porque no volverán a entrar en ti incircuncisos ni impuros.


Señor, a la medida de tu justicia, aparta la ira y la cólera de Jerusalén, tu ciudad y tu monte santo. Por nuestros pecados y los delitos de nuestros padres Jerusalén y todo tu pueblo son afrentados por los pueblos vecinos.


Setenta semanas están decretadas para tu pueblo y tu ciudad santa; para encerrar el delito, sellar el pecado, expiar el crimen, para traer una justicia perenne, para sellar la visión y al profeta y ungir el lugar santísimo.


después que él resucitó, salieron de las tumbas, entraron en la ciudad santa y se aparecieron a muchos.


Entonces lo llevó a Jerusalén, lo puso en lo alto del templo y le dijo; Si eres Hijo de Dios, tírate de aquí abajo,


Le replicó Jesús: No estaría en tu mano hacer nada contra mí si Dios no te dejara. Por eso, el que me ha entregado a ti tiene un pecado mayor.


Prescinde del patio exterior que está fuera del santuario, no lo midas, pues se ha permitido a las naciones pisotear la ciudad santa cuarenta y dos meses;


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