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Jueces 20:48 - Nueva Biblia Española (1975)

48 Los israelitas se volvieron contra los de Benjamín. Los pasaron a cuchillo, desde las personas hasta el ganado y todo lo que encontraban; todas las ciudades que encontraron las incendiaron.

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Biblia Reina Valera 1960

48 Y los hombres de Israel volvieron sobre los hijos de Benjamín, y los hirieron a filo de espada, así a los hombres de cada ciudad como a las bestias y todo lo que fue hallado; asimismo pusieron fuego a todas las ciudades que hallaban.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

48 Entonces los israelitas regresaron al territorio de Benjamín y en todas las ciudades masacraron a todo ser viviente: a la gente, a los animales y a todo lo que encontraron. También quemaron por completo todas las ciudades por las que pasaron.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

48 Mientras tanto los israelitas destruyeron todos los pueblos de Benjamín con los hombres, el ganado y todo lo que allí había. Luego prendieron fuego a todos los pueblos que encontraron.

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La Biblia Textual 3a Edicion

48 Los de Israel se volvieron contra los hijos de Benjamín y los mataron a filo de espada, tanto hombres como animales, y todo lo que fue hallado, y prendieron fuego a cuantas ciudades hallaron.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

48 Los israelitas se volvieron contra los benjaminitas y pasaron a filo de espada a cuanto quedaba en las ciudades, hombres y ganados, y prendieron fuego a todas las ciudades que encontraron a su paso.

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Jueces 20:48
7 Tagairtí Cros  

Mientras, el destacamento que había licenciado Amasias para que no luchara a su lado se dispersó por las ciudades de Judá -desde Samaria hasta Bejorón-, matando a tres mil personas y capturando un gran botín.


Hermano ofendido es plaza fuerte, las pendencias son cerrojo de castillo.


En su huida, seiscientos hombres se dirigieron hacia el desierto, a Peñagranada, y allí estuvieron cuatro meses.


Los israelitas habían hecho este juramento en Atalaya: Ninguno de nosotros dará su hija en matrimonio a un benjaminita.


Los benjaminitas lo hicieron así, y de las danzantes que habían raptado se quedaron con las mujeres que necesitaban. Después se volvieron a su heredad, reconstruyeron sus ciudades y las habitaron.


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