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Juan 20:27 - Nueva Biblia Española (1975)

27 Luego se dirigió a Tomás: Trae aquí tu dedo, mira mis manos; trae tu mano y métela en mi costado, y no seas incrédulo, sino fiel.

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Biblia Reina Valera 1960

27 Luego dijo a Tomás: Pon aquí tu dedo, y mira mis manos; y acerca tu mano, y métela en mi costado; y no seas incrédulo, sino creyente.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

27 Entonces le dijo a Tomás: —Pon tu dedo aquí y mira mis manos; mete tu mano en la herida de mi costado. Ya no seas incrédulo. ¡Cree!

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Biblia Católica (Latinoamericana)

27 Después dijo a Tomás: 'Pon aquí tu dedo y mira mis manos; extiende tu mano y métela en mi costado. Deja de negar y cree.

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La Biblia Textual 3a Edicion

27 Luego dice a Tomás: Trae acá tu dedo y mira mis manos, y acerca tu mano y métela en mi costado; y no seas incrédulo, sino creyente.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

27 Luego dice a Tomás: 'Trae aquí tu dedo y mira mis manos, trae tu mano y métela en mi costado. Y no seas incrédulo, sino creyente'.

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Juan 20:27
13 Tagairtí Cros  

El, en cambio, sentía lástima, perdonaba la culpa y no los destruía; una y otra vez reprimió su cólera y no despertaba todo su furor;


Jesús contestó: ¡Gente sin fe y pervertida! ¿Hasta cuándo tendré que estar con ustedes? ¿Hasta cuándo los tendré que soportar? Tráiganmelo aquí.


El les contestó: ¡Gente sin fe! ¿Hasta cuándo tendré que estar con ustedes?, ¿hasta cuándo tendré que soportarlos? Tráiganmelo,


Miren mis manos y mis pies: soy yo en persona. Tóquenme, miren, un fantasma no tiene carne ni huesos, como ven que yo tengo.


Dicho esto les mostró las manos y los pies.


Jesús contestó: ¡Gente sin fe y pervertida! ¿Hasta cuándo tendré que estar con ustedes y soportarlos? Tráeme aquí a tu hijo.


Y dicho esto les mostró las manos y el costado. Se alegraron mucho los discípulos de ver al Señor.


Los otros discípulos le decían: Hemos visto al Señor en persona. Pero él les dijo: Como no vea en sus manos la señal de los clavos y, además, no meta mi dedo en la señal de los clavos y meta mi mano en su costado, no creo.


Reaccionó Tomás diciendo: ¡Señor mío y Dios mío!


Por lo que hace a la Ley, se metió por medio para que se multiplicara el delito, pero donde se multiplicó el pecado sobreabundó la gracia;


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