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Jueces 18:10 - Nueva Biblia Española (1975)

10 que se van a encontrar con una gente confiada, unos terrenos espaciosos que Dios les da, un sitio donde no escasean los productos del campo.

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Biblia Reina Valera 1960

10 Cuando vayáis, llegaréis a un pueblo confiado y a una tierra muy espaciosa, pues Dios la ha entregado en vuestras manos; lugar donde no hay falta de cosa alguna que haya en la tierra.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

10 Cuando lleguen, verán que los habitantes llevan una vida despreocupada. Dios nos ha dado un territorio espacioso y fértil, ¡que no carece de nada!

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Biblia Católica (Latinoamericana)

10 Hallarán allí un pueblo sin desconfianza. Su territorio es largo y ancho, Dios lo ha puesto en nuestras manos. Allí nada falta de lo que puede hallarse en la tierra'.

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La Biblia Textual 3a Edicion

10 Cuando lleguéis, entraréis a un pueblo confiado y a una tierra espaciosa. Ciertamente, ’Elohim la ha entregado en vuestra mano. Es un lugar donde no falta cosa alguna que haya en la tierra.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

10 Cuando lleguéis, encontraréis un pueblo confiado; y la tierra es espaciosa en todas direcciones. Ciertamente que Dios ha de entregar en vuestras manos una región donde no falta nada de cuanto hay en la tierra'.

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Jueces 18:10
14 Tagairtí Cros  

Y he bajado a librarlos de los egipcios, a sacarlos de esta tierra para llevarlos a una tierra fértil y espaciosa, tierra que mana leche y miel, el país de los cananeos, hititas, amorreos, fereceos, heveos y jebuseos.


Aquel día les juré con la mano en alto sacarlos de Egipto y llevarlos a una tierra que yo mismo les había explorado: manaba leche y miel, era la perla de las naciones.


como han hecho los descendientes de Esaú, que habitan en Seír, y los moabitas, que habitan en Ar, hasta que crucemos el Jordán para entrar en la tierra que nos va a dar el Señor, nuestro Dios'.


Ahora, Israel, escucha los mandatos y decretos que yo les enseño a cumplir; así vivirán y entrarán y tomarán posesión de la tierra que el Señor, Dios de sus padres, les va a dar.


A los ricos de este mundo insísteles en que no sean soberbios ni pongan su confianza en riqueza tan incierta, sino en Dios que nos procura todo en abundancia para que lo disfrutemos.


Los dos espías se volvieron monte abajo, cruzaron el río, llegaron hasta Josué y le contaron todo lo que les había pasado;


le dijeron: El Señor nos entrega todo el país. Toda la gente tiembla ante nosotros.


A la séptima vuelta, los sacerdotes tocaron las trompas y Josué ordenó a la tropa: ¡Griten, que el Señor les entrega la ciudad!


Entonces emigraron de Sorá y Estaol seiscientos hombres armados de la tribu de Dan.


Los danitas, con el ídolo que había hecho Mica y con el sacerdote que tenía, fueron a Lais, a aquella gente tranquila y confiada. Los pasaron a cuchillo e incendiaron la ciudad.


Los cinco hombres se pusieron en camino y llegaron a Lais. Observaron a la gente que vivía en aquel pueblo: era gente confiada, como suelen ser los fenicios; vivían tranquilos y seguros, nadie cometía acciones ignominiosas y estaban bien abastecidos


Los exploradores volvieron a Sorá y Estaol, a sus paisanos, que les preguntaron: Hermanos, ¿qué noticias traen?' Respondieron: ¡Vamos, marchemos contra ellos! Que hemos visto aquel país, y es de lo mejor. ¡Y se quedan parados! No duden en marchar allá a apoderarse del país;


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