Biblia Todo Logo
Bíobla ar líne
- Fógraí -





Lucas 10:40 - Nueva Biblia Española (1975)

40 Marta, en cambio, se distraía con el mucho trajín; hasta que se paró delante, y dijo: Señor, ¿no se te da nada de que mi hermana me deje trajinar sola? Dile que me eche una mano.

Féach an chaibidil Cóip


Tuilleadh leaganacha

Biblia Reina Valera 1960

40 Pero Marta se preocupaba con muchos quehaceres, y acercándose, dijo: Señor, ¿no te da cuidado que mi hermana me deje servir sola? Dile, pues, que me ayude.

Féach an chaibidil Cóip

Biblia Nueva Traducción Viviente

40 pero Marta estaba distraída con los preparativos para la gran cena. Entonces se acercó a Jesús y le dijo: —Maestro, ¿no te parece injusto que mi hermana esté aquí sentada mientras yo hago todo el trabajo? Dile que venga a ayudarme.

Féach an chaibidil Cóip

Biblia Católica (Latinoamericana)

40 Mientras tanto Marta estaba absorbida por los muchos quehaceres de la casa. En cierto momento Marta se acercó a Jesús y le dijo: 'Señor, ¿no te importa que mi hermana me haya dejado sola para atender? Dile que me ayude.

Féach an chaibidil Cóip

La Biblia Textual 3a Edicion

40 Pero Marta estaba atareada° con respecto a mucho servicio; y parándose, dijo: Señor: ¿No te importa que mi hermana me dejó sola para servir? Dile pues que me ayude.

Féach an chaibidil Cóip

Biblia Serafín de Ausejo 1975

40 Marta, entre tanto, andaba atareada con los muchos quehaceres. Por fin, se paró y dijo: 'Señor, ¿es que no te importa que mi hermana me deje sola con todo el trajín de la casa? Dile que venga a echarme una mano'.

Féach an chaibidil Cóip




Lucas 10:40
12 Tagairtí Cros  

Al atardecer se acercaron los discípulos a decirle: Estamos en un lugar despoblado y ya ha pasado la hora; despide a la multitud, que vayan a los pueblitos y se compren comida.


Entonces Pedro lo tomó aparte y empezó a regañarle: ¡Líbrete Dios, Señor! ¡No te pasará a ti eso!


Al enterarse sus parientes fueron a echarle mano, pues se decía que había perdido el juicio.


Por el camino entró Jesús en un Pueblito, y una mujer de nombre Marta lo recibió en su casa.


Pero el Señor le contestó: Marta, Marta, andas inquieta y nerviosa con tantas cosas:


No estén con el alma en un hilo buscando qué comer y qué beber.


Había cierto enfermo, Lázaro, que era de Betania, de la aldea de María y de su hermana Marta.


Jesús quería a Marta, a su hermana y a Lázaro.


Le ofrecieron allí una cena y Marta servía; Lázaro era uno de los que estaban reclinados con él a la mesa.


Trabajen, no por el pan que se acaba, sino por el alimento que dura dando vida definitiva, el que les va a dar este Hombre; pues a éste el Padre, Dios, lo ha marcado con su sello.


Lean orainn:

Fógraí


Fógraí