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Mateo 22:16 - Nueva Biblia Española (1975)

16 Le enviaron a sus discípulos con unos partidarios de Herodes, y le dijeron: Maestro, sabemos que eres sincero y que enseñas el camino de Dios con verdad; además, no te importa de nadie, porque tú no miras lo que la gente sea.

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Biblia Reina Valera 1960

16 Y le enviaron los discípulos de ellos con los herodianos, diciendo: Maestro, sabemos que eres amante de la verdad, y que enseñas con verdad el camino de Dios, y que no te cuidas de nadie, porque no miras la apariencia de los hombres.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

16 Enviaron a algunos de sus discípulos, junto con los partidarios de Herodes, a buscarlo. —Maestro —dijeron—, sabemos lo honesto que eres. Enseñas con verdad el camino de Dios. Eres imparcial y no tienes favoritismos.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

16 Le enviaron, pues, discípulos suyos junto con algunos partidarios de Herodes a decirle: 'Maestro, sabemos que eres honrado y que enseñas con sinceridad el camino de Dios. No te preocupas por quién te escucha, ni te dejas influenciar por nadie.

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La Biblia Textual 3a Edicion

16 Y le enviaron a los discípulos de ellos con los herodianos, diciendo: Maestro, sabemos que eres veraz, y con verdad enseñas el camino de Dios, y no te cuidas de nadie,° pues no miras la apariencia de los hombres.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

16 Y le envían unos discípulos suyos, con los herodianos, para decirle: 'Maestro, sabemos que eres sincero, que enseñas realmente el camino de Dios y que nada te importa de nadie, porque no te fijas en las apariencias de las personas.

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Mateo 22:16
36 Tagairtí Cros  

Miqueas replicó: ¡Vive Dios, diré lo que el Señor me manda!


Sálvanos, Señor, que se acaba la lealtad, que desaparece la sinceridad entre los hombres:


Señor, que me acechan, guíame con tu rectitud, alláname tu camino.


su boca es más blanda que la manteca, pero desean la guerra; sus palabras son más suaves que el aceite, pero son puñales:


El que adula a un amigo tiende una red ante sus pasos.


Una doctrina auténtica llevaba en la boca y en sus labios no se hallaba maldad; se portaba conmigo con integridad y rectitud y apartaba a muchos de la culpa.


Pues yo los haré despreciables y viles ante todo el pueblo, por no haber seguido mis caminos y haber sido parciales en su instrucción.


Maestro, Moisés mandó esto: 'Si uno muere sin hijos, su hermano se casará con la viuda para dar descendencia a su hermano”.


Lo mismo le pasó al segundo y al tercero, y así hasta el séptimo.


El contestó: Vayan a la ciudad, a casa de Fulano, y denle este recado: 'El Maestro dice que su hora está cerca y que va a celebrar la Pascua en tu casa con sus discípulos'.


Se acercó en seguida a Jesús y le dijo: ¡Salud, Maestro! Y lo besó con insistencia.


Estaba él saliendo al camino, cuando se le acercó uno corriendo, se le arrodilló y le preguntó: Maestro insigne, ¿qué tengo que hacer para heredar vida eterna?


Le enviaron unos fariseos y partidarios de Herodes para cazarlo con una pregunta.


Se acercaron y le dijeron: Maestro, sabemos que eres sincero y que no te importa de nadie, porque tú no miras lo que la gente sea. No, enseñas de verdad el camino de Dios. ¿Está permitido pagar tributo al César o no? ¿Pagamos o no pagamos?


Nada más salir, los fariseos se pusieron a planear contra él con los herodianos para acabar con él.


Jesús les recomendó: Atención, cuidado con la levadura del pan de los fariseos y con la de Herodes.


Le preguntaron: Maestro, sabemos que lo que dices y enseñas está bien y que no te preocupa lo que la gente sea. No, enseñas de verdad el camino de Dios.


Jesús tomó la palabra y le dijo: Simón, tengo algo que decirte. El respondió: Dímelo, Maestro.


Respondió Jesús: Yo soy el camino, la verdad y la vida; nadie se acerca al Padre sino por mí.' Si llegan a conocerme


Le preguntó entonces Pilato: Luego ¿tú eres rey? Contestó Jesús: Tú lo estás diciendo, yo soy rey. Yo para esto he nacido y para esto estoy en el mundo, para dar testimonio en favor de la verdad. Le dice Pilato: ¿Qué es eso de 'verdad'?


Quien habla por su cuenta, busca su propia gloria; en cambio, quien busca la gloria del que lo ha mandado, ése es digno de fe y en él no hay injusticia.


Porque no vamos traficando con el mensaje de Dios, como hace la mayoría, sino que hablamos conscientes de nuestra sinceridad, conscientes de que lo hacemos de parte de Dios, bajo su mirada, movidos por Cristo.


al contrario, hemos renunciado a manejos vergonzosos, dejándonos de intrigas y no falseando el mensaje de Dios; en vez de eso, manifestando la verdad, nos recomendamos a la íntima conciencia que tiene todo hombre ante Dios.


Por consiguiente, nosotros ya no apreciamos a nadie por la apariencia y, aunque una vez valoramos al Mesías por la apariencia,. ahora ya no.


Qué, ¿trato ahora de ganarme la amistad de los hombres o de Dios?, o ¿busco yo contentar a hombres? Si todavía tratara de contentar a hombres, no podría estar al servicio de Cristo.


Pues bien, por parte de los respetados por ser algo (lo que fueran o dejaran de ser no me interesa nada, Dios no mira lo exterior del hombre); a mí, como decía, los respetados no tuvieron nada que añadirme,


dijo a sus padres: No les hago caso; a sus hermanos: No los reconozco; a sus hijos: No los conozco. Cumplieron tus mandatos y guardaron tu alianza.


no, como Dios nos aprobó para confiarnos la buena noticia, hablamos como corresponde, no para contentar a hombres, sino a Dios, que examina nuestro interior,


En cambio, el saber que baja de lo alto es, ante todo, límpido y luego apacible, comprensivo y abierto, rebosa buen corazón y buenos frutos, no hace discriminaciones ni es fingido.


Sabemos que ha venido el Hijo de Dios y nos ha dado entendimiento para conocer al Dios verdadero, y estamos con el verdadero, gracias a su Hijo, Jesús el Mesías. Ese es el verdadero Dios y vida eterna.


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